EL TERCERO DE UNA GRAN SAGA

Aunque el Renault Mégane va ya por su cuarta generación, las siglas R. S. – Renault Sport– debutaron con la segunda generación. Era 2004 cuando Renault presentó el primer Mégane Renault Sport, equipado con un motor 2.0 Turbo de 225 CV, tracción delantera y cambio manual de seis marchas, que se vendía con tres y cinco puertas.

Aquel primer Mégane tenía un motor temperamental, pero la suspensión era demasiado blanda y la dirección, algo imprecisa. Por eso, en 2006 apareció la versión especial Trophy, de la que sólo se fabricaron 500 uds. –50 para España-. Contaba con pinzas de freno Brembo de cuatro pistones y, por fin, una suspensión un 25% más firme delante y un ¡77%! detrás; además de una nueva geometría del eje delantero. Su resultado era muy bueno, tanto que también se utilizó en versiones especiales como el F1 Team.

Con ocasión del restyling de 2007, estos cambios se ofrecían en opción como Chasis Sport, y apareció la versión R26 – en referencia al monoplaza de Fórmula 1 de 2006, que ganó el Mundial de Pilotos con Alonso y el de Constructores– con diferencial autoblocante y 230 CV. También hubo otra variante 2.0 dCi de 175 CV y, cerca del final de la vida de este Mégane, llegó el radical R26. R, aligerado en 126 kilos y con un arco antivuelco – en la foto, a la derecha–.

En 2010, la tercera generación del Mégane experimentó la llegada de un nuevo chasis con dos variantes –Sport y Cup–, un motor 2.0 Turbo de entre 250 y 265 CV y un chasis Sport o Cup, que incluso llegaron a los 275 CV en la versión Trophy.