Excelencias Turísticas del caribe y las Américas
De América la preferida por los turistas
RECONOCIDA MUNDIALMENTE POR SU GENTE CÁLIDA Y HOSPITALARIA, UN CLIMA AGRADABLE DURANTE TODO EL AÑO Y HERMOSAS PLAYAS, REPUBLICA DOMINICANA REÚNE TODO LO QUE PUEDE MOTIVAR A UNA FAMILIA A TOMAR EL AVIÓN
República Dominicana sigue siendo la preferida no solo del Caribe, sino de la América toda. Aquellos que la han visitado una y otra vez, y suman miles de opiniones en la plataforma de viajes TripAdvisor, insisten en situarla en la posición 13 en el mundo, según los conocidos premios anuales Travellers’ Choice.
Así Dominicana, que cuenta con 84 000 habitaciones hoteleras repartidas entre 823 establecimientos, entró nuevamente en el selecto grupo de los destinos estrellas que se completa con Londres (Reino Unido), París (Francia), Creta (Grecia), Bali (Indonesia), Roma (Italia), Phuket (Tailandia), Sicilia (Italia), Mallorca y Barcelona (España), Estambul (Turquía), Goa (India) y Dubái (Emiratos Árabes). Un hecho que, a decir del ministro de Turismo, Javier García, representa, en medio de la crisis sanitaria actual (que aquí ha causado unas 2 000 muertes), «un espaldarazo al esfuerzo que hace el sector turístico dominicano para ofrecer un servicio extraordinario en un destino que lo tiene todo».
Y para asegurar que República Dominicana siga ocupando lugares cimeros como destino de preferencia, se ha puesto en marcha el denominado Plan de Recuperación Responsable del turismo, coordinado por el Ministerio de Turismo (Mitur). Ello significa que no será necesario presentar en los aeropuertos prueba COVID-19 con resultados negativos previo ingreso al país, ya que se estarán realizando pruebas aleatorias no invasivas, con prueba PCR desarrollada en Israel que utiliza el aliento. Las terminales aéreas, sin embargo, mantendrán protocolos sanitarios estrictos con la medida de temperatura, distanciamiento y mascarillas.
Como novedad, todos los turistas de corta estadía (extranjeros no residentes) que ingresen a la isla en lo que reste de año contarán con un plan de asistencia al viajero durante su primera estadía en un hotel que cuente con licencia de operación, que incluye las urgencias
ante un contagio de COVID-19, cubiertas por el Gobierno, a fin de garantizar la salud y el bienestar de los vacacionistas.
FELICIDAD EN FAMILIA
De puertas accesibles desde el pasado 1ro. de julio, entre ese «todo» del que se vanaglorea República Dominicana, despuntan las muchas opciones que ofrece para compartir en familia a lo grande. Le ayuda no solo el fabuloso clima, y que no solo las playas, las más soñadas, estén aseguradas, también invitan a refrescarse ríos, cenotes, manantiales, lagunas...
Hablando de estas últimas, hay unas cuantas que causan asombro, como las de agua dulce color esmeralda que cuida el Parque Nacional Cotubanamá (genial para aprender sobre la historia taína); esas que comunican las cuevas subterráneas de mayor extensión del país dentro del Parque Nacional Los Tres Ojos; o las que están protegidas junto a playas, bosques secos y cayos por ser parte del Parque Nacional Jaragua y, por tanto, de la Reserva de la Biosfera de la UNESCO. A pocos kilómetros de Jaragua, considerado también el más grande de su tipo, se halla la Sierra de Bahoruco, único bosque nublado del Caribe, e ideal, como esos mencionados espacios, para salir a caminar acompañados por las personas que más se quieren.
No obstante las playas son tan fantásticas que resultan irresistibles. Transparentes y cálidas si se desea un largo y placentero baño antes de tumbarse a tomar sol; o llenas de «energía interna superior» que les garantiza numerosos seguidores entre los amantes que existen en el mundo de deportes acuáticos como el surf, el kitesurf y el windsurf. Playas como Bonita, Blanca, Cabarete, Las Terrenas, Encuentro y Macao se han llenado de reputación por sus poderes para retar a los más intrépidos.
Hay otras, sin embargo, que atraen como imanes hacia las profundidades donde peces diversos y veloces, tortugas, rayas águila… aseguran que no se extrañe la vida entre arrecifes de coral, cuevas submarinas, restos de galeones... En sitios como las islas Saona y Catalina, Playa Frontón en Las Galeras o Cayo Arena el buceo puede parecer un lujo por la manera como colma los ojos curiosos de belleza.
Se dice, y no es simplemente por hablar, que Quisqueya se pinta sola para elevar el espíritu, para la aventura y la diversión, sin importar el sexo o la edad que se tenga. A veces solo basta tener el ánimo de Indiana
Entre ese «todo» del que República Dominicana se siente orgullosa sobresalen no solo las playas más soñadas, sino también espectaculares ríos, cenotes, manantiales, lagunas... que invitan a refrescarse
Jones para permitirse el placer de descubrir el increíble universo escondido en las cuevas dominicanas. Una de ellas, la llamada «de las Maravillas», próxima a La Romana, presume de sus cientos de pictografías taínas; mientras la Cueva de Iguabonita se distingue, en tanto, por sus portentosas formaciones de piedra caliza, por solo citar dos casos.
MARCAS EN LA MEMORIA
Imaginemos que lo que hace viajar a la familia es el arte y la cultura, o esa comida que asombra y ha conseguido que República Dominicana sea declarada por la Academia Iberoamericana de Gastronomía (AIG), en dos ocasiones, Capital de la Cultura Gastronómica del Caribe.
Mientras tanto, aprender continuará siendo un modo de elevar el espíritu, máxime si se hace en familia. Ayuda recorrer juntos lugares relacionados con la historia de nuestros pueblos o que despiertan algún interés.
Se dice que Quisqueya se pinta sola para elevar el espíritu, para la aventura y la diversión. A veces solo basta tener el ánimo de Indiana Jones para permitirse el placer de descubrir el increíble universo escondido
En el primer grupo, por ejemplo, se sitúan los primeros edificios y monumentos del continente que engalanan las calles de la Ciudad Colonial de Santo Domingo.
Alcázar de Colón resalta entre los más visitados. Y es que en este palacio estilo gótico y renacentista vivió al lado de su esposa María de Toledo, sobrina del rey Fernando de España, Diego Colón, hijo del Almirante, quien por cierto solo construyó una residencia en el continente, La Isabela, sobre un acantilado con vistas al mar en la provincia de Puerto Plata, donde aún permanecen sus ruinas.
También los restos del San Nicolás de Bari hablan del siglo XVI cuando se construyó, entre 1503 y 1508, el hospital más antiguo de América y que luego sirvió como modelo para otras instituciones sanitarias similares del Nuevo Mundo.
Volviendo al tema de la cocina, se asegura que en Santo Domingo, por ejemplo, existen más restaurantes que cualquier otra ciudad en el Caribe o América Central, donde se sirven especialidades no únicamente dominicanas, caribeñas y latinas, sino de todos los rincones del mundo. Eso sí, sería un desperdicio visitar «la Bella» y no probar un plato como bandera dominicana (carne guisada o frita con arroz, frijoles y tostones) acompañado por una cerveza Presidente; o dejar de pasar por esos mercados colmados de frutas y quedarse con esos sabores frescos y únicos pegados en su memoria, mientras siempre se podrán llevar a casa el buen ron, el buen café y las buenas nueces de macadamia.