Excelencias Turísticas del caribe y las Américas

El secreto mejor guardado del Caribe

ESTA VEZ LES PROPONGO UN VIAJE POR LA HISTORIA BÉLICA Y EL BUCEO MÁS APASIONANT­E A TRAVÉS DEL MUNDO QUE TERMINA EN SANTIAGO DE CUBA, DONDE SE HALLAN LOS PECIOS DE LA ESCUADRA ESPAÑOLA DEL ALMIRANTE CERVERA

- TEXTO: TEODORO RUBIO CASTAÑO FOTOS: ARCHIVO EXCELENCIA­S / VICENTE GONZÁLEZ

Para los amantes del buceo en pecios en particular y para aquellos submarinis­tas que buscan emociones fuertes, existen varios lugares imprescind­ibles y muy apreciados en el mundo. Voy a destacar algunos de ellos:

El SS Thistlegor­m era un carguero británico que hundió la Luftwaffe alemana durante la Segunda Guerra Mundial, el 6 de octubre de 1941, en aguas próximas a Sharm el Sheikh, en el Mar Rojo. Es unos de los pecios más emblemátic­os del planeta por la espectacul­aridad que supone curiosear entre la gran cantidad de vehículos militares y material bélico que transporta­ba en su interior con el objetivo de frenar el avance del entonces imparable Deutsches Afrikakorp­s, del Mariscal de Campo del Tercer Reich, Erwin Rommel, conocido como el Zorro del Desierto, en la campaña del norte de África.

En la laguna Truk, en el archipiéla­go de la Micronesia en el Océano Pacífico, hay más de 70 pecios entre barcos y aviones japoneses que fueron hundidos por los estadounid­enses durante la Operación Hailstone entre el 17 y el 18 de febrero de 1944, episodio conocido como el Pearl Harbour japonés, durante el conflicto armado que sostuviero­n el Imperio del Sol Naciente y Estados Unidos de América, cuando la Segunda Guerra Mundial.

Scapa Flow se nombra una bahía natural en las islas Orcadas, al norte de Escocia, en el Reino Unido, que sirvió de base naval a la Royal Navy en las dos guerras mundiales. Luego del Armisticio de la Primera y por imposición del Tratado de Versalles, Alemania se vio obligada a que su Armada Imperial permanecie­ra amarrada allí por los aliados tras su derrota. El 21 de junio de 1919 el vicealmira­nte germano Ludwig von Reuter decidió hundir la flota para que no fuera utilizada por el enemigo. Así,

en pocas horas, 74 buques zozobraron con productos de sus dotaciones.

Años más tarde fueron reflotados casi todos, pero permanecen en el fondo ocho unidades entre 20 m y 50 m de profundida­d con una visibilida­d de 2 a 20 m y con una temperatur­a de 8º a 14º de temperatur­a. Un buceo técnico y a veces extremo en los pecios del Kaiser.

Este viaje por la historia bélica y el buceo más apasionant­e nos transporta a Santiago de Cuba, en el Mar Caribe, donde se hallan los pecios de la escuadra española del Almirante Cervera, hundida en desigual combate el 3 de julio de 1898 por su homóloga estadounid­ense al mando del Almirante Sampson durante la Guerra Hispano-Cubano-Norteameri­cana. Este combate sería determinan­te para el desastre español del 98: una derrota humillante para España que provocó el fin de la contienda y una fácil victoria para la joven nación americana.

En definitiva, esta guerra dio un vuelco a la Historia de la Humanidad porque supuso el final de un imperio, el español, y el nacimiento de otro, el estadounid­ense, o sea, conllevó a un cambio geopolític­o a nivel global.

Los pecios de la escuadra de Cervera son, a mi juicio, el mejor secreto guardado del Caribe porque resultan grandes desconocid­os. Aunando muchas de las cualidades que tienen esos magníficos destinos de buceo en pecios que he descrito con anteriorid­ad, puedo decir que los pecios de Cervera constituye­n los restos de una escuadra de combate de finales del siglo XIX en aguas cálidas, normalment­e tranquilas, con gran visibilida­d y en un lugar idílico como es el Caribe, donde se funden una exuberante vegetación de un verde esmeralda con un mar azul turquesa, formando un entorno inigualabl­e de singular belleza. Representa­n, en resumen, un incunable sin parangón.

El área donde yacen los pecios pertenece a un parque arqueológi­co marítimo terrestre que engloba el cinturón defensivo de Santiago de Cuba y sus aguas adyacentes conocido como Batalla Naval de Santiago de Cuba 1898, donde se encuentran los restos de cinco barcos españoles y

Para los amantes del buceo en pecios existen varios

lugares imprescind­ibles y muy apreciados en el mundo, en sitios como el Mar Rojo, en el archipiéla­go

de la Micronesia o en las islas Orcadas

dos estadounid­enses con mayor o menor grado de conservaci­ón, en cualquier caso colapsados por el tiempo y por la Historia, que son Monumento Nacional de la República de Cuba y aspiran a Patrimonio de la Humanidad.

La insularida­d de Cuba y el hecho de quizá haberse incorporad­o tarde al negocio del turismo de masas, a lo que se sumó la carencia de infraestru­cturas necesarias para la práctica del buceo deportivo, han provocado que estos pecios no sean conocidos como realmente se merecen y que no hayan sido publicitad­os y, por tanto, ignorados y hasta olvidados. Aunque esa ha sido, al mismo tiempo, su gran oportunida­d, porque se han conservado por casi 123 años bajo el Mar de las Antillas y ahora puede ser el momento para darlos a conocer y disfrutar de una inmersión en la Historia con el máximo respecto, sostenibil­idad y protección, al estar asociado a un proyecto de protección y gestión del Patrimonio Cultural Subacuátic­o, que tiene como referente la Convención de 2001 de la UNESCO.

El director de CUBASUB y de este proyecto, que ha contado con la inestimabl­e colaboraci­ón de institucio­nes cubanas e internacio­nales, es el doctor Jesús Vicente

González Díaz, quien trabaja escoltado de un equipo multidisci­plinario de submarinis­tas, biólogos marinos, historiado­res, arqueólogo­s subacuátic­os, ingenieros y licenciado­s en diversas áreas artísticas.

CUBASUB aspira a que el proyecto tenga otros alcances, que posibilite dinamizar esa área costera de Santiago de Cuba e impulse la creación de un centro de buceo en la zona, que se convierta en un referente en cuanto a protección, sostenibil­idad, seguridad y calidad; y se constituye en un potente polo de atracción para submarinis­tas de todo el mundo con el nombre de: «Una inmersión en la Historia».

El proyecto se distinguir­á, fundamenta­lmente, por su espíritu divulgador y de difusión con el fin de crear conciencia colectiva sobre la importanci­a de la protección del Patrimonio Cultural Sumergido y la salvaguard­a de la biodiversi­dad de sus espacios marinos para las generacion­es venideras. En ese sentido, su vínculo con la UNESCO será determinan­te.

Los siete pecios: el Skow, el Merrimac, el Furor, el Plutón, el Oquendo, el Vizcaya y el Colón, ofrecen la posibilida­d de un buceo deportivo muy espectacul­ar tanto para buceadores noveles como para los más experiment­ados.

Estoy convencido de que no dejarán a nadie indiferent­e, si además acaban conociendo los hechos que convirtier­on a estos barcos en retazos de la existencia de Cuba, de España, de los Estados Unidos y, por ende, de la historia Universal.

Los pecios de Cervera constituye­n los restos de una escuadra de combate de finales del siglo XIX en aguas cálidas, normalment­e tranquilas, con gran visibilida­d y en un lugar idílico como es el Caribe, donde se funden una exuberante vegetación de un verde esmeralda con un mar azul turquesa, formando un entorno inigualabl­e de singular belleza

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 ??  ?? Laguna Truk.
Laguna Truk.
 ??  ?? SS Thistlegor­m.
SS Thistlegor­m.
 ??  ?? Restos del área de máquinas del destructor Furor.
Restos del área de máquinas del destructor Furor.
 ??  ?? Pecio del Buque Carbonero USA USS Merrimac.
Pecio del Buque Carbonero USA USS Merrimac.
 ??  ?? Restos del mástil y la cofa del acorazado Almirante Oquendo.
Restos del mástil y la cofa del acorazado Almirante Oquendo.

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