EVO (Spain)

PORSCHE PANAMERA TURBO S E-HYBRID ST

Su extensísim­a denominaci­ón comercial define a la berlina más potente del mercado. Un híbrido con 680 CV.

- Javier Arús

UE LA HIBRIDACIÓ­N LLEGUE A UN modelo para añadir potencia y crear una variante con unos números estratosfé­ricos siempre es una buena noticia. Sin embargo, si bien está claro que el dato más destacable de esta variante es que es capaz de proporcion­ar hasta 680 CV, lo cierto es que el apellido Turbo S E-Hybrid implica algunas cifras no tan favorables para este Porsche.

El Panamera siempre ha sido un automóvil pesado. No en vano, cualquier versión ronda las dos toneladas. Pero no es menos cierto que siempre nos ha dejado con la boca abierta en cuanto a comportami­ento dinámico. Es muy común que todos los que trabajamos en esta publicació­n nos bajemos de un Panamera y digamos algo así como “parece mentira que, con lo grande que es, este coche sea capaz de circular tan rápido sin esfuerzo”.

Sin duda es un gran mérito que sea capaz de disimular tan bien su masa. Sin embargo, en el caso de este Turbo S E-Hybrid ST, el dato llega hasta las 2,4 toneladas, lo que supone que la hibridació­n y las baterías correspond­ientes añaden más de 300 kg a la cifra que declara un Turbo S ‘a secas’. Todo para aportar 136 CV extra y una autonomía eléctrica de unos 50 km. Es verdad que el 0 a 100 km/h mejora de 3,8 a 3,4 segundos pero, a no ser que te compres este coche para circular mayoritari­amente por zonas urbanas –donde puedes sacar más partido al modo eléctrico–, lo cierto es que te puedes ahorrar los 10.000 euros extra respecto al Turbo S, y emplearlos en echar gasolina hasta el infinito.

No obstante, si lo que quieres es un Panamera híbrido a toda costa, es más sensato que optes por la variante 4 E-Hybrid; cuesta ‘sólo’ 115.000 euros y dispones de 462 CV para que no se produzcan quejas en el apartado de prestacion­es.

Sea como fuere, el Turbo S E-Hybrid resulta impresiona­nte. Acelera mucho, recupera velocidad de manera intimidant­e –pasa de 100 a 200 km/h en 8,5 segundos– y ofrece un comportami­ento que combate con eficacia las leyes de la física, ya que sólo en momentos muy puntuales notas el peso. La suspensión neumática junto con las estabiliza­doras activas consiguen mantener la carrocería estable en los cambios de apoyo y cabeceos propios de las frenadas fuertes. La manera que tiene de moverse este modelo hace que el conductor gane en confianza de forma inmediata.

Los enormes discos de freno cerámicos de 420 mm delante y 410 mm detrás –con las

pinzas pintadas de color verde flúor, algo caracterís­tico de esta versión– resisten el trato duro como si nada, aunque el tacto del pedal no es todo lo preciso que nos gustaría. El coche entra en los giros con muchísimo agarre y, cuando se producen violentas transferen­cias de peso en curvas enlazadas, la parte trasera se insinúa lo justo para colocar el vehículo en la trayectori­a correcta y permitir al conductor trasladar los 680 CV de nuevo al suelo, sin la más mínima pérdida de tracción. Aquí tiene mucho que decir el sistema de tracción total con reparto vectorial del par, que logra aprovechar cada caballo en prácticame­nte cualquier circunstan­cia.

El cambio automático funciona con una rapidez y, al contrario que otras transmisio­nes con falsos modos secuencial­es, la PDK permite un uso totalmente manual a través de la palanca o de las levas situadas en el volante, sin cambiar al llegar al régimen máximo. Sólo lo hace cuando lo decide el conductor.

En definitiva, esta variante cumple con la función de posicionar a Porsche en lo más alto del escalafón de esta clase de vehículos, con un producto que a nivel tecnológic­o tiene pocos rivales. Sin embargo, dentro de la propia gama Panamera, la variantes Turbo y 4 E-Hybrid suponen opciones más lógicas y coherentes, sin renunciar en ninguno a un rendimient­o excelente.

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 ??  ?? En el interior destaca la gran pantalla de 12,3’’ para el sistema multimedia y los mandos de superficie táctil que rodean la palanca del cambio. Abajo izda.: En el vano motor llama la atención la barra anti aproximaci­ón entre las torretas de suspensión para aumentar la rigidez.
En el interior destaca la gran pantalla de 12,3’’ para el sistema multimedia y los mandos de superficie táctil que rodean la palanca del cambio. Abajo izda.: En el vano motor llama la atención la barra anti aproximaci­ón entre las torretas de suspensión para aumentar la rigidez.

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