Excelencias Turísticas del caribe y las Américas
Reliquia volante de 85 años
EL DOUGLAS DC-3, CLÁSICO DE LA AVIACIÓN COMERCIAL, REVOLUCIONÓ EL TRANSPORTE AÉREO NO SOLO EN ESTADOS UNIDOS, SINO EN EL MUNDO ENTERO
Es indudable del desarrollo alcanzado en la actualidad por la aviación comercial. Nuevas y potentes aeronaves son herramientas imprescindibles para la transportación de personas, tanto en gestión personal como en función del turismo, pero todo tiene un inicio. A comienzos de la década del 30 del pasado siglo existió una fuerte competencia entre las compañías aéreas norteamericanas buscando controlar el mercado con nuevos aviones que les permitieran enlazar la costa este y oeste de Estados Unidos.
El Boeing 247 fue el que empezó a prestar este servicio en United Airlines. Como la Transcontinental and Western Airlines (TWA) no se hallaba en capacidad de entrar en la competencia,
su director, C. R Smith, solicitó a Donald Douglas el diseño y construcción de un aeroplano con el cual poder enfrentar a su rival. Así nació el Douglas DC-1 en 1932, que, aunque resultó promisorio, facilitó un año después la llegada de un nuevo modelo, el DC-2, que resultó un éxito.
NACE EL DC-3
El DC-2 constituyó el punto de partida para perfeccionar la aeronave luego de dos años de tarea. De ese modo vio la luz el DST (Douglas Sleeper Transport), que contaba con una versión de 14 a 16 literas para los vuelos nocturnos transcontinentales. Este avión, designado DC-3, revolucionó el transporte aéreo en Estados Unidos junto a varios ejemplares del DST, que comunicaban la costa este con la oeste en 15 o 17 h dependiendo de la dirección del vuelo y los vientos predominantes. El recorrido incluía tres paradas para el reaprovisionamiento de combustible.
Al desatarse la Segunda Guerra Mundial, la producción se dedicó de lleno a la satisfacción de las necesidades militares que imponía el conflicto. Preparado como transporte de pertrechos bélicos, paracaidistas, evacuación de heridos etc., asumió diferentes designaciones en función del arma en que se desempeñaba: C-47, para la Fuerza Aérea, R4D para la Aviación Naval, DC-3 Mk II Dakota para la RAF (Royal Air Force) Real Fuerza Aérea Británica. Del C-47 también se derivaron otras variantes militares. También fue construida bajo licencia en la URSS y Japón, como Lisunov Li-2 y Showa/Nakajima L2D, respectivamente.
Muchas aeronaves que tomaron parte en el conflicto, cuando este finalizó pasaron a ser vendidas a operadores civiles, otras las entregó Estados Unidos como ayuda militar a países aliados. La razón por la cual después de la guerra el número de DC-3 operativos en el mundo fuera mayor que la cantidad producida, se debió a la conversión de los C-47 en DC-3.
EL DC-3 EN CUBA
Cubana de Aviación se incluyó entre las aerolíneas que pusieron sus ojos en el DC-3. A término de la guerra, sus vuelos estaban a cargo de los Ford Trimotor y los Lockheed L-10C Electra. Con un amplio plan de expansión de nuevas rutas, había la necesidad de incrementar la flota.
Los primeros dos C-53D (versión de transporte de paracaidistas del C-47) adquiridos por Cubana de Aviación llegaron al
aeropuerto de Rancho Boyeros el 1ro. de marzo de 1945. Los técnicos cubanos se dieron a la tarea de modificar y acondicionar los C53D y convertirlos en DC-3A, asumiendo su decorado interior, la construcción de un servicio sanitario para pasajeros, galley para tres termos y otros accesorios, así como adaptaciones en los compartimientos de carga. Se instalaron 21 asientos en ese momento. Después se aumentaron a 27. Ya en el mes de mayo estaban operativos los dos aviones, que fueron matriculados NM-39 y NM-40 (en 1946 rematriculados CU-T7 y CU-T8).
El 15 de mayo de 1946 el gobierno norteamericano autorizó a Cubana de Aviación a operar con pasajeros y carga el trayecto Habana-Miami, convirtiéndose en la primera aerolínea latinoamericana en tener una ruta regular a esa ciudad, además con una frecuencia diaria.
El incremento de la flota del DC-3 continuó y ya en 1947 sumaban ocho. El último se adquirió en 1955. Otra aerolínea cubana, Aerovías Q, también los operó.
HECHOS RELEVANTES
Técnicos tanto de Cubana de Aviación como de la entonces CMQ-TV, acondicionaron en 1956 un DC-3 que volando en un circuito cerrado entre Key West y La Habana para que se viera en Cuba, en vivo y en directo, el juego decisivo entre los Dodgers de Brooklyn y los Yankees de New York, de la Serie Mundial de Pelota. Este suceso se repitió durante cuatro años consecutivos.
Los pocos DC-3 con que contaba Cubana de Aviación se sacaron de servicio en los años 62-63 para ser sustituidos por nuevas aeronaves soviéticas. Nuevamente en la década de los 80, Aerocaribbean y Aerotaxi incorporaron DC-3 a su flota.
En 1998 se estimó que unos 600 DC-3 o sus variantes se mantenían volando. Hoy su número ha descendido, pero subsisten ejemplares en el aire. Se trata de un clásico que ofrece una alta confiabilidad, un coste de operación bastante bajo y la satisfacción a los usuarios de recibir sus servicios en una «reliquia volante» que celebró en el actual año sus 85 cumpleaños.
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