Excelencias Turísticas del caribe y las Américas
Ciudades de película
EN LOS ÚLTIMOS AÑOS SE HA PUESTO EN BOGA EL TURISMO CINEMATOGRÁFICO: TURISTAS QUE VIAJAN A ESOS ESCENARIOS URBANOS QUE TANTAS CÁMARAS ATRAEN Y SE HAN CONVERTIDO TAMBIÉN EN PROTAGONISTAS DE NUMEROSOS FILMES
¿Qué pueden tener en común, además de sus espléndidas bellezas, ciudades como Nueva York y Los Ángeles (Estados Unidos), Vancouver y Toronto (Canadá), Barcelona (España), Sídney (Australia), Estocolmo (Suecia) y Buenos Aires (Argentina), con París (Francia), Varsovia (Polonia) y las británicas Manchester, Glasgow, Liverpool, Oxford y Londres? Con los años, estas 15 urbes cosmopolitas se han ido convirtiendo, según la Internet Movie Database (IMDb) –conocida base de datos en línea que almacena información relacionada con el séptimo arte– en los platós más buscados, a nivel mundial, por los cineastas para filmar sus proyectos.
Justo por esa misma razón, para mirar con sus propios ojos estos escenarios urbanos que tantas cámaras atraen lo mismo para contar una historia «de película», que para desarrollar un argumento en las exitosas series televisivas, son cada vez más y más visitados por turistas, devenidos auténticos amantes del séptimo arte, quienes también persiguen esos lugares donde se desenvuelven las tramas creadas por imaginativos guionistas.
Es así como se ha puesto en boga el llamado turismo cinematográfico o fílmico (por ser inducido por el cine), el cual clasifica, por supuesto, dentro de la tipología del turismo cultural, solo que en este caso los viajeros organizan sus periplos tomando en consideración, además, las urbes donde se localizan, por ejemplo, los más importantes estudios cinematográficos, con el sueño de poder intercambiar con actores, directores, productores, fotógrafos...
Este turista permanece atento a los calendarios de los diferentes festivales de cine que se realizan, para de ese modo determinar cuándo y hacia dónde tomarán un avión.
Según diversas investigaciones, el perfil del consumidor de esta tipología emergente (la prefieren lo mismo hombres y mujeres) tiene una edad entre los 25 y 44 años, posee un elevado nivel de estudios, mientras su capacidad adquisitiva va de los 1 500 € a 3 000 €.
Es una caracterización que deben tener en mente quienes se responsabilizan con crear y comercializar un paquete turístico cinematográfico, la cual se completa con datos como: se mueven en pareja, con amigos o en familia; por un tiempo entre 10 a 15 días (aunque no es extraño que hagan varios desplazamientos cortos a lo largo del año) y se informan sobre todo a través de Internet.
De igual modo, a la hora de idear las actividades y planificar los posibles emplazamientos dentro de los territorios, se debe conocer que este cine-seriéfilo suele sentir atracción por productos vacacionales relacionados con sol y playa, la cultura y el patrimonio, los espacios urbanos y rurales, entre otros. Así lo han tomado en consideración, y les ha funcionado, destinos pioneros en turismo cinematográfico tales como Reino Unido, Nueva York, California, Nueva Zelanda, París, u otras urbes que se han sumado a esta rentable experiencia como Andalucía, Barcelona, Bruselas y Japón.
Las investigaciones confirman que estos nuevos nichos de mercados emergentes dentro del turismo cultural han sido los que mayor crecimiento han evidenciado en los últimos tiempos.