JOSÉ MANUEL DE LOS MILAGROS
Flamante campeón absoluto del campeonato de los Continentes 24 H Series, Jo sé de los Milagros nos cuenta cómo ha sido su trayectoria desde que, con 13 años, convenciera a su padre para dejar de tocar el piano y montar se en un kart.
Te contamos la historia de un niño que quería cumplir su sueño de ser piloto de carreras. Lo consiguió a base de trabajo, perseverancia y talento.
El automovilismo es un deporte muy caprichoso. Y lo es por una sencilla razón: los pilotos famosos siempre son buenos pilotos, pero los buenos pilotos no siempre son famosos. España ha visto nacer a grandes talentos del automovilismo, pero sólo una minúscula parte de ellos se han convertido en celebridades, y sólo un exiguo reducto pueden vivir de su pasión. José manuel de los milagros es el ejemplo perfecto de piloto de talento descomunal que no verás en los telediarios, pero que probablemente sería rápido hasta con un Fórmula 1 de haber tenido la oportunidad.
Recientemente ha ganado el campeonato de los Continentes 24H series con un BmW m4 Gt4. se trata de un certamen internacional de gran prestigio, pero a su naturaleza humilde le gusta rememorar sus inicios en la pista de karts de soto del Real, al norte de madrid. “Nací en 1984 en madrid, como no podía ser de otra forma en el Hospital la milagrosa”, cuenta entre risas. “mis primeros recuerdos ya son sobre coches. Con 2 años me divertía haciendo maniobras con mi coche eléctrico Feber, y muy poco después ya comenzaba a fijarme en cómo mi padre conducía su Renault 5. sólo veía coches, coches y más coches, y eso que en mi familia nunca ha existido una afición especial por ellos”, explica.
“Con sólo 4 años, mi padre ya me dejaba manejar el volante sentado sobre sus rodillas, y él siempre me recuerda que, con apenas 6 años, le pedí que me dejara conducir de verdad. la anécdota no sería nada del otro mundo si la realidad no fuese que logré conducir perfectamente en un descampado, manejando las marchas, los pedales... aunque de puntillas”, recuerda José manuel. “En mi pueblo había una pista de karts. siempre que pasábamos por allí le decía a mi padre que lo que yo quería era conducir en ese circuito. sin embargo, mis padres querían que tocase el piano, y eso es lo que hice hasta los 13 años”, relata.
Fue justo a esa edad cuando, oficialmente, quedó inaugurada la carrera automovilística de José manuel de los milagros. “Convencí a mi padre para vender el piano y emplear ese dinero en comprar un kart. se trataba de un Delfín-Yamaha de 100 cc con el que se participaba en un campeonato social en la pista de soto del Real, así que desde el principio ya me medí en igualdad de condiciones con otros pilotos. Fue una etapa crucial en mi carrera y la recuerdo con mucho cariño”, narra.
Pero a de los milagros no se lo dieron todo hecho, sino que se lo tuvo que trabajar él mismo. su padre le compró el kart, pero le advirtió de que, a partir de ese momento, tendría que ser él el que se buscase la vida para ponerlo en la pista. José manuel no proviene de una familia millonaria como es el caso de muchos de los pilotos que llegan a la élite, y teniendo en cuenta que con 13 años no podía trabajar, encontró la solución adecuada para él: “salía del colegio y me iba a la pista de karts a echar una mano. También en los fines de semana. Ellos me premiaban con poder disfrutar de la pista y con algo de material. De esta forma logré costearme mi participación en el campeonato. incluso a veces reutilizaba los neumáticos usados que otros pilotos tiraban, pues para mí aún servían”, nos cuenta.
“Tenía muchísimas ganas de competir. Iba a rodar siempre que llovía, cuando la mayoría del resto de pilotos no acudían en esos días, probablemente porque la pista, de asfalto muy desgastado, era muy resbaladiza cuando se mojaba”. Y pronto su talento se alió con su perseverancia: “Gané la primera carrera que disputé. Poco después, también obtuve el triunfo en la primera que corrí sobre agua... doblando a todos los pilotos menos al segundo”, recuerda.
De los Milagros estuvo compitiendo en karting hasta los 16 años, llegando a ser subcampeón de la Comunidad de Madrid. A esa edad ya trabajaba esporádicamente para costear su pasión, pero no reunía lo suficiente. “Mi sueldo no me permitía competir, así que el poco dinero que ganaba lo empleaba en formarme en cursos de conducción”.
“A los 18 años me saqué el carnet de conducir y conocí a la que hoy es madre de mis hijos. Fue ella quien me animó a retomar mi carrera y a cumplir mi sueño de ser piloto. Yo ya tenía un trabajo más estable y mayores ingresos, pero los gastos de ser piloto conllevarían sacrificar muchas cosas normales en la juventud, como vacaciones, fiestas...”, cuenta. “Tuve la inmensa suerte de que uno de mis vecinos, Alberto, me regalara un Opel Kadett GSI 16v de 1989. Con la ayuda de mi novia y de algunos talleres de mi pueblo, le hice las modificaciones necesarias para comenzar desde la base del automovilismo madrileño: el campeonato de slalom. Participé en algunas pruebas en 2004 y fui campeón en 2005”, relata.
El año 2006 fue en el que debutó en carreras de turismos. Hyundai anunció la puesta en marcha de un certamen monomarca: la Copa Hyundai Getz. “Había premios económicos para los mejores y los costes de participación eran razonables. Me presenté en varios bancos para pedir un préstamo con el que comprar el coche y costear los gastos, pero todos me lo denegaron. Mi salvador fue mi buen amigo Roberto, que me prestó un dinero que le reembolsé en cuanto pude. Mi pasión era y es competir, por lo que casi todo mi sueldo lo destinaba a las carreras”, nos cuenta. “Fundamos el equipo Miracle Racing junto a mi amigo Borja y participamos dos temporadas en la Copa Hyundai Getz, logrando quedar sexto en el primer año y subcampeón en el segundo”.
En los siguientes años continuó compitiendo con turismos en certámenes de mayor nivel, como la Mini Challenge o la Copa Clio (con este coche también ganaría su primer Campeonato RACE de Turismos). Acumuló varias victorias y, en 2010, logró algo increíble: ganar los dos campeonatos a la vez. Eso le elevó a un estatus superior y le abrió las puertas de mayores retos, como el Campeonato de España de GT o formar equipo en carreras de resistencia con el campeón de Moto GP Jorge Lorenzo, con quien, entre otros éxitos, “ganaríamos las 24 Horas de Montmeló de 2011 a los mandos de un Seat León oficial, siendo esta mi primera victoria internacional”. Además, ese mismo año volvería a ganar la Copa Clio, “siendo el primer piloto en ganar un campeonato Renault en España dos veces consecutivas”, relata.
También probaría suerte en las carreras de clásicos, como en el campeonato Iberian Gentleman Driver, en el cual participó con un Porsche 911 Carrera RS. Eso sin descuidar los turismos modernos, tomando partida en carreras esporádicas en los campeonatos nacionales de GT y de resistencia y ganando trofeos como la Challenge Hyundai Coupé o el campeonato de España de GT, con un impresionante Dodge Viper GT3.
A nivel mundial, en 2014 participó en dos pruebas de las Nascar Series Europeas con un Ford Mustang, ganó las 32 Horas de Portimao con un Dodge Viper y con un Ferrari F430, obtuvo la victoria en las 24 Horas de Montmeló de 2016 con un Porsche 911, pilotó un Corvette C1 de 1962 en Laguna Seca y un Jaguar XK140 de 1955 en Silverstone... Pero
quizá fuese 2016 el año de su desembarco definitivo en Europa con sus primeras incursiones en las 24 H Series. “Ese año ganamos las 24 Horas de Eslovaquia con un BMW M235i del equipo belga Speedlover, y un año después seríamos segundos en las 24 Horas de Dubái con otro M235i de la escudería alemana semi-oficial Sorg Rennsport”, nos cuenta.
En 2019, ganó el Campeonato RACE de Turismos con un Subaru WRX STI de Promotion Motorsport y con el foco puesto en retornar a las 24H Series. Lo logró en 2020, de nuevo con Sorg Rennsport y, en esta ocasión, a los mandos de un BMW M4 GT4. Después de una impecable temporada, él y su equipo se alzaron con el título tanto absoluto como en la categoría GT4. Pero ese no fue el único éxito de 2020 para él, pues también obtuvo dos victorias en el Campeonato de España de GT con un Ferrari 488 Challenge Evo. De los Milagros y su compañero, Sergio Paulet, se han propuesto un ambicioso reto: “Llegar juntos a las 24 Horas de Le Mans”, adelanta.
Los planes de José Manuel de los Milagros para 2021 ya están definidos: Participar en el Campeonato de España de GT con Sergio Paulet y el Ferrari 488 Challenge EVO, y debutar en la nueva Copa Cooper con el joven Jorge Rodríguez como compañero. Pero sus ambiciones no se frenan ahí: el sueño por el que José Manuel de los Milagros va a pelear es intentar volver a participar en las 24H Series con el objetivo de acumular experiencia para un reto aún mayor: “a medio plazo, la idea es llegar al Mundial de Resistencia y, más en concreto, a las 24 Horas de Le Mans”, cuenta. ¿Puede ser una meta inalcanzable? Seguramente no tanto para una persona que, literalmente, ha dedicado gran parte de su vida y recursos a cumplir su sueño de la infancia: ser piloto de carreras. Este es el ‘continuará’ de una historia admirable...
“A medio plazo, mi sueño es poder participar alguna vez en las 24 Horas de Le Mans”