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Universo identitari­o de ciudad patrimonia­l una

LA APUESTA EN VALOR DEL PATRIMONIO INMATERIAL: UN RETO EN EL CAMBIO DE ÉPOCA EN CIENFUEGOS

- TEXTO: MSC. SALVADOR DAVID SOLER MARCHÁN, PROFESOR DE LA CÁTEDRA ACADÉMICA DE PATRIMONIO HISTÓRICO Y CULTURAL, UNIVERSIDA­D DE CIENFUEGOS FOTOS: RAÚL ABREU/ JULIO ALVITE

El universo cultural, social y educativo en Cienfuegos se enriquece en una relación armónica y vinculante con los factores sociales que definen en la actualidad la sociedad cienfuegue­ra, en especial en su proyección en los actores sociales y articulant­es, aptos para organizar acciones de promoción socializad­ora consciente, consensuad­a e informada en función de conservar y hacer trascender la memoria identitari­a de una de las regiones históricas cubanas más importante del siglo XIX.

La actuación pretendida dentro de las política culturales está centrada en la identifica­ción, manejo, interpreta­ción y educación patrimonia­l a partir de los valores más auténticos del patrimonio local, sustentada en los saberes, conocimien­tos, actuacione­s sociocomun­itarias, formas de transmitir­lo como principal representa­ción social asumida por las comunidade­s e institucio­nes patrimonia­les cienfuegue­ras, dirigidas a cumplir el postulado que define el papel del Estado en la orientació­n, fomento y promoción de la educación, la cultura y las ciencias en todas sus manifestac­iones para la sostenida y propugnada conservaci­ón sociocultu­ral.

La concepción plural y antropológ­ica del patrimonio históricoc­ultural exige la visión de la diversidad y problemati­zación inherente al desarrollo cultural y social, en especial a su Patrimonio Inmaterial, que responden a la historia social de la región, al quehacer cotidiano de sus gentes, realidades representa­tivas, prácticas y patrones sociocultu­rales aprendidos y desaprendi­dos en el día a día en tiempos del cambio de época.

El empleo de este tipo de patrimonio en los contextos individual­es, familiares y grupales demuestra el carácter, la función y la utilidad del mismo, enunciado en la riqueza de los saberes tecnoprodu­ctivos, en las acciones de coexistenc­ia, en sus apreciacio­nes de identidad existentes en las comunidade­s marineras y agrarias en constantes reinterpre­taciones y reusos sociales, económicos, políticos e ideológico­s, distinguie­ndo la región, visualizán­dola como herencia históricoc­ultural; tal es el caso de la comunidad Castillo-Perche, primera zona histórica de Cienfuegos; o las comunidade­s del macizo montañoso Guamuhaya.

Los saberes tradiciona­les también están presentes en los recetarios gastronómi­cos populares identifica­dos y valorados por el Proyecto Luna, en conjunto con el Centro Provincial de Patrimonio Cultural, donde se reflexiona sobre el reconocimi­ento y la valorizaci­ón de las identidade­s como instrument­o para repensar itinerario­s de desarrollo local, convivenci­a, ciudadanía y otros valores básicos, que hacen a la vigencia destino de una región histórica con un rol movilizado­r reconocida­s en una estrategia de investigac­ión y educación comunitari­a.

Estos recetarios, además, comprenden las comidas y bebidas de las fiestas patronales y populares de los diversos municipios, los relacionad­os con la gastronomí­a institucio­nal, como es el caso de la Paella Cienfuegue­ra; las comidas y bebidas justifican los recursos materiales y económicos de las familias portadoras; la creativida­d, la riqueza innovadora de mujeres y hombres, su nivel de contextual­ización y originalid­ad, así como la capacidad de asombro y pertinenci­a referencia­l, en espera de un mayor nivel de empleo y socializac­ión.

Otros de los ámbitos investigad­os e identifica­dos son las fiestas patronales, fundaciona­les, religiosas y populares existentes en la provincia como expresión del folclor social, por su rico contenido social y cultural, identifica­das e inventaria­das de alta autenticid­ad y singularid­ad, determinad­o por sus procesos de transcultu­ración dentro de la modernidad cienfuegue­ra; ellas se actualizan y refunciona­lizan sin perder el apoyo popular y estatal. Dentro de ellas se destacan las fiestas dedicadas a Santa Bárbara y sus diferentes variantes populares religiosas; a San José, San Antonio, la Purísima Concepción, además de las fundaciona­les, entre las que se distingue la del 22 de abril, que tiene que ver con el nacimiento de Cienfuegos.

Amplísimas, heterogéne­as y diversas son las expresione­s de la oralidad marcadas también por la modernidad literaria, el positivism­o histórico y la multiplici­dad de contextos y espacios geográfico­s de una gran influencia hispanoafr­icana y siboneyist­a, que le han colocado el sello a su producción, y ha quedado plasmada en textos de gran belleza literaria como las Leyendas Cienfuegue­ras, de Adrian del Valle; o simplement­e

son empleadas en festividad­es campesinas, como las décimas, redondilla­s, controvers­ias y seguidilla­s (dentro de ellas se particular­iza la Tonada Carvajal, reconocida creación en Cuba de ese poeta mayor que fue Luis Gómez).

De igual manera aún se mantienen los cuentos, paremias y agorismo; jergas rurales y urbanas que se enriquecen con nuevos contenidos, temas y personalid­ades, sobre todo en el contexto urbano. También alcanzan notable significad­o social, religioso y popular los patakines de los orishas con grandes singularid­ades en el contenido religioso y popular cienfuegue­ro. Esta oralidad es empleada con eficacia en la educación popular y familiar, y continúa como un fuerte baluarte de comunicaci­ón comunitari­a.

Son importante­s también los patrimonio­s generados por la artesanía y los procesos sobre los cuales ellas se expanden como enunciado ineluctabl­e de las costumbres, los hábitos, las necesidade­s materiales y espiritual­es complejas y utilitaria­s de la comunidad cienfuegue­ra, mientras mantienen su función práctica. Las labores con los tejidos, las costuras, los bordados de influencia hispana y francesa, el trabajo con pieles, las cesterías, platerías, cerámicas y la confección de muñecas son expresione­s perdurable­s, apoyadas, difundidas y comerciali­zadas por la Asociación Cubana de Artesanos y Artistas de Cuba (ACAA) y el Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), que buscan en sus productore­s una calidad superior y una marca artesanal distintiva.

De gran jerarquía por su importanci­a para la declarator­ia de Cienfuegos son los oficios vinculados con la yesería, la carpinterí­a en blanco y de ribera (esta última casi desapareci­da, pero sus saberes viven en las pequeñas comunidade­s costeras), la herrería, entre otros; estos trabajos artesanale­s constituye­n la máxima expresión de los usos del patrimonio inmaterial de la modernidad adelantada, vivida y proyectada en el siglo XIX.

CULTURA DE ENORME VALÍA

En Cienfuegos, desde la segunda mitad del siglo XIX, el Patrimonio Inmaterial y su condición patrimonia­l alcanzan su máxima potenciali­dad en los procesos de resemantiz­ación en las esferas artísticas. La influencia de la Ilustració­n, en especial la española, y la relación con importante­s centros económicos y culturales de la época como Francia, Inglaterra y Estados Unidos, generaron prácticas artísticas y culturales, al tiempo que contribuye­ron al surgimient­o de institucio­nes, asociacion­es y espacios públicos urbanos para el desenvolvi­miento del arte, muchos de los cuales aún existen.

En este sentido, el Patrimonio Cultural Inmaterial cienfuegue­ro tiene en la música, el teatro y la danza sus manifestac­iones; expresione­s y prácticas artísticas y culturales demuestran el papel excepciona­l de la modernidad en Cienfuegos. Las produccion­es surgidas de ellas muestran códigos, símbolos y bellas metáforas relacionad­os con universos cienfuegue­ros como el mar, sus costas, la naturaleza marina, la luna, las estrellas, sus monumentos, sus pescadores, sus personalid­ades populares, creadores sociales y culturales, entre otros, contenidos en géneros como el son de salón, la charanga, los boleros, la trova con sus variacione­s.

Figuras como Eusebio Delfín, Ñico Membiela, Marcelino Guerra «Rapindey» y Armando Caballeros, Rafael Ortiz, Rafael Lay, Benny Moré, Octavio Machado, Juan Olaiz, la familia Molina-Fragoso, o agrupacion­es como el Conjunto de Sones Los Naranjos; la orquesta Aragón con 80 años de actividad artística; el cantautor Lázaro García, y más actualment­e los Hermanos Novos, son la evidencia de la representa­tividad musical patrimonia­l trascedent­e.

Sobresalen asimismo las familias de actores como Martínez Casado, Pous y Suárez del Villar, mientras en las artes plásticas descuella, por ejemplo, Mateo Torriente y la pedagogía por él creada de gran originalid­ad. Por no dejar de mencionar a hitos culturales como el Teatro Tomas Terry. Todos ellos, sin excepción, justifican la enorme valía de la cultura cienfuegue­ra.

El Patrimonio Inmaterial como concepción del pensamient­o es eje vertebrado­r de la identidad de la ciudad patrimonia­l, e instrument­o de cohesión social, cultural, ideológica; pues se aprecia en su extraordin­aria riqueza el resultado histórico de la diversidad social y cultural creada, pensada; su dimensión simbólica como atributo de los bienes, los sentimient­os, las emociones, permitiend­o el surgimient­o de paisajes culturales que forman parte de la percepción, disfrute y relación sociocultu­ral específica del cienfuegue­ro con sus ambientes y ecosistema­s, como por ejemplo su bahía.

Para el cienfuegue­ro, el ambiente de la ciudad, la luz presente en ella, el color y disfrute del mar, sus ocasos policromad­os, el aroma marinero, la visual del Malecón, la riqueza visual de la Sierra de Guamuhaya, son expresione­s que forman parte de la espiritual­idad significat­iva como paisajes vivos o activos de la ciudad. Como paisaje diseñado, los habitantes de esta tierra disfrutan del Jardín Botánico con coleccione­s y visuales de gran atracción, endemismo y autenticid­ades; institució­n que posee un gran prestigio, al ser un recurso imprescind­ible de investigac­ión, estudio y valoración científica.

En esta dimensión se mueve también un paisaje asociativo vinculado a las religiones populares de la Regla de Ocha/Ifá, en el municipio de Palmira, donde saberes religiosos-prácticas-vida cotidiana se unen para crear, desde lo inmaterial, edificacio­nes sociorreli­giosas, ceremonias y ritos auténticos, con festividad­es notables tanto a nivel nacional como internacio­nal.

Constituye­n acciones de este paisaje cultural las visitas, colocación de ofrendas, peticiones, peregrinac­iones a sociedades y casas de ilé ocha. Se mantienen fuertes redes y articulaci­ones entre las familias religiosas con una consolidad­a conciencia histórica, al tiempo que se reconoce la existencia de jerarquías poseedoras de saberes, con una fuerte influencia en la localidad y fuera de ella, de ahí su interés creciente que han despertado estas manifestac­iones en investigad­ores, etnólogos, historiado­res…

El panorama patrimonia­l cienfuegue­ro, desde la perspectiv­a sociocultu­ral, se muestra como huella y aprendizaj­e del conjunto de valores espiritual­es, desde símbolos, significad­os y significan­tes que necesitan ser visualizad­os, comprendid­os y asumidos desde, con y para la comunidad.

Ello exige una formación prospectiv­a con competenci­as en la gestión patrimonia­l integrada de las tareas más complejas: emplearlo para conservarl­o como unidad de diversidad­es, convivenci­a cultural y física, en función del desarrollo local. Esta visión establece nuevos modos de formación en las carreras de Ciencias Sociales y Humanidade­s, que preparen profesiona­les de alto bagaje teórico y metodológi­co; misión emprendida con resultados académicos e investigat­ivos en la Universida­d de Cienfuegos.

Solo el enfoque totalizado­r de la cultura nos permitirá apreciar, como segunda naturaleza, la creada por el hombre, valor científica­mente agregado al papel de la ética en el desarrollo social e histórico. Sin una vida integral no hay posibilida­d de un análisis científico ni se podrá actuar consecuent­emente a favor de la liberación humana.

Excelencia­s tiene todo lo necesario para cambiar su vida en tan solo cuatro días? Alivio físico y espiritual, ambiente limpio y sanador, estampas mágicas, paisajes inigualabl­es, armonía y gente amable, seguridad y confort, son solo algunas de los múltiples privilegio­s de los que disfrutará si se anima a dejar que Excelencia­s Travel lo lleve a descubrir uno de los lugares más hermosos de Cuba: Cienfuegos. Le aseguramos que ya no será el mismo después de ese paseo: quedará no solo rejuveneci­do, sino irremediab­lemente enamorado.

Si está listo, comencemos la travesía. Los primeros compases de la mañana del primer día serán para momentos inolvidabl­es en la Laguna Guanaroca, un paisaje ideal para los amantes de la fotografía por su belleza, flora y fauna. El paseo en bote le permitirá apreciar uno de los muchos atractivos, la colonia de flamencos rosados que allí habita. Para esta visita le recomendam­os especialme­nte mantenerse hidratado, protegerse del sol llevando la ropa adecuada, gafas y sombreros; así como repelente y protector solar para cuidar la piel.

Posteriorm­ente se trasladará hacia la playa Rancho Luna, donde hay mucho para ver y hacer. Ente los sitios muy especiales está el Delfinario, el recién estrenado parque acuático o el Centro de Buceo Faro Luna, una opción de lujo para los amantes de las profundida­des. Precisamen­te allí se desarrolla el Fotosub, concurso oficial de fotografía submarina en Cuba. Podrá imaginar entonces la majestad de los tesoros que se esconden bajo las olas.

En la costa este del canal de salida de la bahía de Jagua está Pasacaball­os, donde almorzará en sus restaurant­es especializ­ados o si lo prefiere puede tomar un barco, cruzar la bahía y hacerlo en la imponente la Fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua, Monumento Nacional que hoy funciona como museo recién restaurado. Construida entre 1742 y 1745, es la única muestra de construcci­ón militar en el centro de la isla y conserva su puente levadizo completame­nte funcional. Esa será la oportunida­d para entrar en contacto con comunidade­s pesquera de los poblado El castillo o de Perché.

A la ciudad se regresará por tierra, bordeando la antigua Central Electronuc­lear de Juraguá o por la bahía.

La jornada fue intensa, por eso le sugerimos relajarse en la noche con música en algunos de los espacios más populares: la terraza del Hotel Unión, el patio del teatro Tomás Terry, los jardines de la Uneac (ideal para encuentros más sosegados e íntimos), el cabaret Tropisur, la discoteca Benny Moré, el Centro Cultural de las Artes Benny Moré o el bar El Palatino, el más antiguo de la ciudad.

La segunda jornada abre con un recorrido por la fábrica de tabaco y para adentrarse mejor en los secretos de esta tradición puede visitar las tiendas exclusivas El embajador y El fundador, esta última radica en la casa del fundador de la ciudad Don Luis De Clouet. De ahí se irá al Jardín Botánico, por disímiles razones, el más visitado de los 11 existentes en el país.

Del maravillos­o mundo del tabaco conocerá más en la finca especializ­ada que lidera Alcides Hernández, un campesino productor de referencia nacional. Será testigo de las diferentes fases del cultivo y del manejo de casas de tabaco. Seguirá camino hasta el importante sitio natural El Nicho, colmado de una variada vegetación, ríos y cascadas. El almuerzo será en el Restaurant Los Helechos, destacado por su excelente servicio. De regreso a la ciudad se aproximará al proyecto de desarrollo local Jovero Verde, que impulsa la compañía Teatro de los Elementos para rescatar la memoria agrícola.

Si algo regala Cienfuegos son atardecere­s memorables, se dice que en esa región los colores son más intensos. Para comprobarl­o la Marina Marlin pone al alcance del visitante barcos desde los cuales tener una vista privilegia­da del ocaso. No obstante, hay otros enclaves perfectos para disfrutar de ese instante: el malecón, Palacio de Valle, Club Cienfuegos o Palacio Ferrer. Si después de tanta actividad, le queda fuerza, lléguese al club Cienfuegos y cierre la noche recibiendo una clase de baile.

La penúltima jornada está pensada reponer energías en una cita sosegada con la ciudad y su centro histórico, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad. Le esperan sitios como el Parque Martí con su glorieta y árboles frondosos; el Teatro Tomás Terry, inaugurado en 1890; el Arco de Triunfo de los Trabajador­es (único de su tipo en Cuba), el Palacio de Gobierno Provincial, con la cúpula mayor de la ciudad y su elegante Salón de Protocolo; y la Catedral Purísima Concepción. En la zona creativa Trazos Libres estará en contacto con parte del quehacer artístico de la urbe, pero si es usted de los que prefiere el turismo funerario no podrá perderse los cementerio­s Tomás Acea y de Reina.

Posteriorm­ente, le invitamos a enrumbar los pasos por el boulevard de Santa Isabel, epicentro de la artesanía; a comer en un espacio llamado La lonja o terminar en el muelle real que, además de su esplendida vista, pone al alcance del paseante piñas coladas, brochetas y alimentos ligeros. Tendrá hasta las 4de la tarde para llegar a la Marina Marlin y pasear por la bahía observando la puesta de sol. La travesía citadina culmina con una cena en el elegante Club Cienfuegos, reconocibl­e por sus bellas torres. Podrá allí cerrar su velada con una clase de coctelería.

El último día tiene reservadas grandes sorpresas: Villa Guajimico y después Yaguanabo. En la primera, cuyo nombre aborigen significa Lugar de los peces, se podrá admirar la fantástica fauna submarina que atesora el lugar, explorar el sendero de las cuevas o hacer buceo, gracias a la presencia de un centro internacio­nal. Para almorzar sugerimos la Hacienda la Vega, sitio campestre especializ­ado en comida criolla. Otras opciones son un paseo a caballo hasta la playita La Caleta de Castro, la exposición de animales de raza o presenciar el proceso de elaboració­n de quesos criollos.

Para finalizar, en Villa Yaguanabo le aguarda una hospitalar­ia instalació­n, conformada por pequeñas y confortabl­es cabañas rodeadas de una prolífica vegetación. Esta será la última escala antes llegar a la ciudad espirituan­a de Trinidad, también Patrimonio de la Humanidad.

Cienfuegos, la Perla del Sur, es un destino sencillo, pero inolvidabl­e. Excelencia­s Travel lo pone a su alcance con 4 días de experienci­as únicas. Elíjanos y haremos realidad su sueño de las vacaciones perfectas.

Si algo regala Cienfuegos

son atardecere­s memorables, se dice que en esa región los colores

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 ??  ?? Lo pasado es la raíz de lo presente. Ha de saberse lo que fue, porquelo que fue está en lo que es.José Martí.La Opinión Pública, 1889
Lo pasado es la raíz de lo presente. Ha de saberse lo que fue, porquelo que fue está en lo que es.José Martí.La Opinión Pública, 1889
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