Más claridad para el ahorro energético
Nadie debería dudar de la necesidad de emprender medidas de ahorro energético en los próximos meses. El cierre del gas ruso se da por descontado y su impacto en la economía de la eurozona, con unos precios energéticos ya disparados, va a ser notable. Pero esas medidas de ahorro, por el hecho de que afectarán a empresas, ciudadanos y distintas escalas de la Administración, deberían haber sido presentadas con mucha más claridad y con un debate previo mayor. Sólo así se podría conseguir que el cumplimiento de las mismas sea el deseado. Sorprende, por tanto, que cuatro días después de su presentación en un tardío Consejo de Ministros, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, esté matizando algunos de los anuncios. Parece que, tras la advertencia de comunidades como el País Vasco, se ha visto la incompatibilidad en algunas ocasiones de temperaturas de 27 grados con el derecho laboral. La presentación de las medidas fue confusa tanto en su alcance como sobre los afectados o el régimen sancionador, y ha generado muchas dudas e incertidumbres entre los empresarios, al tiempo que varias comunidades autónomas han mostrado su malestar por no haber sido consultadas. Dado que son precisamente las autonomías y los ayuntamientos los que tendrán que velar por el cumplimiento de las medidas, deberían haber sido integrados en la toma de decisiones. A fin de cuentas, el ahorro energético es un camino que no se va a poder eludir en los próximos meses y no se entienden ni oposiciones numantinas, ni la falta de medidas directas por parte del Gobierno para predicar con el ejemplo.