CaixaBank, Santander y BBVA pagarán dos tercios del impuesto
Quedarán exentas del pago del impuesto todas las cajas rurales, excepto Cajamar, y los bancos extranjeros comerciales que operan en España.
El impuesto extra de 1.500 millones anuales con el que el Gobierno gravará a la banca lo pagarán al 66% entre CaixaBank, BBVA y Santander.
Los tres abonarán con cargo a los resultados de 2022 en torno a 1.000 millones. Los 500 millones restantes se repartirán entre seis entidades más, las siguientes por tamaño en el ránking español. Se trata de todas las cotizadas más Ibercaja, Kutxabank y Cajamar y algunas financieras de consumo.
Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, calcula que el tributo supondrá en su caso el pago de entre 400 y 450 millones de euros.
CaixaBank es, a mucha distancia del resto, el primer banco de España y cuenta con cuotas superiores al 25% en varios negocios. La base imponible en su caso es muy elevada no solo por su tamaño, sino también porque el negocio de financiación al consumo también está sujeto al impuesto, así como las comisiones que cobra gracias a los acuerdos de bancaseguros.
BBVA, por su parte, anunció ayer que la tasa impositiva del 4,8% que gravará los ingresos por intereses y las comisiones en España drenará de su beneficio 250 millones el primer año.
Santander no ha hecho pública ninguna cuantificación sobre el impacto del tributo. Según fuentes del mercado, a la vista de los ingresos declaSegún rados el año pasado, el impuesto podría rondar los 300 millones de euros.
El Gobierno sostiene que los bancos van a conseguir fuertes beneficios solo por el hecho de que los tipos de interés están subiendo porque eso les hará ganar más dinero con los créditos, especialmente con las hipotecas, su gran fuente de ingresos.
la banca, esa premisa es falsa. Primero, porque el deterioro económico actual puede provocar una caída del negocio y una subida de la morosidad que borre parte de esas ganancias. Y segundo, porque alegan que lo anormal era la situación vivida los últimos seis años, que ha estado marcada por tipos de interés negativos, lo que ha castigado sus márgenes.
El Gobierno quiere prohibir por ley y castigar con fuertes multas que el sector repercuta en los consumidores el impuesto, a pesar de que la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) exige a las entidades que trasladen todos los costes de sus productos, incluidos los tributarios, en el precio de sus créditos.
La tasa afectará también a las grandes financieras de consumo. Las mayores son Financiera El Corte Inglés, Santander
Consumer, CaixaBank Payments & Consumer y Cetelem, filial de BNP Paribas.
La patronal Asnef dijo ayer a EXPANSIÓN que el impuesto provocará una contracción de la oferta de crédito por parte de las financieras, y distorsionará la competencia, ya que hay entidades no reguladas que operan en este negocio y que no pagarán el impuesto. Este sector concedió el año pasado en España unos 23.650 millones en financiación. Asnef intentará que la proposición de ley se suavice durante la tramitación parlamentaria.
Hacienda mantuvo ayer una reunión técnica con representantes de la banca en la que se limitó a tomar nota de ciertas observaciones, según fuentes financieras.