Cinco Dias - Cinco Dias - Executive Excellence (ABC)
Burocratización: cáncer organizacional
Me gustaría hablar de cómo superar la inercia que ha mantenido atascadas a tantas organizaciones. Me pregunto cómo hemos llegado a creernos tan seguros de nuestras propias instituciones, cómo puede estar bien que solamente el 13% de los empleados en todo el mundo estén plenamente comprometidos con su trabajo, cómo hemos podido dar por bueno que en EE.UU. solamente el 70% de los puestos requieran algo de originalidad o que en Europa sólo el 12% de los empleados digan que son consultados antes de que se les planteen los objetivos de su tarea. Me pregunto cómo es que, en la típica compañía con más de 5.000 empleados, los trabajadores de primera línea tengan por encima de ellos hasta ocho niveles de gestión, o por qué el 50% de las personas dicen haber cambiado de trabajo para alejarse de jefes autocráticos o incompetentes.
¡No puede estar bien que el
79% de los encuestados de un reciente estudio desvelen que las nuevas ideas dentro de sus organizaciones son recibidas con escepticismo o directamente con hostilidad! ¡O que el 76% de otro afirmen que las conductas políticas influyen mucho a la hora de ascender dentro de las organizaciones!
Nuestras organizaciones son inhumanas por la manera en la que han sido diseñadas, lastran inercias que son resultado de estructuras de poder que dilatan los tiempos de respuesta
¿Cómo podemos vivir con todo esto? Lamentablemente, no debería sorprendernos, porque nuestras organizaciones son inhumanas por diseño, es decir, por cómo han sido concebidas. Lastran tremendas inercias que no son resultado de empleados con fobia al cambio, sino de estructuras de poder que generan largos tiempos de respuesta desde el momento en el que se percibe algo y el momento en el que es respondido. Nuestras organizaciones son instrumentales, porque la burocracia deja muy poco espacio a lo artístico, a la curiosidad, a la intuición, al deseo de divertirse y jugar que propician la innovación; pero, sobre todo, nuestras organizaciones carecen de nobleza. ¿Cuántas veces ha escuchado dentro de su empresa palabras como amor, belleza, verdad, valor o justicia? Las burocracias son zonas emocionalmente muertas. Como resultado, nuestras organizaciones son mucho menos capaces de adaptarse, menos innovadoras y cuentan con personas carentes de pasión. Son menos humanas, y esto no hace más que empeorar.
Desde 1983, el tamaño de la clase burocrática no ha parado de crecer, hasta duplicarse desde esa fecha, mientras que el resto de los puestos han caído un 40%. Esto sucede en todo el mundo y va acompañado de un descenso de la productividad. Si estamos atascados, no es porque carezcamos de modelos a seguir. Tenemos suficientes ejemplos para saber que podemos eliminar las “bendiciones” de la burocracia, podemos aumentar el control, la consistencia y la coordinación sin tener que emplear el 30% de todo el trabajo en aspectos burocráticos.