Excelencias Turísticas del caribe y las Américas
Tan inmenso como el mar azul
HAN SIDO 39 AÑOS DE EDICIONES ININTERRUMPIDAS DEL FESTIVAL DEL CARIBE, UN EVENTO QUE NOS HA PUESTO EN CONTACTO CON LAS VIVAS CULTURAS POPULARES DE LA REGIÓN. POR ESO SE HA GANADO, ENFATIZA ORLANDO VERGÉS MARTÍNEZ, PRESIDENTE DEL COMITÉ ORGANIZADOR, UN ESPACIO EN LA MEMORIA Y QUEHACER DE LA GENTE
El Festival del Caribe sigue siendo una fiesta cultural tremendamente atractiva para el público cubano y extranjero. Son 39 años de ediciones ininterrumpidas. Se mantiene el diseño fijo con presencia de grupos portadores en los diferentes talleres y coloquios. No ha variado la fecha, del 3 al 9 de julio, en Santiago de Cuba, pero esta vez lo distingue la dedicatoria a la República Oriental del Uruguay.
Hay quienes vienen a Santiago para disfrutar durante la Fiesta del Fuego de las celebraciones mágico-religiosas a cielo abierto, en
comunidades; para sorprenderse con exposiciones de artes plásticas, talleres de poesía y teatro; para participar en el encuentro de medicina popular... Amén de los grandes espectáculos, están los que esperan especialmente el Desfile de la Serpiente, y la Quema del Diablo... Saben que ser parte de la Fiesta del Fuego es estar en contacto con culturas populares vivas, es la mejor oportunidad para redescubrir el Caribe, tan inmenso como el mar azul.
La Fiesta del Fuego tiene ganado un espacio en la memoria y quehacer de la gente. Para conocer detalles sobre la edición de este 2019, conversamos con el actual presidente del comité organizador, Orlando Vergés Martínez,
investigador y director de la Casa del Caribe, institución que organiza tan multitudinario evento.
¿Por qué dedicarle esta vez el Festival a la República Oriental del Uruguay? Vergés reveló varios argumentos: «Desde que se anunció, el 9 de julio del año pasado, que esta dedicatoria tendría como centro al hermano país sudamericano, se han suscitado muchas inquietudes, las cuales transitan por la desinformación que existe en la Isla sobre esa nación, o porque todavía no hemos alcanzado hacerle entender al gran público qué es el Caribe.
«Uruguay se localiza casi en el extremo sur de América del Sur, mirando hacia el Atlántico, bastante distante de aquello que se conoce como Caribe geográfico, pero nosotros siempre hemos promovido un acercamiento hacia esta singular parte del planeta más bien a partir de su cultura, apoyados en el concepto de un Caribe cultural, un concepto que también se ha usado por la geopolítica al referirse al Gran Caribe.
«De este modo, no solamente se entiende por Caribe esa región conformada por las islas bañadas por el mar de igual nombre, sino como una extensión de realidades. Tiene que ver con la formación histórica del Caribe. Por tanto, los territorios, los países, que comparten las mismas condiciones históricas de surgimiento en el área, pueden emparentarse al Caribe. Y ese emparentamiento debemos verlo no solo desde el punto de vista histórico, sino también con un enfoque dialéctico, progresista.
«Uruguay, como te decía, es un país bastante distante geográficamente del Caribe, con una notoria ascendencia europea, más una exigua población afrouruguaya que solo representa el 10%. Sin embargo, tiene en sus componentes culturales esenciales de hoy evidentes elementos que los enlazan con el Caribe: en la música, la religiosidad popular y en el carnaval, que es la zona más potente. Y es que recibe la influencia no únicamente de nuestra región, sino además directo de Brasil, con el cual comparte frontera, lo cual incide, por ejemplo, en la religiosidad popular.
«Nosotros hemos estado revisando hace un tiempo la bibliografía vinculada con la presencia africana en el Uruguay. Tal como ocurrió en el Caribe que muy tempranamente comenzó a recibir productos de la trata negrera, grandes contingentes de esclavos africanos entraron a esa nación y de ahí partieron a otra zona, remontando el río de La Plata, hasta Buenos Aires, por ejemplo. Hemos podido revisar la cantidad de etnias africanas que se dieron cita allí y además encontrar la información sobre la sistematicidad, la frecuencia con que ocurría la entrada de esclavos africanos por el puerto de Montevideo, lo cual sirvió para redistribuir la fuerza de trabajo de origen esclavo en esa zona.
«Entonces, nos apoyamos a partir de la propuesta de promotores, investigadores uruguayos. Nos apoyamos en la fortaleza de ese componente afrouruguayo para corresponder a la solicitud que los amigos nos estaban realizando para esta dedicatoria. Y nos pareció justo. El imaginario, la cosmogonía y los elementos más profundos de la cultura uruguaya están fuertemente asociados al imaginario, la cosmogonía y los elementos más profundos de la cultura de las islas del Caribe y de los territorios de tierra firme que están mirando hacia ese hermoso mar. Todo ello explica el porqué de esta dedicatoria».
¿Qué propuestas trae la delegación uruguaya a la edición 39?
«Es una delegación variopinta. En el sentido de que habrá representación de diversas manifestaciones, desde un grupo folclórico hasta un ballet clásico. Traen coros, expresiones del candombe, del carnaval.
«El Festival tratará de concentrar y hacer lucir, al mismo tiempo, las expresiones de la cultura uruguaya en todos sus espacios.
Habrá presencia de esa nación en el coloquio El Caribe que nos une, con una conferencia que ofrece una mirada crítica hacia las visiones eurocentristas de la cultura uruguaya; también se organizará un panel conformado por representantes de nuestros dos países para analizar diversos temas que muestran la historia común. No debemos olvidar el hecho de que nuestro José Martí fue Cónsul de Uruguay en Estados Unidos; tampoco la relación que se estableció con los comerciantes de La Habana, quienes viajaban hasta el puerto de Montevideo a abastecerse de carne salada para la alimentación de los esclavos radicados en el occidente de Cuba, por solo mencionar dos ejemplos…
«Como de costumbre, el país invitado tendrá su casa y se realizará una gala especial, con importantes exponentes de esa rica cultura. Habrá destacados representantes de la literatura (sobre todo poetas), de las artes plásticas, al tiempo que se exibirá una muestra de cine. Hemos conseguido convocar a más de 140 delegados.
«Este año hemos propiciado la colaboración entre algunas agrupaciones que vienen con otras santiagueras, sobre todo con las congas, buscando reforzar la presencia de los tambores y ese sonido percutivo que identifica los carnavales, tanto el nuestro como el candombe de Montevideo. Le sacaremos buen provecho, porque hemos proyectado una programación bien espléndida».
¿Algunas especificidades de esta Fiesta del Fuego?
«Permanece la estructura del Festival, es decir, los diferentes espacios, la combinación de eventos, encuentros académicos y programación artística. Pero este año llevaremos con énfasis el festival a la calle, saldremos de los espacios cerrados para accionar al aire libre, para interactuar aún más con nuestra gente por todos los barrios de Santiago.
«Este no será un festival grande, como los anteriores, por las condiciones económicas que vive la región, de todas formas hemos realizado un esfuerzo importante para mantenerlo. Hasta el momento han confirmado su presencia más de 500 participantes de 22 países. Sobresalen por su representatividad y cantidad de miembros, las delegaciones de México, Suriname, Aruba, España y Argentina».
¿A quiénes se les entregará el Premio Internacional Casa del Caribe?
«Hemos pensado para esta ocasión en el músico santiaguero Tiburón Morales y en los coordinadores nuestros en Uruguay: Sara Medeiros y Oscar Damián. Ellos motivaron, desde hace siete años, esta dedicatoria».
La participación nacional le da mucho brillo al Festival… ¿Qué la distingue este año?
«Con el esfuerzo de instituciones culturales de la ciudad y las autoridades hemos logrado que asistan más de 600 artistas integrantes de grupos portadores de casi todo el país. Desde Pinar del Río hasta acá, hemos hecho una selección, como el Tambor Yuca, de Vueltabajo; las expresiones de origen arará, de Matanzas. Asimismo se ha invitado al Cabildo Santa Bárbara de Palmira, Cienfuegos; a grupos de rumba, a La Cinta de Ciego de Ávila, única de su tipo en Cuba. Y queremos que estén presentes tradiciones campesinas de Las Tunas y Camagüey, así como el changüí, el nengón y el quiribá, de Guantánamo». Retos, proyecciones, sueños…
«¿Qué sería del país si desapareciera el Festival del Caribe? Sería como conspirar contra un proceso que ha servido para fortalecer a la nación. La Fiesta del Fuego tiene mucho peso en el derrotero y porvenir.
«Creo que el Festival ha creado las condiciones para no sucumbir bajo ninguna circunstancia. A lo largo de estos 39 años se ha enfrentado a ciclones, epidemias, temblores, golpes de Estado, falta de interés, burocracia, limitaciones económicas..., pero siempre se ha sobrepuesto y se sobrepondrá.
«En tiempos como los que vivimos, es sumamente importante para cualquier nación, para cualquier identidad nacional, mirar hacia esa cultura, hacia la cual no se mira con mucha frecuencia, incluso en nuestro mismo medio. Para suerte nuestra, los grupos portadores de todo el país que hemos convocado en las diferentes ediciones, ven al Festival como propio, como suyo, casi como su espacio natural, lo cual es un logro del trabajo de estos años. Quienes crearon la Fiesta del Fuego con Joel James a la cabeza, no sospecharon que se convertiría en un espacio donde tuvieran lugar los procesos de continuidad de la formación de la identidad cubana. El Festival fue ganando ese privilegio en la misma medida en que se fueron ensanchando, especializando los encuentros que se organizaron. Por tal motivo, nuestra mayor responsabilidad es sostenerlo».
El Festival ha creado las condiciones para no sucumbir bajo ninguna circunstancia. A lo largo de estos 39 años se ha enfrentado a ciclones, epidemias, temblores, golpes de Estado, falta de interés, burocracia, limitaciones económicas..., pero siempre se ha sobrepuesto y se sobrepondrá