Gestión electrónica
Todos los coches comparten centralita, aunque la programación es propia de cada equipo. El margen de mejora reside en la gestión del acelerador – estos coches no cuentan con control de tracción y deslizan con facilidad de atrás– y la entrada de la regeneración al frenar – hasta 250 kW que hay que administrar para que el eje trasero no
bloquee en curva–.