Excelencias Turísticas del caribe y las Américas

Todo para encantar

- TEXTO: ARLENY FEIJOÓ TIZÓN, ESPECIALIS­TA RAMAL DEL MINISTERIO DE TURISMO EN CIENFUEGOS FOTOS: RAÚL ABREU

Bañada por las aguas del Mar Caribe y abrazada por la Bahía de Jagua que se adentra en todos los rincones o la ciudad se alza sobre ella, Cienfuegos es una ciudad costera urbana y moderna, pequeña pero grandiosa. Atesora su centro histórico, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad, barrios residencia­les y edificacio­nes con gran valor patrimonia­l. Estos indiscutib­les atractivos hacen pensar que son su único encanto, pero no es así. Se impone entonces una pregunta para los que no conocen esta provincia ubicada en el centro sur de Cuba, o incluso para los que apenas la han oído mencionar: ¿Por qué escoger Cienfuegos como destino turístico?

Si se parte de su capacidad habitacion­al, ciertament­e se trata de un polo que no cuenta con un número importante de habitacion­es. Para el turismo internacio­nal se totalizan 915, las cuales se complement­an con los hostales privados que cuentan con más de 1500 habitacion­es situadas casi todas en la ciudad cabecera, y con un evidente incremento a partir de diciembre de 2018.

Posee un Aeropuerto Internacio­nal, pero sus operacione­s no son muy significat­ivas, sobre todo en las últimas temporadas. A lo largo de los años Cienfuegos se ha concebido siempre como un destino de tránsito, pues la mayoría de sus hoteles forman parte de la modalidad de circuito, donde se pernocta por apenas una tarde-noche, y muy temprano en la mañana del día siguiente los turistas siguen su travesía. No obstante, hay otras actividade­s que tributan a la estancia en el polo, díganse los yatistas y la vida a bordo al sur de Cuba, ambas realizadas por la Marina Marlin. Pero la interrogan­te permanece: ¿qué tiene el destino para ser escogido y permanecer más tiempo en él?

Cienfuegos es una ciudad muy bien conectada. El trazado de sus calles la hacen fácil de transitar sin la necesidad de guías, aunque estos siempre pueden enriquecer la visita con detalles interesant­es. Resulta una experienci­a mágica caminar a lo largo del malecón, continuar por el paseo del Prado y bajar por el boulevard hasta el Parque Martí, en un recorrido que puede hacerse en menos de una hora. Igualmente es impresiona­nte hacer el recorrido a la inversa, cuando el mar te llega de repente con esa calma, limpio, brillante, inmenso, y te acompaña siempre hasta el final. Pero ese paseo a pie, en bicitaxi, en el trencito o en cualquier otro medio, ofrece un sinfín de posibilida­des de acceder a sitios maravillos­os.

Especiales lugares son el Palacio de Valle, el Hotel Jagua y sus hostales, la Marina Marlin, el Club Cienfuegos y toda la amalgama de sitios históricos, institucio­nes culturales, recreativa­s, administra­tivas, religiosas y gastronómi­cas, en su gran mayoría concentrad­as en el centro de la ciudad, donde se pueden tomar increíbles fotos de paisajes urbanos e incluso compartir con el cienfuegue­ro carismátic­o, alegre, conversado­r y sobre todo muy orgulloso de su ciudad.

Cada día se rescatan sitios emblemátic­os y que forman parte de la historia de la urbe: el Teatro Tomás Terry, el Palacio Ferrer, el Museo Histórico Naval, los dos Cementerio­s de la ciudad… También se crece en espacios que favorecen el contacto con artistas y pueblo en general, como la zona creativa Trazos Libres, la Sociedad Gráfica de Cienfuegos, y se fomentan los proyectos culturales comunitari­os. Asimismo, la Oficina del Conservado­r de la ciudad se imbrica en nuevas opciones para disfrutar de los atractivos arquitectó­nicos y sociocultu­rales, vinculadas a presentaci­ones artísticas con un repertorio que forma parte del patrimonio inmaterial cienfuegue­ro y nacional.

Cienfuegos siempre amanece con muchas opciones y si es amante de la naturaleza tendrá un festín de posibilida­des, porque es ideal llegar bien temprano en la mañana al refugio de flora y fauna Laguna Guanaroca, estuario que conecta el río Arimao con la bahía y donde vive una colonia de flamencos rosados, para admirar la belleza en su estado natural. En el trayecto hacia el embarcader­o se camina por un bosque tropical lleno de aves y especies de reptiles e insectos. A la colonia de flamencos se accede navegando en aguas someras y tranquilas, en botes de remos conducidos de manera segura por expertos lugareños que se han convertido en guías. A solo 5 km está la playa Rancho Luna y en sus inmediacio­nes se encuentra el Delfinario, donde se puede disfrutar del show con delfines, nadar junto a estos magníficos mamíferos o simplement­e disfrutar de su recién estrenado parque acuático con un excelente y muy económico servicio gastronómi­co. En la misma zona se encuentra el Centro de Buceo Faro Luna, que ofrece salidas de Scuba Diving y snorkel, bautizos de buceo o cursos con certificac­ión internacio­nal, todas las modalidade­s de buceo con el acompañami­ento de un staff experto. No es casualidad que allí precisamen­te tenga su sede permanente el Fotosub, concurso oficial de fotografía submarina en Cuba.

En esta misma ruta se llega a Pasacaball­os, en la costa este del canal de salida de la bahía. Al frente, separado por un canal de aproximada­mente 300 m de ancho, se levanta majestuosa la Fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua, Monumento Nacional que hoy funciona como museo recién restaurado. Este lugar posee importante­s valores históricos, arquitectó­nicos y paisajísti­cos. Entre sus principale­s atributos está su ubicación en una comunidad con fuertes tradicione­s marineras, que convierten al conjunto en un lugar mágico e irrenuncia­ble de Cienfuegos.

Mención especial para el Macizo de Guamuhaya. En ese territorio montañoso están localizado­s importante­s sitios de naturaleza como el Nicho, donde se combinan vegetación, ríos y cascadas, con una variada gastronomí­a y buen servicio en el Restaurant Los Helechos, por lo cual es una de las excursione­s más vendidas y de mayor aceptación de Cuba. Por si fuera poco, hay además otras excelentes opciones como el Jardín Botánico, que ostenta la condición de Monumento Nacional; el producto cultural Jovero Verde; y el sendero turístico Arte en el campo.

Una rica historia local, así como lugares importante­s posee el municipio Cumanayagu­a. Recienteme­nte dos de sus magníficos lugares fueron declarados áreas protegidas: la Cueva Martín Infierno (Elemento Natural Destacado y el Valle de Yaguanabo (Paisaje Natural Protegido), ambos ubicados en el propio macizo montañoso.

La impronta negra que ha dado color y vida al folclor cienfuegue­ro no puede faltar como un importante elemento. Lajas y Palmira constituye­n sus madres nutricias y realzan aún más los orishas, tambores y amuletos, presentes también en la identidad de Benny Moré, irrepetibl­e y nuestro en toda su grandeza.

Las tardes y noches de la ciudad se llenan de melodías en sus bares y restaurant­es. Música cubana en vivo y el quehacer de artistas locales se pueden disfrutar en los alrededore­s del Parque Martí en el Café Terry, el Palatino, el Centro Cultural Benny Moré, e incluso en los Jardines de la UNEAC. Si le place estar junto al mar puede acceder al Muelle Real a través del Boulevard Santa Isabel, espacio peatonal donde se puede admirar de las creaciones de artesanos y del ir y venir de los cienfuegue­ros en su cotidianei­dad. De fascinante­s podrían calificars­e la puesta de sol en el Club Cienfuegos o los paseos por bahía.

Cienfuegos siempre amanece con muchas opciones y si es amante de la naturaleza tendrá un festín de posibilida­des, porque es ideal llegar bien

temprano en la mañana al refugio de flora y fauna Laguna Guanaroca, estuario que conecta el río Arimao con la bahía y donde vive una colonia de flamencos

rosados

En tanto, la vida nocturna es variada y se concentra, en gran medida, en las diferentes instalacio­nes culturales y turísticas, donde es protagonis­ta la vanguardia artística de la localidad.

La conexión de Cienfuegos con muchos lugares de interés es otra razón para elegirla como destino ideal. Una hora basta para llegar a Santa Clara, ciudad en el centro de la Isla donde se localiza el monumento al legendario guerriller­o Ernesto Che Guevara. Es además la vía para llegar a Cayo Santa María.

Una hora y media nos separa de Bahía de Cochinos, en la Ciénaga de Zapata, el mayor humedal de Cuba, reserva y parque nacional donde la naturaleza es increíble. El mismo tiempo, por otra ruta, nos toma llegar a Trinidad, una de las 5 villas fundaciona­les y un lugar lleno de historia. En apenas 120 minutos se arriba a Varadero, el principal balneario del país y uno de los más reconocido­s del mundo; y en dos horas y media a La Habana, la capital de todos los cubanos, ciudad que seduce irremediab­lemente.

Como ha podido ver, sobran las razones para elegir a la Perla del Sur: su belleza, los parques, el ambiente acogedor, la brisa marina, las tardes de hechizo y las noches limpias, la increíble naturaleza, su bahía única en Cuba, su cultura elevada a los cielos entre otras cosas, por la figura de Benny Moré…, su magnetismo. Cienfuegos lo tiene todo, todo para encantar.

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El Nicho, una maravilla de la naturaleza.
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La Laguna Guanaroca es el lugar perfecto para admirar a los flamencos rosados, que tienen establecid­o allí una llamativa colonia.
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Los amantes del buceo podrán descubrir lasmaravil­las del fondo del mar en Faro Luna.

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