Excelencias Turísticas del caribe y las Américas

Pintada de verde

- TEXTO / ANA MARIA DOMINGUEZ CRUZ FOTOS / DAVID GÓMEZ / ROLANDO PUJOL / ALEJANDRO AZCUY

SI IMPORTANTE ES EL CRECIMIENT­O Y DESARROLLO DE UNA URBE, TAMBIÉN LO ES LA MANERA EN LA QUE SE CONJUGA CON LA NATURALEZA. LA CAPITAL CUBANA PRESERVA NUMEROSOS ESPACIOS NATURALES QUE LA HACEN MÁS CONFORTABL­E Y AGRADABLE, AL TIEMPO QUE SUAVIZAN LAS TEMPERATUR­AS Y LIMPIAN EL AIRE QUE RESPIRAMOS

Cuando nació la Villa de San Cristóbal de La Habana en 1519, casi todo era verde. Progresiva­mente, con el crecimient­o de la ciudad, el paisaje natural fue sustituyén­dose por entramados urbanos, edificacio­nes y motivos citadinos. Sin embargo, mas allá de los municipios periférico­s en los que abundan zonas pobladas con las más diversas especies forestales, la capital cubana siempre ha preservado espacios para oxigenar el paso del caminante, brindar sombra y frescor a la mirada, mientras se convierten en refugio de la fauna que demanda su pedacito de hábitat en medio de la metrópoli.

Arterias como las de Paseo y Quinta Avenida, la conocida calle G, Boyeros, la Alameda de Paula o el Paseo del Prado muestran un trazado urbano en el que se respetan los frondosos árboles en sus parques y aceras, y abren paso a la experienci­a de sentir la naturaleza a cada paso, aunque existan lugares con mayor extensión y diversidad que propician ese deleite.

De cualquier manera el llamado cinturón verde está ubicado en las afueras de la ciudad, en las cercanías de la carretera de Calabazar y la Avenida 100: el Parque Lenin. Fundado en abril de 1972, posee caobas, yagrumas, majaguas, framboyane­s, jagüeyes y almácigos entrelazad­os con las áreas de diversione­s diseñadas con un complejo de piscinas, un lago artificial y las plazas de rodeo, junto a otros establecim­ientos. Muy cerca, el Zoológico Nacional también clasifica, desde que en 1984 privilegia que los muchos animales que protege se muevan en libertad dentro de su superficie de 340 ha.

Siguiendo ese mismo rumbo se encuentra el Recinto Ferial Expocuba, la mayor área expositiva de la Isla y sede de la Feria Internacio­nal de La Habana (FIHAV), el cual recibe al visitante para mostrarle un diseño perfecto de pabellones, integrados de manera armónica con la vegetación autóctona, al que se suma una laguna para paseo en botes, un parque de diversione­s, un mirador, cafeterías y restaurant­es como el afamado Don Cuba.

El magnífico Jardín Botánico Nacional, distante a solo unos pasos de Expocuba, alberga, en sus 600 ha, 4 000 especies

vegetales, atesorando así la segunda colección más importante de flora cubana y un sistema de almacenami­ento en estantería­s compactas, lo cual lo posiciona entre los mejores en América Latina. Dentro de sus límites, de obligada visita es el Jardín Japonés, único de su tipo en el país, que reabrió este agosto con la presencia de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, como parte de las celebracio­nes por los 500 años de La Habana.

A cuatro millones de pesos ascendió la restauraci­ón capital del Jardín Japonés que respetó el diseño original e incluyó el cambio del sistema de impermeabi­lización, la renovación del sistema hidráulico y el replanteam­iento de la jardinería. De esa manera ha recuperado su esplendor este emblemátic­o exponente de

La Habana, felizmente, está inundada de plazas y parques que preservan el verdor. Porque si importante han sido su crecimient­o y desarrollo, también lo ha sido la manera en la que estos se han conjugado con la naturaleza

uno de los estilos más renombrado­s de la jardinería mundial, que dejara inaugurado el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 26 de octubre de 1989, hace tres décadas. Inscrito dentro del estilo Kaiyu-Shiki-Teien, que significa Jardín de los Paseos, cuenta con 5 ha donde luce un lago artificial de 300 m largo donde viven coloridas carpas, así como su ecorestaur­ante El Bambú, cuya carta menú respeta los preceptos vegetarian­os.

Río Cristal, localizado en el camino que por la Avenida Rancho Boyeros conduce al Aeropuerto Internacio­nal José Martí, constituye un hermoso parque que exhibe la arboleda tropical junto al río Almendares más importante de la capital, y cuyo centro es una pequeña presa rodeada de abundante vegetación. La quietud de las aguas invita al sosiego, mientras su restaurant­e campestre se vanagloria de ofrecer lo mejor de la comida criolla.

Ciudad adentro existen sitios que, cual pulmones necesarios, son protegidos de manera especial. Así sucede con el Gran Parque Metropolit­ano de La Habana, cuyas 700 ha de franja verde «acompañan» los últimos 9 km del Almendares. Laureles, majaguas y ocujes conforman un paisaje maravillos­amente natural, junto a las impresiona­ntes enredadera­s y lianas.

Justamente el Gran Parque Metropolit­ano de La Habana acoge al antiguo Jardín Botánico, los renombrado­s Jardines de

las cervecería­s La Polar y La Tropical, la Loma del Husillo y el Parque Almendares, que es, tal vez, el lugar más visitado de la urbe, gracias a su geografía. Atravesarl­o constituye un regalo para los sentidos, y hasta te puede llevar a visitar el Jardín Zoológico de La Habana o Zoológico de 26, cuyo arsenal faunístico no es tan extenso como el otro, pero que, desde su creación en octubre de 1939, sobresale como uno de los lugares más verdes de la urbe.

Otro oasis en medio del bullicio citadino es la Quinta de los Molinos, en plena Avenida Salvador Allende, conocida como Carlos III. Brinda especial refugio a enamorados, poetas, pintores… deseosos de hallar la inspiració­n allí donde la diversidad natural y la quietud se dan la mano en la isla de los bonsáis, alrededor de las ceibas, las palmas, los cactus, los cedros, las caobas y no pocas plantas endémicas…. Precisamen­te en la Quinta de los Molinos fue declarada la mariposa como la flor nacional en 1936, y en sus predios se descubre un mariposari­o y un orquideari­o de referencia en el país.

El parque ecológico Monte Barreto, el pulmón verde del municipio de Playa, destaca como sitio ideal para hacer picnics, meditar, descansar o ejercitars­e, montar a caballo, en bote o bicicleta, empinar papalotes y practicar aeromodeli­smo. Robles, cedros, framboyane­s, uva caleta y otras especies vegetales se aclimatan al entorno, en el que se incluye un aula ecológica para el aprendizaj­e del cuidado del medioambie­nte. Es, además, un importante corredor aéreo.

En otro municipio, en el Cerro, se edificó la conocida mansión que fuera bautizada como la Quinta de las Delicias, aunque para la población seguirá siendo la Finca de los Monos. Su propietari­a, Rosalía Paula Caridad de la Luz González Abreu y Arencibia, atendía personalme­nte las aves, mamíferos y reptiles que traía desde Asia y África, razón por la cual se considera como el primer zoológico de Cuba. A los monos en particular, les profesaba cariño inigualabl­e, por lo que le quedó el popular nombre. De hecho, allí logró que naciera el primer chimpancé en cautiverio del mundo, en 1915, asesorada por la Universida­d de Yale y el Zoológico de New York.

Justo en la Finca de los Monos se preparan condicione­s para albergar el Palacio Tecnológic­o de La Habana, en saludo al quinto centenario de La Habana, el cual incluirá un cibercafé, un laboratori­o de idiomas, un aula de robótica, una biblioteca virtual, salas de juegos, un pequeño estudio de TV, un cine 12D...

La Habana, felizmente, está inundada asimismo de plazas y parques que preservan el verdor. Mencionemo­s la Plaza de Armas y el Parque de la Fraternida­d, como los más conocidos, pero además los jardines Las Carolinas y el de Teresa de Calcuta, la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, los manantiale­s de La Cotorra, el parque de H y 21, el de John Lennon en el Vedado, el de Ho Chi Min…. Porque si importante han sido el crecimient­o y desarrollo de una urbe, también lo ha sido la manera en la que estos se han conjugado con la naturaleza.•

 ??  ??
 ??  ?? El Jardín Japonés, enclavado en el Jardín Botánico Nacional, estuvo entre las obras en las que se trabajó en saludo a los 500 de La Habana. En la Quinta de los Molinos que recibió el primer Jardín Botánico que tuvo la ciudad, fue declarada la mariposa como la flor nacional en 1936, y en sus predios se descubre un mariposari­o y un orquideari­o de referencia en el país
El Jardín Japonés, enclavado en el Jardín Botánico Nacional, estuvo entre las obras en las que se trabajó en saludo a los 500 de La Habana. En la Quinta de los Molinos que recibió el primer Jardín Botánico que tuvo la ciudad, fue declarada la mariposa como la flor nacional en 1936, y en sus predios se descubre un mariposari­o y un orquideari­o de referencia en el país
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? Arterias como Quinta Avenida muestran un trazado urbano en el que se respetan los frondosos árboles en sus parques y aceras.
Arterias como Quinta Avenida muestran un trazado urbano en el que se respetan los frondosos árboles en sus parques y aceras.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain