Excelencias Turísticas del caribe y las Américas
Colosos del 500
EL ARRIBO DEL QUINTO CENTENARIO HA SIDO UN PRETEXTO PARA DEVOLVERLE EL ESPLENDOR A UNA CIUDAD QUE ES ORGULLO DE LOS CUBANOS. DECENAS DE OBRAS SE HAN ACOMETIDO DE CARÁCTER SOCIAL, HISTÓRICO, CULTURAL, ECONÓMICO… EXCELENCIAS SE ACERCA A AQUELLAS QUE MÁS H
«Una exaltación del Olimpo al universo cubano». Eso es lo que representa el Capitolio Nacional, símbolo indiscutible de La Habana cinco veces centenaria, para el Dr. Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad. Así expresó en una reciente entrevista que concediera a raíz de que finalmente la obra arquitectónica más monumental de restauración que se ha enfrentado en los últimos tiempos finalmente se desnudara la linterna y que su cúpula encendiera, justo la noche del 10 de octubre de 2019, coincidiendo con la fecha del inicio de las Guerras de Independencia de Cuba.
Poco antes del cierre de agosto cuando Leal, artífice y principal impulsor de la revitalización del Centro Histórico, Patrimonio de la Humanidad por declaración de la UNESCO, había estado presente, acompañado por el pueblo habanero, en el momento en que la cúpula se despojó de las telas que la cubrían para mostrar, ante el asombro de la multitud, las nuevas planchas con láminas de oro aplicadas –rememorando los tiempos de la fundación–, y que sustituyeron aquellas de cobre muy dañadas por la intemperie y los distintos fenómenos meteorológicos.
Donación que llegó de Rusia, los 16 nervios del que se toma como el mayor domo de capitolio del mundo (91,73 m), así como la restauración y recubrimiento de la gigantesca estatua de La República con capas de oro de 24 quilates fueron asumidos por 20 especialistas de la nación euroasiática, expertos en el arte de dorar metales.
Inmueble impresionante, todo allí evoca a Cuba y América según palabras del Historiador. «El mambí se transforma en un héroe del panteón griego o viceversa, desde el elogio del escudo nacional hasta el elogio de las provincias, o los nombres incambiables de las salas: Jimaguayú, Baraguá, Guáimaro, las figuras de Simón Bolívar, Benemérito de Las Américas, y de Benito Juárez».
Gracias a la tenaz y paciente labor restauradora de la Oficina del Historiador de la Ciudad, hoy el Capitolio Nacional luce las galas de los tiempos de su inauguración: lo mismo en su interior que en sus bellos jardines, que recuerdan aquellos que diseñó el urbanista francés Jean Claude Forestier. Más que museo, ha devenido en templo de culto a la Patria. En él se ha rescatado todo aquello que dio sentido a su magnificencia, cuando se erigió ocupando el lugar de la Estación de Villanueva, que enlazaba La Habana con Güines, a través del ferrocarril.
En apenas tres años y 50 días se realizó esta construcción de 13 484 m², que ocupó un área total de 43 418 m², donde se halla la estrella de mármoles en cuyo centro un diamante (hoy una réplica), la cual marca el kilómetro cero de la Carretera Central. Es justo su derecha que se localiza el Hemiciclo Norte, donde radica la Asamblea Nacional del Poder Popular, además del Salón Baire, con su atmósfera renacentista, y el Salón Bolívar, conservado intacto con sus fabulosos espejos venecianos y la elegancia refinada de la Francia napoleónica.
Por la galería posterior se encuentran los salones Yara y Jimaguayú. Hacia el centro, el vestíbulo de la imponente biblioteca Martí. Siguiendo hacia el ala sur aparecen salones como el Duaba y el Guáimaro, y más adelante, el Hemiciclo Sur. En la parte baja de la escalinata principal, impresiona la Tumba del Mambí Desconocido: merecido homenaje a quienes lucharon por la libertad de la Patria.
ENTRE LA VIEJA Y LA DEL CENTRO
En la cuadra siguiente, rumbo hacia el Malecón, caminando por Prado, aparece el concurrido Boulevard San Rafael, delimitando al Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso. Recibe al visitante, uno de los tres tótems que se han dispuesto a lo largo del trayecto para brindar la siempre útil información.
Bajo el amparo del estatal Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), artistas y artesanos (35 en total) han hecho suyo también muchos de los espacios, tras la reconversión de aquellos muy deteriorados en su estructura civil y en los servicios que prestaban. Es el caso de Douglas Lucas, con sus fantásticas creaciones exclusivas en bronce y cobre; y del orfebre Alberto Valladares que con sus piezas en plata le ha puesto su sello a la joyería Praga; o de Kenia Ávalos Lozada acompañada por Duniesky Hernández Pérez, quienes trabajan la madera, el metal, y se han de encargado de Tintahabana soluciones, el lugar de las lámparas, los bancos, los cojines, las bolsas... También de Luis Alberto Amigo, el de la tienda gráfikAmigo, ideada para poner al alcance objetos de papelería como envoltorios de regalos, útiles escolares, tarjetas, etcétera.
Todo lo anterior viene a redondear lo que tiempo atrás habían iniciado proyectos estrechamente vinculados a la cultura como la galería Collage Habana, el EstudioTaller Bruzón y la tienda Arte Habana. Con ellos y con nuevos espacios que se han incorporado, incluso para más allá de lo mercantil, incidir en la formación de diferentes oficios. De esa manera lo pensó, por ejemplo, José Ernesto Aguilera, quien en Humidores Habana no únicamente ofertará sus de estuches de maderas preciosas para conservar los puros, sino que ha apostado por una experiencia de mayor alcance social.
En lo que antes era una tienda de productos industriales nació el Bazar francés, concebido para la venta de alimentos ligeros, específicamente una amplia variedad de entrepanes (molde, baguette, croissant…). Similar sucedió con el sitio donde ahora llama poderosamente la atención, El Almirante, que en sus tres niveles da cabida a un bar de tapas y un restaurante español.
Gracias a la tenaz y paciente labor
restauradora de la Oficina del Historiador de la Ciudad, hoy el Capitolio Nacional luce las galas de los
tiempos de su inauguración
Ahora la tienda Indochina se ha destinado a la comercialización de suvenires relacionados con el aniversario 500, y Asia dejó de ser una ferretería para dedicarse a las confecciones que lleven la marca Pedro´s, sobre todo la reconocida guayabera, mientras que Habana Light le ha devuelto la magia al sitio donde alguna vez estuvieron dos cines míticos: el Dúplex y el Rex, para redondear la forma a las luminarias de neón que el cliente sueñe, o para darle mantenimiento o reparación y montaje, porque este grupo ha apostado en grande tanto que se ve con un bar y una cafetería, y hasta organizando futuros conciertos.
Ensamble. Mobiliario e interiorismo, la propuesta del diseñador Omar David Pérez para el Boulevard de San Rafael, contribuye a entregarnos otra imagen completamente diferente a aquella, verdaderamente deplorable, que antes lucía. El negocio de Omar David son los muebles y los productos de pequeño formato para el hogar.
Rematando las cinco cuadras que conforman el paso peatonal se halla Galiano, a la cual se llega dejando atrás la librería, que en sus niveles superiores albergará instalaciones de Artex, enclavada en la vecindad del parque Fe del Valle. Fue la calleque tiene como nombre oficial Avenida de Italia, la que le hace honores a su denominación sirviendo de galería al aire libre a las 14 constelaciones de luminarias que recibió la ciudad, gracias a la cooperación con la Agencia para el Intercambio Cultural y Económico (Aicec) entre La Habana y Turín, así como al apoyo técnico y la colaboración de la Fundación Turín Museos.
Desde el pasado 30 de octubre el alumbrado artístico de la ciudad de Torino tiene su réplica perfecta en la Ciudad Maravilla. Es este un espectáculo que se realiza desde finales de octubre de 1998 en aquel país y donde pueden disfrutarse las obras de creadores de renombre internacional. Acá, en La Habana, de seguro sorprenderán a quienes decidan visitar el Barrio Chino, otros de los desafíos que asumieron el gobierno y el Partido de la capital.
No podría ser de otra manera, cuando se trata de un céntrico rincón urbano de encuentro con leyendas, costumbres, sabores y el esplendor de la presencia «tropicalizada» de la más rica cultura asiática, devenida componente esencial de la peculiar identidad caribeña del cubano. Según datos estimados por el respetado historiador Julio Le Riverend, entre 1848 y 1874 entraron a Cuba 150 000 chinos, incluyendo los que eran introducidos de manera clandestina. Solo 1 887 regresaron a su patria después de cumplir contratos.
Por las calles del Barrio Chino todavía se pasean, en sus labores habituales, ancianos integrantes de la comunidad, en tanto algunos de mucho más edad pasan las horas en las sociedades, conversando con sus paisanos o sumidos en silenciosas meditaciones. Los retoños de esas viejas generaciones, la mayoría jóvenes chino-cubanos, herederos de oficios y tradiciones, manejan buena parte de los negocios existentes en esa vibrante comunidad.
La tarea de recuperar la totalidad de las calles e instalaciones tomará tiempo y cuantiosos recursos. No obstante, ya se logró completar la restauración del llamado Cuchillo de Zanja, estrecha callejuela diagonal. Está poblada de restaurantes, una casa de té, un bello jardín de bonsáis, tiendas y buró de información, entre otras atracciones. Esta parte es considerada como el corazón de la barriada.
En la actualidad, el barrio se extiende a lo largo de las arterias Zanja y Dragones, limitado al oeste por la calle Escobar hasta Amistad, donde se levanta el Pórtico Chino, que da la bienvenida a los visitantes que se acercan desde el Centro Histórico.
A finales del verano, terminaron en lo esencial las obras del vistoso Cuchillo de Zanja, que ahora muestra un pórtico de entrada de típico estilo chino en la esquina de Rayo y Zanja, y se extiende hasta chocar con San Nicolás, donde se alza un vistoso edificio de
La tarea de recuperar la totalidad de las calles e instalaciones tomará tiempo y cuantiosos recursos. No obstante, ya se logró completar la restauración del llamado Cuchillo de Zanja, estrecha callejuela diagonal
tres plantas, sede del Instituto Confucio, el cual desarrolla actividades académicas e imparte clases de la ancestral lengua asiática.
Durante una visita del presidente de los de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se informó que las obras concluidas abarcan la reparación de las redes hidráulicas, eléctricas, telefónicas y de gas; la pintura de la fachada de cinco manzanas a la redonda del lugar, así como el arreglo de las calles con adoquines y pavimentación de aceras de 34 cuadras, lo cual ofrece una imagen muy acogedora.
En sus inmediaciones también se encuentra una Casa de las Tradiciones que atesora documentos y objetos artísticos, además de servir de centro de referencias. Destaca además la Escuela Cubana de Wushu, que todos los días de la semana, día y noche, ofrece cursos y entrenamientos de artes marciales y otros elementos de esa rica cultura.
NUEVA VIDA
No solo el Mercado Único o Mercado de Cuatro Caminos es el proyecto de gran envergadura que se acomete en esa zona de La Habana donde inician o finalizan varios municipios, según se mire. Solo se necesita atravesar la calle Cristina para adentrarse en el Museo del Ferrocarril de Cuba, el guardián de una colección de antiguas locomotoras de vapor en desuso, que son para envidiar, y que restauradas no solo ya pueden ser admiradas, y hasta montadas, imaginándose el conductor de estas máquinas de la época en que, por allá por 1837, Cuba clasificó como el séptimo país del mundo (primero de Iberoamérica) en explotar el camino de hierro.
La instalación que ahora sirve de sede a este interesante museo es la única sobreviviente de las tres grandes estaciones ferroviarias que existieron en La Habana en el siglo XIX. Nombrada
Cristina, se erigió primero en madera, antes de experimentar importantes modificaciones hasta llegar a nuestros días en que, como parte de su objeto social, contará con tecnología moderna y con una sala científico-técnica para consulta y lectura, además de un área destinada al ferromodelismo y un espacio representativo del centro de operaciones de un jefe de estación, a la usanza de los primeros años del siglo XX. Monumento Nacional, desde el 1ro. de julio de 2012 se integró a la red de instituciones de la Oficina del Historiador de La Habana.
También lo es el Castillo de Santo Domingo de Atarés, la fortaleza militar rodeada por un foso perimetral, que el alto mando español determinó levantar en el siglo XVIII, tras la toma de La Habana por los ingleses, que duró 11 largos meses. De ese modo, el Castillo de Atarés, como popularmente se le conoce, junto a La Cabaña y el Castillo del Príncipe, se integraron al sistema defensivo de La Habana, que con anterioridad conformaban los castillos de La Fuerza, San Salvador de la Punta y Tres Reyes del Morro, construidos por los colonos españoles para proteger la ciudad y convertirla en una plaza inexpugnable.
Con el ingeniero Silvestre Abarca a la cabeza se construyó tan importante complejo que, aunque nunca entró en combate, se fue deteriorando seriamente en la medida en que se usó como sede de la guardia presidencial, prisión (aquí eran asesinados los opositores durante la dictadura del general Gerardo Machado) y unidad militar, hasta que ahora, por fin, abre al público transformada como la mayoría de las fortalezas españolas de La Habana.
Será posible en buena medida por la labor que ha llevado a cabo el equipo multidisciplinario que conduce el ingeniero Néstor Sad Rodríguez, especialista principal de la Oficina del Historiador, quien admite que nunca antes se había enfrentado a un reto de esta magnitud.
En lo adelante el Castillo de Atarés recibirá al público convertido en un museo de sitio, es decir, la principal exhibición que hará serán sus altos valores como patrimonio inmueble y cultural, explicó el experto, a pesar de que en sus seis bóvedas se
Con el ingeniero Silvestre Abarca a la cabeza se construyó tan importante complejo que ahora, por fin, abre al público transformado en museo como la mayoría de las fortalezas españolas de La Habana
expondrán diversas muestras, como la titulada El ingenio de Leonardo da Vinci, que patrocinada por la fundación italiana Anthropos, desde el 2012 estuviera en el Convento de San Francisco de Asís. Solo que ahora las cerca de 100 piezas concebidas por artesanos e ingenieros italianos han encontrado su sitio ideal en la fortaleza.
Significativos hallazgos arqueológicos han sorprendido a los trabajadores, como haber encontrado el sitio exacto donde los españoles protegían el armamento y las municiones; o aquel donde presuntamente se hallaba la cocina. Ahora es difícil determinar, dice Nestor, cuáles son las originales entre las garitas que coronan los vértices del castillo y que, como este, tienen forma hexagonal, pues, «por razones que desconocemos, dos de ellas ya no existían y tuvimos que reproducirlas».
Otro enorme desafío fue recuperar la escalera de la pequeña plaza de armas central, pues los bloques de cantería que la componen estaban afectados de manera severa. «Hubo que extraer escalón por escalón y virarlos, para sacar al exterior la parte que permanecía protegida desde hace siglos», destaca Sad Rodríguez, aunque cree que exigió mucho más de ellos reconstruir el puente levadizo, utilizando el sistema original, con el cual le arrebatan a la cienfueguera Fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua el mérito de poseer el único en el país que funciona perfectamente.
OTRAS MARAVILLAS
No entra entre los asombros arquitectónicos de la ingeniería militar colonial, pero la Finca de los Monos es otras de las maravillas que renacen con el impulso de las celebraciones por los 500 años de la Villa de San Cristóbal, que ha permitido que en la otrora Quinta de las Delicias, en el reparto Palatino, cobre vida un prometedor parque tecnológico. Su fin es activar en los pequeños las ansias de saber, de aprender, al tiempo que se divierten, ha dicho a Excelencias Iván Barreto, director de la Empresa de Informática y Medios Audiovisuales (CINESOFT), encargada del proyecto.
Será este un palacio ideado para niños y jóvenes que en sus juegos podrán auxiliarse de la informática y la electrónica, pero que también atrapará a toda la familia que encontrará más razones para amar y proteger el medioambiente, insiste Barreto. Aquí interactuarán con tecnologías de primer nivel, conocerán más de las ciencias, pero sobre todo aprenderán de la naturaleza, dijo.
Proyecto de desarrollo local del municipio del Cerro, convocará a muchos interesados en las proyecciones de la sala de cine 12D, en los juegos de mesas, en el fútbol y las carreras de autos, en los simuladores del avión ATR, que a su vez acogerá una heladería, o de los coches de trenes…, mientras tienen al alcance diversos servicios gastronómicos.
Entre la poderosa vegetación que reina en la antigua mansión estarán los monos animatrónicos o articulados ambientando las áreas exteriores, junto a los otros realizados por reconocidos artistas cubanos, para de esa manera no queden dudas de que se trata del Parque Tecnológico Finca de los Monos. El montaje de los primeros recayó en especialistas chinos, al igual que los que tuvieron a su cargo instalar los dinosaurios en el Parque Forestal, del Gran Parque Metropolitano de La Habana.
Ese constituirá un espacio que atraerá a todo el público, sin importar sexo, ni edad, pues no querrán perderse ponerse en contacto con esos animales gigantescos, de hasta 12 m de altura, que desaparecieron de la tierra hace millones de años. Una experiencia similar se produjo en La Habana, en las cercanías del Parque Almendares, pero entonces era una exposición itinerante; las nuevas adquisiciones se mantendrán en ese lugar espectacular de manera permanente.
El Parque Tecnológico Finca de los Monos es un proyecto de desarrollo local que beneficiará al municipio del Cerro, donde está enclavado
LA RESURRECCIÓN DEL «ÚNICO»
Cuatro caminos: Monte, Cristina, Matadero y Arroyo conducen a uno de los puntos más entrañables de La Habana, justo allí donde convergen tres municipios: Centro Habana, Cerro y Habana Vieja, el antiguo Mercado General de Abastos y Consumo. Como hace casi cien años, de seguro podrá seguírsele llamando «Único», porque no habrá en toda la ciudad uno similar que le pueda hacer competencia.
Después de más de un lustro de extensa restauración, el Mercado de Cuatro Caminos reabre y recobra esa vitalidad que tanto extrañaron los capitalinos. Cuentan quienes lo vivieron, que aquella superficie de poco más de 11 000 m2 era siempre un hervidero de gente, que jamás descansaba. Alrededor de un patio central se distribuían los puestos de venta en esta edificación de estilo ecléctico, con sus cuatro fachadas que permitían el acceso al interior. Sus arcos principales, coronados por dos enormes cuernos de la abundancia eran el anuncio de que en sus dos plantas se producía una verdadera revolución del comercio. Así fue desde que el Ayuntamiento de La Habana se lo concediera a Alfredo Hornedo y Suárez, quien lo operó durante tres décadas tras encargarse de levantarlo.
Al igual que Capitolio Nacional, el Malecón, el Morro, Coppelia, la Plaza de la Revolución…, la Plaza de Cuatro Caminos constituye un símbolo entrañable. Víctima del período especial, se vio obligada a cerrar por el alto grado de deterioro que mostraba su inmueble de poderosas columnas. Hubo un momento en que su preocupante estado constructivo solo permitía que se utilizara una pequeña porción para la venta de productos agropecuarios, pues desde mucho antes la segunda planta, que antaño ofrecía servicios gastronómicos, limitó su acceso.
Fue en el año 2013 que el equipo de inversiones de la Corporación CIMEX S.A, sociedad mercantil asumió el costo de la recuperación, con el propósito de luego encargarse de su posterior manejo. Explica Dolores Díaz Álvarez, inversionista principal de la obra, que el trabajo que se emprendió siempre tuvo en cuenta respetar los valores históricos y arquitectónicos de la edificación (y de paso se eliminaron todas las transformaciones indebidas que existían), sobre todo las fachadas, los cuatro accesos originales y las escaleras, y, al mismo tiempo, que esa tradición se combinara con modernidad, pues, por ejemplo, el mercado ya rehabilitado se gestionará con una plataforma inteligente que controlará el clima y la electricidad, suministrada en casi un 60 % por paneles solares.
Fue necesario antes de ejecutar las primeras intervenciones, acotó Dolores, llevar adelante un proceso de estudio, el cual recayó en la Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas (ENIA), del Ministerio de la Construcción.
Unos 550 trabajadores se insertarán en las dos plantas, realizando diferentes funciones. En la primera estarán ubicados un mercado perteneciente a la cadena CIMEX, una licorería, una confitería, los almacenes del edificio y espacios para el servicio de cuentapropistas. En la segunda podrá hallarse una moderna tienda de artículos para el hogar, una cafetería y algunas oficinas. Todo lo relacionado con los productos agropecuarios se concentrará en la fachada de la calle Matadero y parte de Cristina (también para las flores y los talleres para el arreglo de equipos electrodomésticos), donde se dispondrá un mobiliario funcional, capaz de realzar la imagen, la limpieza y la frescura de viandas y hortalizas. En diferentes puntos se habilitarán guardabolsos, buroes de información, servicios sanitarios, áreas de interacción social y de descanso, etcétera.
De esa manera, el popular Mercado de Cuatro Caminos recibirá su centenario en 2020, lleno otra vez de vida, después de más de un lustro de extensa restauración.