El Ibex claudica y pierde los 8.000 puntos
Una advertencia sobre resultados del gigante estadounidense FedEx deteriora aún más el fondo de mercado. El foco a corto plazo de los inversores está en la Fed y en las elecciones italianas.
El Ibex había logrado aguantar el chaparrón de ventas que supuso el mal dato de IPC estadounidense el lunes y conservar la importante cota psicológica de los 8.000 puntos. Pero ayer no contó con apoyos suficientes para que se obrara el milagro una vez más. En realidad, lo tuvo difícil, ya que el temor de los inversores a una súper subida de los tipos de interés en EEUU sube cada día que pasa.
Ayer, además, se unió otra mala noticia: el gigante estadounidense FedEx anunció una alerta sobre menores beneficios que se traducía en un desplome a media sesión del 24%, el más abultado en 40 años. La compañía de envíos es un termómetro del estado de salud de la economía americana, que da síntomas de enfriamiento, pero que no responde aún al tratamiento de la Reserva Federal para que baje la inflación. En definitiva, un escenario de incertidumbre que a los mercados no gusta nada.
Por si fuera poco, ayer hubo vencimiento de derivados, la denominada cuádruple hora bruja, en la que vencieron futuros y opciones sobre índices y acciones. Un evento que provocó un episodio de cierta volatilidad, aunque sin consecuencias de calado de cara al desenlace final de la sesión.
Descensos generalizados.
Al final, el Ibex cerró con un descenso del 1,25%, hasta los 7.984 puntos. Ahora, los expertos apuntan a los 7.700 puntos como soporte inmediato más importante. El recorte del Ibex estuvo en línea con las caídas de otros índices europeos, así como estadounidenses. Entre los primeros, destacó la caída del Dax alemán, del 1,66% condicionada por Deutsche Post, que, influido por la alerta de FedEx se dejó el 6,58%. El Cac francés restó el 1,31% y el Ftse MIB italiano, el 1,14%. Precisamente, la proximidad de las elecciones italianas empieza a pesar en el ánimo de los inversores europeos: la incertidumbre política es otro de los factores que ahuyenta al dinero.
El Ftse británico cedió el 0,62%, en un contexto de debilidad de la libra esterlina, que marcó un nuevo mínimo desde 1985 en un contexto de fuertes subidas de tipos en EEUU. Se cambiaba a 1,14 dólares por libra al cierre de las bolsas europeas. Justo ayer fue el 30 aniversario del black wednesday de la divisa británica, día en el que tuvo que salirse del Sistema Monetario por un ataque especulativo.
Wall Street, sin alicientes.
Los índices estadounidenses daban continuidad a las caídas, por lo que, aparentemente, el rebote de principios de mes podría haber legado a su fin. El Dow Jones restaba el 1,25%, mientras que el S&P 500 caía el 1,47% y el Nasdaq, el 1,76%.
Además de FedEx, sufrían las tecnológicas, con Amazon y Apple y sus caídas del 2,9% y el 2% entre los destacados a la baja de la sesión.
Otros protagonistas.
Los bancos españoles, encargados de sostener al Ibex en las últimas sesiones, corrigieron ayer excesos con caídas que oscilaron entre el 0,97% de Santander y el 3,77% de Sabadell.
Con todo, Cellnex se llevó la peor parte de la presión vendedora en el Ibex, con una caída del 5%. Algunos operadores explican que la compañía, con una deuda importante y sin presentar aún beneficios, no seduce a los inversores. El valor cerró en mínimos de marzo de 2020, en lo peor de la crisis financiera por la pandemia.
Indra lideró las alzas, con un avance del 2,32%, después de que el fondo Amber alcanzara el 9,99% del capital con el visto bueno del Gobierno.