Cinco Dias - Cinco Dias - Executive Excellence (ABC)
Del conflicto comercial a la “guerra fría” tecnológica
La sensación de vértigo con la que cerramos el año pasado no termina de disiparse. Es cierto que los datos de actividad y el comportamiento de los mercados financieros han sido en estos primeros meses del año, en general, mejor de lo esperado, pero la balanza de riesgos sigue muy desequilibrada, pues el ruido que transmiten los principales focos de inestabilidad (guerra comercial, Brexit, etc.) se ha intensificado, especialmente, en el último mes. De manera que, en estos momentos, lo más realista es anticipar un enquistamiento de los problemas a corto plazo, lo que obligará a incorporar un aumento de la incertidumbre en las previsiones macroeconómicas.
Sin embargo, frente al aumento de la inestabilidad, el crecimiento económico sigue mostrando una elevada resiliencia, entendida como la capacidad de la actividad para retornar a los ritmos tendenciales (potenciales) una vez que se mitigan las perturbaciones o shocks de corto plazo. De hecho, los datos de actividad del primer trimestre han vuelto a sorprender de manera positiva, pues prácticamente todas las principales economías experimentaron una mejora después del parón del segundo semestre del año pasado. El ritmo de avance trimestral del crecimiento de la actividad mundial se situó en el 0,7% (cerca del 3% en términos anualizados), una décima más que en los dos trimestres anteriores. Por países, destaca la aceleración del PIB en EE.UU. (del 0,5% al 0,8%) y, especialmente, la de Alemania (del 0% al 0,4%) e Italia (del -0,1% al 0,2%), países que estuvieron rozando la recesión en la última parte del año pasado.
Evolución del PIB (*)
Comercio mundial El buen comportamiento del consumo público y privado por el lado de la demanda y del sector servicios por el lado de la oferta están permitiendo compensar la debilidad del comercio y sus efectos negativos sobre los sectores industriales, aprovechando la existencia de unas condiciones financieras muy laxas y cierta relajación de la política fiscal en un buen número de países. El resultado de todo ello es que el mercado laboral sigue manteniendo un comportamiento dinámico, como reflejan los máximos históricos alcanzados por la tasa de empleo en 25 países de la OCDE, incluyendo Gran Bretaña, Canadá, Alemania o Australia.
Sin embargo, las restricciones en la oferta de trabajo, especialmente en los segmentos con perfiles técnicos, no están presionando los salarios ni, por tanto, trasladándose a la inflación, lo que está permitiendo contar con más margen a los bancos centrales. De hecho, la principal novedad en política económica durante los primeros meses del año ha sido el cambio de expectativas sobre la senda de evolución de los tipos de interés oficiales. Si hasta finales del año pasado se anticipaba la continuidad del proceso de normalización monetaria liderado por la Reserva Federal, las expectativas han cambiado de forma drástica y, ahora, se piensa que los tipos de interés pueden bajar en los próximos trimestres.