GABRIELE TARQUINI
Nunca llegó a triunfar en la F1, pero eso no quita que al incombustible Gabriele Tarquini le brillen los ojos incluso un cuarto de siglo después de su famoso título de BTCC.
Gabriele Tarquini sigue siendo el piloto italiano por excelencia. Cuando en nos encontramos con él en un gélido circuito inglés de brands Hatch, va envuelto en una chaqueta de equipo y luce un gorro de lana, pero su radiante sonrisa, su italianizado inglés y sus penetrantes ojos iluminan el garaje del pitlane del mismo modo que lo hacían hace 24 años durante aquella memorable temporada del bTCC, en la que se ganó la lealtad y admiración de los aficionados británicos de por vida.
Tarquini comenzó a competir en karts a los cinco años. “Gané muchos títulos en italia, así como los campeonatos europeo y del mundo en 1984”, recuerda el italiano. “empecé desde cero y me convertí en piloto de F1”.
el ascenso del italiano fue ciertamente meteórico, culminando con su debut en la Fórmula 1 para el equipo Osella en 1987. incluso entonces, la versatilidad de Tarquini era evidente: “Cuando estuve en la F1 competía al mismo tiempo en el Campeonato Superturismo italiano. Disfrutaba mucho de los turismos. Para mí, los fórmula –F1– son los mejores coches para conducir, ya que la sensación que sientes en un monoplaza es fantástica. Pero los turismos son los mejores para competir, porque la sensación es diferente: puedes pelear como un boxeador, puede haber contacto. Son carreras geniales”.
Su primera temporada completa en F1 fue en 1988 con el pequeño equipo Coloni, para el que ya había pilotado el año anterior en Fórmula 3000. Tarquini era su único piloto y el jefe, enzo Coloni, ajustó hasta el último céntimo del presupuesto. “Teníamos tres mecánicos y un director de equipo. esto en la misma época en la que corrían pilotos como Senna, Prost, Mansell, berger, Patrese, alboreto... Vamos, un montón de fantásticos campeones.
Y, a pesar de tener todo en contra y conseguir clasificarse para únicamente la mitad de las carreras de la temporada, Tarquini es todo positividad sobre su primer año completo en Fórmula 1. “Para nosotros fue un gran éxito acabar octavos –en el GP de Canadá, su mejor resultado del año–. Fue una temporada estupenda. estuvimos en la parrilla en la mitad de carreras y mi objetivo principal por entonces era clasificar el coche. Una vez conseguido
esto, estábamos muy lejos del ritmo de carrera, pero con buena suerte pudimos acabar y lograr un buen puesto”.
Mantenerse optimista en una situación así requiere mucha fuerza mental. “todo el mundo piensa, especialmente en F1, que los pilotos son los mejores de la historia. Si no, nunca estarás en la lucha. es difícil juzgar a un piloto porque hay que tener en cuenta las prestaciones del coche, pero cuando logré acabar con el Coloni me invadió una gran felicidad. Había hecho mi trabajo.”
al año siguiente, tarquini se vio forzado a recaer en el pequeño equipo francés aGS, después de que se produjera un terrible accidente que dejó paralítico de por vida a su piloto titular, Philippe Streiff. tarquini es consciente del peligro que corrió en aquella época. “estaba sentado junto al combustible, con los pies por delante, sin protección en la cabeza... increíble”. Pero, aun así, disfrutó de su mejor temporada, que le llevó casi a la gloria. “en mi primera carrera terminé octavo en Imola. la segunda fue Montecarlo, y tras el primer día fui quinto en parrilla, delante de un Mclaren y un Ferrari. Pensé que estaba a un paso de llegar a un buen equipo, pero perdí la oportunidad a mitad de temporada cuando decidí quedarme en AGS. Fue mi forma de agradecerles la confianza depositada en mí, pero me arrepiento un poco porque estuve en contacto con lotus y Scuderia Italia, y probablemente tomé la decisión errónea para mi carrera personal”.
tarquini siguió en F1 hasta 1992, aunque sin mucho éxito. en 1993, corrió con su primer turismo oficial con Alfa Romeo, en Italia, pero fue un año duro. aun así, el jefe Giorgio Pianta ordenó que el equipo debía ir al mejor campeonato de 1994, y ese era el BtCC. Para tarquini fue una sorpresa.
“Descubrí el mejor campeonato del mundo, con once constructores. eso sí, los test previos a la temporada fueron duros”. esto se debió, principalmente, a los circuitos británicos. “No hay trazados normales, cada pista es especial, complicada, y la experiencia es muy importante. el 90% de los trazados son viejos, lo que significa que son difíciles, con grandes pianos. Nada que ver con los circuitos modernos de F1 que se pueden aprender en tres vueltas”.
la temporada de 1994 en el BtCC se ha convertido en una especie de leyenda de las carreras. alfa introdujo la aerodinámica en la competición y, al principio, dominó hasta que las cosas tomaron un tinte más político. las carreras eran rápidas y disputadas, con muchos personajes. “estos son probablemente los mejores recuerdos de mi carrera. Incluso hoy en día cuando vengo a reino Unido acabo firmando fotos del Alfa Romeo rojo. Es algo genial. la gente aún se acuerda de mi accidente en Knockhill –un vuelco épico– y de mi periplo a dos ruedas en Donington”.
el equipo Hyundai de tCr necesita ya al italiano de vuelta en el coche. así que es momento de hacer la última pregunta. Seguro que al heróico piloto le encantan los deportivos de calle. “No me gustan los coches rápidos. Me gusta que sean cómodos. es algo extraño. la mejor sensación que puedes obtener conduciendo un carísimo coche de calle, incluso un Ferrari, no es nada en comparación a conducir un coche de carreras”. así es tarquini: piloto hasta la médula.
INCLUSO HOY EN DÍA AÚN FIRMO FOTOS DEL ALFA ROMEO ROJO... ES ALGO GENIAL