LEXUS RC 300h
Cinco años después de su lanzamiento, el coupé híbrido de Lexus se somete a una ligera actualización para no perder terreno en su particular batalla contra el trío alemán.
SI PIENSAS en un coupé de tamaño medio y enfoque premium, rápidamente vendrán a tu cabeza tres modelos: el Audi A5 Coupé, el BMW Serie 4 y el Mercedes-Benz Clase C Coupé. Los fabricantes alemanes llevan décadas acaparando el protagonismo de este segmento, pero en 2014 se incorporó a la categoría un modelo que habla un idioma completamente diferente, el Lexus RC 300h.
Además de japonés, este coupé derivado del Lexus IS es el único híbrido de su categoría; gracias a ello, luce la etiqueta ECO de la DGT en el parabrisas y consigue desmarcarse de sus competidores teutones. Pero el RC 300h cuenta con más argumentos para diferenciarse de sus rivales, como un atrevido diseño exterior, un original interior y un completo equipamiento.
Con todo, después de cinco años a la venta era necesario que el modelo nipón se sometiera a una actualización para afrontar el final de su vida comercial. De esta forma, el RC 300h renueva su diseño para parecerse un poco más al Lexus LC, el punta de lanza de la gama coupé de la marca. Sus formas también recuerdan, en menor medida, al legendario LFA, aunque, a diferencia del deportivo con motor V10 atmosférico, el RC 300h consigue un mejor equilibrio entre deportividad y elegancia. Lo cierto es que, en este sentido, Lexus tenía poco que pulir, pero sus diseñadores han conseguido modernizar su aspecto a través de unos faros frontales led más afilados, un paragolpes delantero más agresivo y una zaga que estrena grupos ópticos oscurecidos, así como tomas de ventilación de mayor tamaño para canalizar mejor el aire. Además, incorpora nuevas llantas de 18” y 19”.
Estos cambios apenas influyen en sus proporciones, por lo que mide 4,70 m de largo –5 mm más–, 1,84 m de ancho y 1,39 m de alto, mientras que su batalla se mantiene en los 2,73 m. Es por ello por lo que, dentro, hay que hablar de la misma habitabilidad, es decir, cuatro asientos y la amplitud justa para dos adultos en la parte trasera; el maletero, por su parte, sigue ofreciendo un volumen de 340 litros –el BMW Serie 4 Coupé tiene 445 litros–.
En materia de diseño interior tampoco hay grandes sorpresas, sólo cambian algunas molduras, el reloj analógico del salpicadero y la pantalla táctil central, que todavía tiene 7” en los acabados Business y Executive, pero crece hasta las 10,3” en las versiones F Sport y Luxury. Junto al nuevo display, Lexus ha introducido el control táctil remoto – touchpad–, los servicios en línea para obtener información sobre el tráfico en tiempo real y la conectividad a través de Apple CarPlay y Android Auto.
Los materiales y sus ajustes siguen a la altura de lo que se espera en un modelo premium, si bien algunos botones acusan cierta veteranía –los de la radio y el climatizador– y podrían haberse renovado aprovechando la actualización.
El resto de modificaciones no se ven a simple vista, pero son las que más nos interesan en , aunque no hay cambios en la unidad motriz híbrida, que
sigue combinando un motor de gasolina 2.5 VVT-i de cuatro cilindros que desarrolla 181 CV y un par de 221 Nm, con un propulsor eléctrico síncrono de imanes permamentes que rinde 105 kW –143 CV–. Como en el modelo anterior, una transmisión variable continua con seis marchas simuladas se encarga de mandar los 223 CV del conjunto híbrido a las ruedas traseras, y lo hace de una forma completamente lineal y progresiva, por lo que la sensación de empuje es inferior a la que podemos encontrar en otros modelos de potencia similar. De hecho, sus prestaciones son discretas para un coche de 223 CV: pasa de 0 a 100 km/h en 8,6 segundos y alcanza una velocidad máxima de 190 km/h.
Con estos números, es evidente que no estamos ante el coupé de dos puertas y cuatro plazas más rápido del mercado, pero también es cierto que el RC 300h no busca ser un deportivo, sino un gran turismo que, más allá de su sugerente diseño, sirve para viajar con un confort de marcha superior al que ofrecen sus rivales, casi en un silencio absoluto. Salvo en aceleraciones muy fuertes que obligan a elevar el régimen de giro debido a la naturaleza de la transmisión, lo único que se escucha en el interior es el equipo de sonido envolvente Mark Levinson con 17 altavoces.
Tampoco hay que olvidar que la eficiencia es uno de sus principales reclamos, y en este apartado también es mejor que la competencia, ya que, en términos de consumo –homologa una media de 4,7 L/100 km en el ciclo WLTP– sólo es equiparable a las versiones diésel de sus rivales, como el Audi A5 40 TDI, que gasta 4,5 L/100 km.
Lo que sí cambia es su puesta a punto. Lexus ha optado por montar amortiguadores más firmes y unos cojinetes más rígidos para contener mejor el comportamiento dinámico del RC. Además de la nueva suspensión, se ha reajustado la dirección para reducir el nivel de asistencia y proporcionar más información al conductor de lo que sucede entre los neumáticos y el asfalto. En marcha, estos cambios se notan, ya que el RC es más ágil que antes y responde con mayor precisión a los cambios de dirección, mientras que el punto extra de firmeza de la suspensión es sinónimo de menos balanceos de la carrocería y, a ritmos más altos, también se reduce el subviraje –tendencia del eje delantero a alargar la trayectoria–. Sin embargo, seguimos ante un coche más cómodo que rápido y, lejos de destacar por su tacto deportivo, la suspensión sigue sobresaliendo por su capacidad para absorber baches y filtrar prácticamente cualquier irregularidad del terreno.
Si lo que buscas es ruido, dureza y diversión al volante, debes saber que la gama RC no sólo está formada por el protagonista de estas páginas. Por encima del RC 300h, está disponible el RC F que, con su motor V8 atmosférico de 5.0 litros y 477 CV, es capaz de sonrojar a las versiones más rápidas de sus rivales –Mercedes-AMG C 63 Coupé, Audi RS 5 Coupé y BMW M4–; en este caso, lo que pasa a un segundo plano es el confort y la eficiencia. Tú eliges.