Tesoros bajo las olas

ARTE BAJO LAS OLAS: UNA INMERSIÓN EN LA HISTORIA CONSTITUYE UNA EXPOSICIÓN COLECTIVA DE AMPLIO ESPECTRO QUE REÚNE DIVERSAS MANIFESTACIONES

El documental Una inmersión en la Historia forma parte de un proyecto mucho más abarcador que llevó por título Arte bajo las olas: Una inmersión en la Historia, así explica a Excelencias el doctor Jesús Vicente González Díaz, máximo responsable de esa iniciativa y Director del Centro Regional de Gestión y Manejo del Patrimonio Natural y Cultural Subacuático de Santiago de Cuba.

Se trató de una exposición colectiva de amplio espectro, exhibida en la sede de la UNESCO en París, en la cual se imbricaron, además de la mencionada propuesta audiovisual, otras manifestaciones artísticas como la pintura convencional, pintura subacuática, fotografía, cerámica y escultura, todas enfocadas a recrear, desde diversas perspectivas, lenguajes, visualidades y estéticas escenas relacionadas con el patrimonio sumergido.

Las pinturas tradicionales, a cargo de Reynaldo Villamil, recrean los escenarios de los hechos históricos acontecidos en el mar. Las subacuáticas fueron realizadas por Alfonso Cruz y González en las profundidades, justo en esos mismos sitios donde se produjeron las batallas. Noel López se encargó de retratar los sitios arqueológicos.

Xiomara Gutiérrez fue la protagonista, junto a Jesús Vicente, de una exposición volumétrica denominada Blue Hands, consistente en la realización en cerámica de unas manos expresivas, con relieves de organismos marinos, salidas del fondo del mar que sostienen exponentes verdaderos del patrimonio subacuático y aparecen escoltadas por diez ánforas. La música compuesta por el maestro Frank Fernández completó esta llamativa propuesta.

Arte bajo las olas: Una inmersión en la Historia inició su periplo por el mundo en la Sexta Asamblea de Estados Partes de la Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural subacuático, en la sede de la UNESCO en París, en 2001, coincidiendo con las celebraciones por el aniversario 70 del ingreso de Cuba en ese organismo internacional. Portaba un mensaje sobre la importancia de la conservación y protección del patrimonio natural y cultural subacuático.

La muestra, que resalta el valor y fuerza del arte para comunicar, trascendiendo idiomas y con alcance mundial, le valió a la Isla un reconocimiento de la UNESCO por el empeño y la encomiable labor desarrollada en pos de sensibilizar a las personas y preservar para las generaciones actuales y futuras los valiosos tesoros que descansan bajo las olas.