CARTA LUIKE
En colaboración con la “Francisco de Vitoria”, “Motor & Sport Institute” adiestra hoy a 600 estudiantes de ingeniería en la construcción de coches y en la preparación de máquinas y pilotos de competición.
Acabo de disfrutar de un paseo por aulas luminosas, talleres de producción mecánica original, construcción de carrocerías de carbono y puesta a punto de bólidos de alta competición, sofisticados espacios de preparación física y entrenamiento en simuladores y hasta un museo de coches de carreras con piezas de ensueño. Un lugar acogedor donde hoy en día cursan sus estudios de ingeniería 600 alumnos, aún con posibilidades de duplicar esta cifra, en sus 2.650 metros cuadrados de instalaciones. El paseo finalizó en unos excelentes comedores casi con estrellas Michelin. Ahí estaba, al menos, su mascota Bibendum.
Se trata del Motor & Sport Institute de Teo Martín, en Alcorcón, muy cerca de Madrid, centro de experimentación y formación creado en colaboración con la Universidad “Francisco de Vitoria”.
Este milagro universitario es digno de ser visitado y admirado. Nosotros hemos cumplido muy a gusto esta obligación ineludible –la visita la realicé junto a mis hijos Carlos y Juan– y, por supuesto, nuestro guía fue el propio Teo Martín.
Nuestra empresa editorial, desde su primera fase a mediados del pasado siglo, siempre estuvo atenta a los genios nacientes en todos los aspectos del Motor. Uno de ellos fue precisamente nuestro admirado amigo Teo Martín, quien no tardó en destacar en el negocio de los vehículos inutilizados, ya para resucitarlos o para darle buen fin a sus piezas. Gracias a ello pudo financiar su afición deportiva con buenos resultados.
Su palmarés subraya, sobre todo, su calidad como promotor de buenos pilotos, encabezado por el Campeonato Mundial GT Open 2015 con el espectacular McLaren expuesto en su Universidad.
De verdad creo ofrecer un buen consejo al recomendar la visita a este centro de estudios con tanto interés tecnológico y deportivo. A través de Internet no es difícil obtener una precisa información de este lugar forjador de figuras admirables en la técnica y en el deporte del automóvil.
Desde mi carta editorial no es preciso dar más detalles de la Universidad de Teo, porque es un tesoro de ideas y realidades. Pero sí insisto en dejar patente mi admiración y mi aplauso sincero y sentido.