CARTA DEL MES

EN CUANTO A LA PREGUNTA REALIZADA EN VUESTRO úLTIMO NúMERO, tengo bien clara mi elección. Mi Ferrari favorito es, sin duda, el mítico F-40 –aunque en lo relativo a belleza, creo que el más bonito es el 288 GTO– y el motivo es bien sencillo. A pesar de que ya empezaba a notar que me gustaban los coches, gracias al F-40 sentí por primera vez lo que era el amor. Dicen que nunca se olvida la primera chica que te gusta, ni el primer beso, pero en mi caso nada de eso me ocurrió con una chica; fue un Ferrari F-40, bueno, más bien un gigantesco póster que vi en una tienda.

Por aquel entonces, tenía 7 años y nada más ver ese póster mi corazón comenzó a latir con una intensidad que sólo he vuelto a sentir el día de mi boda. No sé cuánto tiempo pasé embobado delante de esa fotografía que no quería dejar de mirar, hasta que mi madre me cogió en brazos a la fuerza... Desde ese día quedó demostrado que el mundo del automóvil y yo siempre estaríamos juntos y, después de tanto pedir, acabé teniendo un póster del F-40 en mi habitación, y en esas navidades un F-40 teledirigido.

Y en cuanto a McLaren, pues otro icono de la marca como es el F1. Cuando comenzó su comercialización debía tener unos 13 años ¿Y en qué se fija un chico de esa edad cuando ve un automóvil? Velocidad, velocidad y más velocidad – por aquel entonces era el coche de producción más rápido del mercado–. Además, su original disposición de tres asientos con el volante en el centro me pareció lo más original del mundo, aunque años más tarde descubriera que no era algo nuevo en la industria del motor – existía el Bizarrinni Manta, por ejemplo–. Del McLaren no llegúe a tener póster, ya que desgraciadamente compartía habitación con mi hermano mayor y no quedaba sitio en las paredes, pero sí tuve una buena foto en la carpeta del colegio.