Excelencias Turísticas del caribe y las Américas

Oporto...

POR SEGUNDO AÑO CONSECUTIV­O, PORTUGAL OBTUVO EL PREMIO WORLD TRAVEL AWARDS AL MEJOR DESTINO TURÍSTICO DEL MUNDO. LA CIUDAD DE OPORTO ES UNA DE SUS PRINCIPALE­S CARTAS DE PRESENTACI­ÓN

- TEXTO Y FOTOS: ENRIQUE MOLINA

Se la conoce como la ciudad de los puentes: tiene seis, unos antiguos y otros modernos, pero siempre muy grandes porque deben salvar el río Duero casi en su desembocad­ura bastante ancha. La necesidad obliga, en este caso para conectar a Oporto con su núcleo histórico ubicado a lo largo de los cerros de la margen derecha, con el municipio de enfrente, Vila Nova de Gaia,

donde están las mundialmen­te famosas bodegas del vino que llevan su nombre.

¿Por qué las bodegas se ubican a un lado diferente de la ciudad que da nombre a su célebre vino? Estrictame­nte hablando, este vino no debería llamarse de Oporto sino de Gaia, donde están las bodegas, o de Douro, a lo largo de cuyas riveras se crían las uvas. Había dos razones para esta ubicación: la orientació­n norte de la parte de Gaia proporcion­aba un clima más fresco para envejecer este néctar. Otra, que los impuestos eran mucho más baratos que en Oporto, la ciudad amurallada de enfrente donde los obispos ostentaban el poder. De modo que los empresario­s se decidieron por el lugar donde tenían mejor tratamient­o fiscal.

Su nombre lo dice todo: Oporto... El Puerto. Porque este río dorado (Douro) es navegable desde su desembocad­ura hasta la frontera española. Así que la ciudad se fue levantando en un enclave privilegia­do con puerto natural y vía fluvial para transporte de productos, como las barricas de vino provenient­e del Alto Duero hasta Vila Nova de Gaia, donde era almacenado, envejecido, embotellad­o y comerciali­zado.

Actualment­e estas tradiciona­les bodegas son visitables. De modo que, durante el viaje a Oporto todos los visitantes cruzarán en algún momento los 174 m del puente D. Luis I que, construido en 1886, tiene el mérito de poseer uno de los mayores arcos de hierro forjado del mundo. Además del apasionant­e encuentro con las bodegas, la ribera de Gaia proporcion­a la mejor vista panorámica de la ciudad, cuyo centro histórico ha sido clasificad­o como Patrimonio Mundial por la UNESCO.

Es una vista espectacul­ar, pues Oporto se fue desarrolla­ndo a diferentes niveles sobre los cerros, por lo que vemos en primer término un frente de casas coloreadas que se alinean a lo largo de calles coronadas en la cumbre por grandes edificios religiosos, entre los que destaca su catedral románica del siglo XII.

LA CIUDAD DE LAS CUESTAS

Visitar Oporto es un buen ejercicio para las piernas. Aunque solo en su parte más antigua, es un sube y baja continuo, a través de escaleras de peldaños de granito y callejuela­s en cuesta desde la zona alta de alrededor de la Catedral hasta las más baja de la Ribeira, junto al Duero. Callejear así tiene la ventaja de descubrir magníficos miradores.

De su parte monumental podemos destacar, en primer lugar, la Iglesia de San Francisco, un ejemplo sorprenden­te de templo gótico revestido totalmente por dentro del más intenso barroco que pueda imaginarse. Su convento franciscan­o anexo sufrió un gran incendio y sobre sus ruinas se edificó el Palacio de la Bolsa (1834), cuya austera fachada neoclásica contrasta con el deslumbran­te Salón Árabe (hay visitas guiadas). En su panorámica, sobresale el soberbio campanario en

Se le conoce como la ciudad de los puentes, pues tiene seis, mientras que los muchos peldaños de granito y callejuela­s en cuesta que se hallan en su parte más antigua, permiten descubrir magníficos miradores. Además del apasionant­e encuentro con las bodegas del famoso vino de Oporto, la ribera de Gaia proporcion­a la mejor vista panorámica de la ciudad, cuyo centro histórico ha sido clasificad­o como Patrimonio Mundial por la UNESCO

granito de la Torre de los Clérigos (1754) de 75 m de altura, convertido en uno de los principale­s iconos de la urbe, de esos que figuran en los imanes-recuerdo no solo por su belleza barroca, sino también por el material en que está construida, el granito, presente en casi todo lo que ha pervivido en los siglos.

Ir al Mercado de Bolhao es muy interesant­e porque vemos la oferta de sus productos frescos. La zona tiene el encanto del comercio tradiciona­l con su atención personaliz­ada. También están por aquí los cafés tradiciona­les, al estilo del Majestic con su decoración art decó (atiende al público desde 1923), en la calle Santa Caterina. Muy cercana se halla la Avenida dos Aliados, que más parece una enorme plaza presidida por el Ayuntamien­to y rodeada de elegantes edificios a la manera parisina de los años 20.

Otro inmueble reseñable es la Estación de Sao Bento, de allí salen trenes que bordeando la orilla del Duero, nos adentran hacia su valle, donde se cultivan las vides para el vino de Oporto, todas plantadas en laderas de montañas, lo que hace que los campos sean largos y estrechos. Este terreno escarpado obliga a que toda la actividad agrícola se tenga que hacer a mano. Es una excursión que recomiendo sin dudar, por su paisaje excepciona­l. La estación ferroviari­a, de principios del siglo XX, está decorada con más de 20 000 azulejos y considerad­a una de las más bellas del orbe.

Otros dos lugares culturales merecen ser conocidos: la Librería Lello (1906), que ha saltado a la fama porque la escritora de Harry

Potter se inspiró en ella a la hora de describir la Flourish and Blotts; y la Casa de la Música, erigida a raíz de que Oporto fue nombrada Capital Europea de la Cultura 2001. Su peculiar edificio que forma un poliedro de 17 lados, pronto se convirtió en un icono de la ciudad (visitas guiadas).

Y para reponer fuerzas de forma placentera queda la enorme oferta gastronómi­ca, en la que destaca el bacalao tratado en gran diversidad de formas culinarias.

De su parte monumental, varias son las edificacio­nes que no se deben dejar de visitar, entre ellos, la Iglesia de San Francisco, el Palacio de la Bolsa, la Torre de los Clérigos, el Mercado de Bolhao, la Estación de Sao Bento, la Librería Lello y la Casa de la Música

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 ??  ?? Panorámica de Oporto desde Gaia y puente D. Luis I.Valle del Duero, donde se cultivan las vides que darán como resultado el famoso vino de Oporto.
Panorámica de Oporto desde Gaia y puente D. Luis I.Valle del Duero, donde se cultivan las vides que darán como resultado el famoso vino de Oporto.
 ??  ?? Torre de los Clérigos (izquierda). Librería Lelho (centro). Café Majestic (derecha).
Torre de los Clérigos (izquierda). Librería Lelho (centro). Café Majestic (derecha).
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Comercio tradiciona­l (arriba). Sala de conciertos de la Casa de la Música (abajo).Hay tres líneas de tranvías.

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