Santander y BBVA aceleran la captación de clientes, con 7 millones nuevos
La entidad liderada por Ana Botín ha sumado 400.000 clientes sólo en España desde diciembre y el grupo encabezado por Carlos Torres ha ganado 490.000 usuarios.
Santander y BBVA aceleran la captación de clientes en el conjunto de sus mercados. Los dos grandes grupos españoles, con consolidadas franquicias internacionales, cerraron el primer semestre con una base de clientes conjunta de 242 millones de particulares y empresas.
Las dos bancos han sumado 6,9 millones de usuarios desde finales de 2021, con un incremento próximo al 3%.
Del total, de 242 millones de clientes, Santander concentra 156,9 millones. Ha captado cuatro millones de clientes en seis meses, lo que supone un crecimiento del 2,6% sobre las cifras de diciembre.
En España, el gran mercado –junto a México–, en el que Santander y BBVA compiten directamente, el grupo de origen cántabro tiene 13,9 millones de clientes totales. La captación bruta ha alcanzado 400.000 clientes en el semestre.
BBVA, por su parte, trabaja con 85,1 millones de usuarios en todo el mundo. Cerca de tres millones se han sumado desde diciembre, con un crecimiento del saldo del 3,5%.
En España, donde BBVA tiene 10 millones de clientes totales, el banco ha captado 490.000 clientes en términos brutos en seis meses.
Las cifras de clientes publicadas por las entidades no siempre son homogéneas.
El impulso de la banca digital está contribuyendo a aumentar la ganancia de clientes
Estrategias
La ganancia de usuarios totales ha cobrado más importancia para Santander en los últimos trimestres, si bien actualmente no tiene objetivos públicos de incremento de clientes. En 2015, en los primeros planes estratégicos que Santander diseñó tras acceder a la presidencia Ana Botín, Santander sí llego a asumir compromisos comerciales de clientes ante el mercado.
“La base de clientes sigue creciendo y el número de clientes que son leales al banco también. Éste es el elemento sobre el que se configuran los muy buenos resultados del primer semestre”, indicó hace una semanas el consejero delegado, José Antonio Álvarez, durante la presentación de las cuentas hasta junio.
De las tres grandes geografías del grupo, Sudamérica, con el motor de Brasil, lidera el incremento de la clientela. La región completó el semestre con una subida interanual del 11% en el número de clientes totales, hasta 65,8 millones. Norteamérica, fundamentalmente México, registró un alza del 3% (25,3 millones) y Europa, del 1% (46,4 millones).
Santander, centrado en el pasado en la vinculación de los clientes, ha actualizado este enfoque en los últimos dos años y ha comenzado a complementar los esfuerzos de fidelización de clientes con los de captación.
BBVA, por su parte, también está volcado en crecer en clientes. Entre los grandes bancos españoles, la entidad presidida por Carlos Torres es la única que actualmente tiene objetivos públicos de ganancia de clientes.
“La digitalización está acelerando la captación de nuevos clientes, 5,3 millones [brutos] en la primera mitad del año, el doble que hace solo cuatro años”, señaló Onur Genç, el consejero delegado, al presentar las últimas cuentas semestrales.
El nuevo plan estratégico anunciado por el grupo en noviembre prevé la captación hasta 2024 de 10 millones de clientes “objetivo”. Es decir, usuarios “en los que BBVA quiere crecer y retener por considerarlos de alto valor, ya sea por su nivel de activos y pasivos o por su grado de transaccionalidad”.
Del total de 10 millones de nuevos clientes previstos para 2024, BBVA ya lleva acumulados 2,4 millones.
Como Santander, BBVA viene incrementando en los
Santander tiene 13,9 millones de clientes totales en España y BBVA alcanza en torno a 10 millones
últimos años de forma continuada su base de clientes, tendencia en la que sólo hizo un alto a mediados del año pasado, coincidiendo con la venta de su filial estadounidense. Su traspaso a PNC supuso la cesión de 2,6 millones de clientes en el país.
Las estrategias comerciales de los dos grandes bancos, como las del resto del sector, han estado condicionadas en los últimos años por varios factores.
Uno de ellos es la operativa digital. Las nuevas capacidades tecnológicas están facilitando la captación de usuarios de forma remota y sin necesidad de una tupida red física. Además, la banca digital, menos costosa para el sector, está permitiendo ahora que incluso clientes que sólo tengan contratado un único producto puedan ser rentables.
La política de precios y la calidad del servicio, especialmente en el escenario vivido de ajustes de plantilla y red, también están determinando los diferentes posicionamientos competitivos.
En los últimos años, condicionados por los tipos de interés negativos, los bancos han enfocado la batalla por el cliente en los precios del crédito, el cobro o la exención de comisiones, y ganchos comerciales como los premios en efectivo, con los que se ha intentado suplir parcialmente la ausencia del incentivo de la remuneración del ahorro.
Este contexto ha empezado a cambiar ahora por primera vez en años. El nuevo ciclo de subidas de tipos provocará que la remuneración del pasivo vuelva a integrarse en las estrategias comerciales, aunque aún es incierto el horizonte en el que este giro empezará a materializarse.