Cinco Dias - Cinco Dias - Executive Excellence (ABC)
CAMBIOS CONSTRUCTIVOS DESDE ABAJO
Necesitamos aproximarnos a este hecho con un planteamiento que rodee la estructura de poder clásica y que funcione de abajo a arriba. Al respecto, me gustaría comentarles el test que hicimos en una empresa global de ropa.
Cuando sustituyamos la resignación por la indignación y admitamos que nuestras organizaciones están enfrentadas con nuestros valores, podremos cambiarlas
Invitamos a 3.000 personas de todo el mundo a un hackathon online. Cada semana, durante ocho, les presentamos un principio post-burocrático, como el de la desagregación, y les preguntamos que, si nos tomásemos en serio ese principio, qué cambiarían en sus organizaciones. Al final de varias semanas, teníamos 500 hacks para la gestión. Estos se presentaron a 10.000 revisiones entre pares y de ahí nacieron 20 experimentos.
El resultado es que sí se puede empezar a cambiar la burocracia, pero nunca puedes hacerlo de arriba a abajo. Todos los procesos manuales se cambiaron desde abajo hacia arriba, generando un cambio socialmente constructivo. Ya seas un CEO o un empleado de primera línea, retar el statu quo requiere de mucho valor. Es como una especie de guerra.
Pese a todo, quisiera acabar con algunas apreciaciones esperanzadoras. Hace 300 años, la autoridad monárquica se daba por hecho en todo el mundo, parecía algo tan natural como la gravedad.
Hoy muy pocos de nosotros estaríamos dispuestos a vivir en sociedades donde los reyes tuvieran el poder absoluto y este derivase de un “accidente” de nacimiento. Hace unos años, la esclavitud parecía un hecho implacable. Algunos seres humanos estaban destinados a ser propiedad. Afortunadamente hoy vemos a la esclavitud como algo repugnante.
Hace cien años, el patriarcado estaba tremendamente institucionalizado, de tal manera que las mujeres estaban sojuzgadas bajo los hombres. Hoy reconocemos eso como una tremenda injusticia.
En definitiva, los sistemas sociales tremendamente asentados, como la burocracia, pueden ser cambiados. Si echamos la vista atrás, vemos que nunca han sido modificados desde la perspectiva de una argumentación utilitarista, no se han variado para ser más productivos o para ganar más dinero. Aquello que siempre ha conseguido resquebrajar los cimientos de entornos sociales asentados, aunque abocados al fracaso, no ha sido el argumento pragmático, sino el argumento moral. No se trataba de “eso no funciona”, sino de “eso está equivocado”.
El argumento moral, no el pragmático, ha sido el que siempre ha conseguido resquebrajar los cimientos de entornos sociales abocados al fracaso
En mi opinión, las instituciones cambiarán cuando lo hagamos nosotros, cuando sustituyamos la resignación por la indignación, cuando admitamos finalmente que nuestras organizaciones están enfrentadas a nuestros valores, no solamente por ensuciar el medio ambiente o por el modo en el que utilizan la información personal para disrumpir los procesos políticos, sino también por ir en contra de nuestros principios en la manera en la que tratan a las personas, consumiendo sus vidas.
Cuando esa convicción integre nuestra forma de pensar, cuando estemos dispuestos a prescindir de los intereses personales para defender este cambio, entonces tendremos la oportunidad de construir organizaciones que sean tan maravillosas como las personas que están dentro de ellas
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