La electrificación será clave
Dado que el problema de emisiones de los motores modernos se circunscribe a momentos puntuales, una forma de disminuir esas emisiones es reducir – o incluso evitar– el funcionamiento del motor durante esos momentos, utilizando la electrificación. Gracias al empleo de un motor eléctrico de apoyo, es posible calentar el propulsor térmico de forma progresiva y eficaz y reducir el efecto de los transitorios – los momentos en los que se acelera mucho para conseguir buenas prestaciones– y de la aceleración a plena carga con el catalizador frío. La idea es utilizar el motor eléctrico para suavizar la curva de funcionamiento del propulsor térmico y que el caudal de contaminantes que se genere cuadre con la masa que puede tratar el catalizador a la temperatura a la que se encuentra.