TECNO: ASÍ SERA LA ELECTRIFICACIÓN DEL GRUPO STELLANTIS
Stellantis pretende que, en 2030, la mayoría de sus ventas correspondan a modelos 100 % eléctricos. Y ya tienen un plan con el quieren lograrlo, pero… ¿saldrá bien?
POR SI ACABAS DE SALIR DEL COMA, Stellantis es el resultado de la colisión de dos estrellas llamadas Fiat y PSA. Antes de chocar, Fiat había engullido a Chrysler, mientras que PSA se había tragado a Opel. El resultado es una estrella masiva, compuesta de 16 marcas, que cuenta con 300.000 empleados y opera en 160 países.
Como buena estrella, Stellantis se encuentra en lo que se denomina secuencia principal, quemando hidrógeno a toda pastilla mientras se decide su futuro. Gobernar un cuerpo estelar tan grande y heterogéneo (con marcas alemanas, italianas, francesas y americanas) debe de ser complicado. Y hacerlo en ciernes del mayor cambio en la historia de la automoción (la transición a una gama compuesta por modelos 100 % eléctricos), no debe simplificar las cosas.
Para salir con éxito del trance, Stellantis ha diseñado un ambicioso plan (esto es un eufemismo, ya que piensan invertir nada menos que 30.000 millones de euros en él) de electrificación, con el objetivo de que, en 2030, el 70 % de las ventas europeas y el 40 % de las americanas sean vehículos 100 % eléctricos. Es un plan arriesgado, ya que necesitan ser capaces de fabricar coches con una diversidad brutal de apariencias, dimensiones, precios y tactos de conducción procurando, además, que sus propios productos no se canibalicen entre sí, y siempre resultando más rentables que la competencia. En este caso concreto, tanto los ahorros que esperan obtener en costes de baterías como las cifras de penetración en los EE.UU. suenan demasiado bien como para ser posibles.