SéBASTIEN ERPHELIN
Resucitar una marca histórica, diseñar y fabricar un nuevo deportivo y conseguir que 5.000 clientes lo reserven. ¿Cuáles son los siguientes retos de Alpine? Sébastien Erphelin, máximo responsable de la firma francesa, nos da las claves para triunfar.
El máximo responsable de Alpine nos cuenta cómo afronta el reto que supone resucitar a la mítica firma francesa
ES UNA GRAN ÉPOCA PARA SER SÉBASTIEN ERPHELIN. Estamos sentados en un bonito jardín de un hotel, a unos cuantos kilómetros de la pintoresca playa francesa de Dieppe. Erphelin tiene en su bolsillo la llave del despacho principal que hay en la factoría que tiene Alpine en esta población. Sébastien toma el relevo como director interino sustituyendo a Michael van der Sande, después de que Jaguar/Land Rover le contratara, en junio de 2018, como director de productos especiales. “Hemos tenido un feedback positivo. Nos estamos encontrado con que nuestros clientes están satisfechos, y creo que eso es lo más importante”, comenta. “Atravesamos un gran momento y las cosas están saliendo bien, aunque somos conscientes de que tenemos que ir paso a paso”.
Los números hablan por sí mismos. La producción del nuevo Alpine A110 empezó en diciembre de 2017; ya se han fabricado más de 1.000 unidades, y las 600 pertenecientes a la edición Premiere ya están en manos de sus afortunados propietarios. Las entregas de los acabados Pure y Légende empezarán antes de que finalice 2018, y este año también veremos como la marca Alpine llega a mercados nuevos como Australia y Japón.
Si decides encargar un Alpine A110 en tu concesionario más cercano, la espera asciende a unos 12 meses. Desde luego este es un gran comienzo para el renacimiento de esta marca pero, ¿qué es lo siguiente que tiene que pasar en una firma que está obligada a lograr una reputación fuera de la propia Francia?
“Mi objetivo es ser totalmente coherente con el espíritu de Alpine, que no es otro que el placer de conducir. Por tanto, quiero que cada uno de nuestros coches pongan una sonrisa en la cara de nuestros clientes. Eso es lo principal”, dice Erphelin. “Y no sólo en Francia, ya que está claro que en nuestro país tenemos multitud de seguidores. Quiero tener fans en mercados como el británico, el alemán o el japonés. Quiero que todos digan que nuestro coche es alucinante. Que se lo pasan genial al volante. El A110 es un modelo único porque es muy ligero y te proporciona placer de conducción a cualquier velocidad”.
Erphelin quiere mantener la pureza de la marca. La idea de lanzar productos de Renault Sport con el logo de Alpine la desecha de manera categórica, aunque es consciente de que deben compartir las partes que sean necesarias para que el proyecto Alpine resulte viable. En Dieppe se han fabricado Clio y Mégane con enormes capacidades dinámicas, por lo que parece el sitio correcto para fabricar automóviles deportivos.
Muchas piezas del A110 llegan de otros proveedores a este lugar: las planchas de aluminio las envía un especialista italiano y se remachan aquí, para después añadir los diferentes elementos mecánicos y la pintura. Los trabajadores han recibido una formación específica que suponen 140 horas adicionales, mientras que los estándares de acabado y calidad se elevan... ya que estamos hablando de un modelo que supera los 60.000 euros. De hecho, se saca un coche al día de la línea de producción y se escanea en 3D para ratificar que se cumplen los requisitos de calidad prescritos.
Todo esto representa una inversión de 36 millones de euros por parte del Grupo Renault, por lo que un libro de pedidos repleto es sólo el principio. De hecho, Erphelin es consciente de la exigencia del reto: “Para Alpine y para todo el Grupo Renault es un gran desafío, ya que no sólo se trata de lanzar un modelo... sino una marca entera, con todo lo que ello conlleva. Queremos estar seguros de que tendremos éxito en todo lo que afrontemos, y parece que vamos por el buen camino, pero sólo el tiempo dirá si lo estamos haciendo bien desde el punto de vista empresarial. Y para conseguirlo, lo primero es plantear un ciclo de vida bien estructurado del A110, con sus correspondientes versiones diferenciadas”.
Existe una evolución lógica para el A110. El coche actualmente ofrece un motor 1.8 turbo de cuatro cilindros con 252 CV, pero una variante potenciada con 300 CV –la misma mecánica que llevará el próximo Mégane R.S. Trophy– está planteada con la intención de hacer frente al Porsche 718 Cayman GTS. No obstante, es comprensible que Erphelin se quiera
centrar en la oferta actual: “No, esta versión más potente no llegará pronto. Confiamos mucho en el posicionamiento actual de nuestro coche. Nos gustaría ser totalmente coherentes con el ADN de la marca, por lo que no hablamos sólo de la potencia del coche, sino también del peso”.
Lo que está sucediendo es que los fans de la marca pueden volver a disfrutar de los éxitos deportivos de la firma los fines de semana, lo que repercute en sentirse orgullosos del vehículo que tienen en su garaje. De hecho, nuestro coche de categoría LMP2 hizo tercero en las 6 horas de Spa en mayo... y ganó en las 24 Horas de Le Mans en junio. También se está desarrollando un programa de GT4, por lo que el ejercicio de construir una buena reputación de marca se está llevando a cabo de manera más que correcta. Pero todo este ‘ruido’ no sería nada si Alpine no ofreciera un buen producto para la calle, según admite Erphelin. “Creo que sacaremos versiones especiales, quizá más potentes o más ligeras”, comenta. “Ahora mismo estamos centrados en el desarrollo y en cumplir con la calidad pertinente, pero nuestro futuro pasa por la diversificación”.
La palabra calidad nos la repite una y otra vez: “Nuestro principal objetivo es ofrecer un producto de calidad. No hay debate en eso. Es nuestra primera, segunda e, incluso, tercera prioridad. Y después, queremos convertirnos en referencia en este aspecto; entonces hablaremos de cantidad. Ahora estamos ensamblando entre 15 y 20 unidades al día. Veremos más adelante si podemos aumentar un poco esta cifra”.
Por tanto, ¿cuál es el objetivo final de Erphelin para Alpine? “¿Mi sueño? Quiero ser capaz de cruzarme con gente que compró su A110, y que me cuenten que les dibuja una sonrisa en la cara cada vez que lo conducen”, nos dice orgulloso. “Estuvimos en el Le Mans Classic y tuvimos la oportunidad de hablar con algunos propietarios de A110, y estaban realmente felices con sus coches. Me encantaría que estos dueños condujeran sus coches los próximos 10 años y que siguieran con esa misma sonrisa”.
“Como puedes imaginar, después de la gran inversión que supone relanzar una marca, tenemos que lograr una alta satisfacción del cliente. Y esto sólo se consigue, de nuevo, con calidad. Primero tenemos que asentarnos en el mercado y ofrecer un producto a la altura de las expectativas. Y después, ya tendremos tiempo de añadir otros capítulos a la fabulosa historia de Alpine como marca”.
NOTA DE LA REDACCIóN
El compromiso de Alpine por hacer las cosas bien es evidente desde que empezaron a desarrollar el A110. Antes de su lanzamiento, nuestra publicación tuvo la oportunidad de probar uno de los primeros prototipos para ayudarles en la puesta a punto, y eso hicimos. Y nuestras anotaciones no fueron demasiado positivas. Pero Alpine tuvo en cuenta nuestras aportaciones, y el coche de producción está a años luz de esas primeras mulas. De hecho, este automóvil es un soplo de aire fresco en un mercado donde el comportamiento se parece mucho entre unos modelos y otros.
En la actualidad, Alpine afronta un reto todavía mayor. Tiene que convertirse en una marca de éxito y seguir cosechando victorias en la competición, pero para conseguirlo necesita ofrecer una gama de modelos más amplia para llegar a una mayor variedad de clientes. Más pronto que tarde nos gustaría ver algún programa de competición que use como base el A110. Más potencia tampoco es algo obligatorio, pero sería muy bienvenida, ya que el chasis ofrece capacidades más que sobradas para ‘soportar’ mayores prestaciones. Un menor peso también estaría genial, con un interior más espartano. ¿Hablamos de un A110 R? Veremos.
“EN NUESTROS COCHES NO SóLO ES IMPORTANTE LA POTENCIA, SINO SOBRE TODO EL PESO DEL CONJUNTO”