Excelencias Turísticas del caribe y las Américas
Cartagena te espera
DESPUÉS DE MÁS DE CINCO MESES EN CUARENTENA, COLOMBIA LEVANTÓ UNO DE LOS CIERRES MÁS LARGOS DE AMÉRICA LATINA TRAS LA APERTURA ESTE SEPTIEMBRE A LOS PRIMEROS VUELOS INTERNACIONALES
Por Cartagena de Indias inició el reencuentro de Colombia con el «mundo» después de que el pasado 23 de marzo prohibiera el arribo de vuelos internacionales de pasajeros a sus aeropuertos, como parte de los protocolos de emergencia sanitaria para contener o evitar el contagio del nuevo coronavirus. Implantada entonces por un período de 30 días, hasta este septiembre se extendió la medida que acaba de ser levantada tras el primer viaje turístico que unió, bajo la modalidad «piloto», a Fort Lauderdale con la ciudad declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984 y que fundaran los españoles en 1533, atraídos por su magnífico puerto.
Colombia, el segundo país con mayor biodiversidad del planeta (da abrigo a más de 1 900 especies), ha dado luz verde a las operaciones con Estados Unidos, Ecuador, México, Bolivia, Brasil, República Dominicana
y Guatemala, cuyos ciudadanos podrán aterrizar no solo en el aeropuerto internacional Rafael Núñez, en Cartagena, sino también en el Alfonso Bonilla Aragón, en Cali; el José María Córdova en Rionegro (que sirve a Medellín), y en El Dorado, Bogotá. Todos poseedores del sello de Turismo Bioseguro, otorgado con el apoyo de la Organización Mundial del Turismo (OMT).
Quienes elijan cualquiera de los fantásticos destinos colombianos deberán presentar un resultado negativo de una prueba de PCR para el COVID-19 realizada no más de 96 horas antes de la hora estipulada para el vuelo, lo cual le permitirá entrar en contacto, en el caso de Cartagena,
Cartagena le permitirá al viajero entrar en contacto, en primera instancia, con su espectacular centro histórico delimitado por antiguas murallas construidas entre los siglos XVI y XVIII
en primera instancia, con su espectacular centro histórico delimitado por antiguas murallas construidas entre los siglos XVI y XVIII, donde se levantan números hoteles y restaurantes, antes de sucumbir a los muchos encantos que les aguardan en esta tierra bañada por el Mar Caribe.
Aunque en la actualidad no constituye el único punto de acceso al centro histórico como sucedía en el siglo XIX cuando se erigió sobre la muralla y servía de entrada principal hacia a la Plaza de los Coches, la Puerta del Reloj, Torre del Reloj o Boca del Puente, como también se le conoce, indica que se ha llegado a la Ciudad Amurallada, un sitio colmado de historia, mucha de ella asociada a más de 275 de dominio español y que podrán ir descubriendo mientras degustan las sabrosas galletas de coco, jaleas de guayaba y dulce de leche que se pregonan en El Portal de los Dulces.
Este puede ser un recorrido que los lleve hasta la iglesia de San Pedro Claver, la Catedral Santa Catalina de Alejandría, las plazas de La Proclamación y de Bolívar, el mercado de las Bóvedas, el Museo de Oro Zenú, el impresionante Teatro Adolfo Mejía (o Heredia), el Museo de Arte Moderno de Cartagena..., e incluso pasar cerca de la casa donde vivió el autor de Cien años de soledad, el Premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez.
MUCHO MÁS PARA RECORDAR
Parte del cetro histórico original en su época, el Barrio Getsemaní no solo queda muy próximo a la Ciudad Amurallada, sino que merece que se le dedique algún tiempo tanto por sus edificaciones coloniales, como por sus calles repletas de color a causa de la poderosa presencia allí del arte urbano. La Plaza de la Trinidad, el Callejón Angosto y Calle de la Magdalena son espacios mágicos que el visitante no deberá perderse en esta zona de la ciudad
El famoso Castillo de San Felipe de Barajas, el fuerte colonial más grande de Colombia, se distingue como una obra representativa de la arquitectura militar
llena de encanto bohemio, antes de que decida ponerse a bailar sin parar.
Considerada el territorio más lujoso de la ciudad, Bocagrande es una península situada al lado del centro histórico. Cuenta con playas populares (todavía cerradas), pero no se comparan con esas de aguas cristalinas y arena blanca, al estilo de Playa Blanca (Isla Barú), o Playa Bonita y Playa Libre (archipiélago Islas del Rosario), que merecen reservar alguna excursión, guardando las medidas de bioseguridad sugeridas por el Ministerio de Salud, a medida que vaya reabriendo de manera gradual.
El famoso Castillo de San Felipe de Barajas, el fuerte colonial más grande de Colombia, se distingue como una obra representativa de la arquitectura militar. Visita obligada en Cartagena, señorea en la colina de San Lázaro, ubicación estratégica que le posibilitó proteger la urbe de posibles invasiones. Se empezó a construir en 1536 y se terminó en 1657.
Alquilar un yate podría ser un buen regalo que se hagan los turistas si desean vivir experiencias sobrecogedoras, como ver grandiosos atardeceres fundirse con el mar entre las ruinas o sorprenderse con la belleza de ecosistemas prácticamente vírgenes e interactuar de cerca con la fauna y flora coralina al practicar deportes acuáticos en escenarios únicos e inolvidables.
Un sitio colmado de historias que podrán ir descubriendo mientras degustan las sabrosas galletas de coco, jaleas de guayaba y dulce de leche que se pregonan en El Portal de los Dulces