Los rivales
■ Actualmente, la gran mayoría de los dispositivos de infoentretenimiento del mercado ejecutan QNX, un sistema operativo en tiempo real y basado en microkernels que, desde 2010, es propiedad de Blackberry. Ofrece un funcionamiento sin retrasos (lo que los ingleses llaman ‘ responsive’) y es terriblemente estable y seguro. La arquitectura microkernel significa que cada proceso se ejecuta de manera aislada, con un nivel muy bajo de privilegios, y un fallo no afecta al resto de procesos. De esta manera, es imposible que todo el sistema se quede colgado, porque literalmente no existe ese concepto de ‘todo el sistema’. La alternativa a QNX es Automotive Grade Linux, que es una variante de Linux especialmente simplificada y puesta a punto para funcionar en chips multimedia o como dispositivo embebido. Linux es un sistema operativo de kernel monolítico, en el que todo se ejecuta en un mismo espacio. Es mejor de cara a compartir información, pero también es menos estable. Tesla, por ejemplo, utiliza Linux en diferentes partes del coche, y especialmente para el IVI… y ha sido víctima, en el pasado, de numerosos pantallazos en sus coches. Otro fabricante de renombre, Microsoft, ha intentado acometer el desafío de proporcionar un buen sistema operativo para coches, diseñando una versión específica de su Windows CE para sistemas embebidos… pero sin lograr resultados satisfactorios en términos de agilidad y estabilidad. En definitiva, diseñar un sistema operativo para automóvil con los niveles de estética, rapidez, seguridad y versatilidad que requieren los coches modernos… no resulta nada sencillo.