Meloni asegura un Gobierno europeísta en Italia
El perfil de los ministros designados por la nueva primera ministra italiana manda un mensaje de tranquilidad a la UE, a la OTAN y a los mercados.
Casi cuatro semanas después de celebrarse las elecciones generales, ya tenemos el primer gobierno de la XIX Legislatura de la Historia de la República italiana. Y lo va a encabezar, por primera vez, una mujer: la romana Giorgia Meloni, líder de la formación Hermanos de Italia. Meloni logró el “incarico” del Presidente de la República, Sergio Mattarella, de formar gobierno tras un encuentro de hora y media con el veterano jurista y político siciliano, en el que le dio todas las garantías de que continuaría con la línea europeísta marcada por Mario Draghi. Y la mejor muestra de ello son los nombramientos ministeriales, donde aparece con letras mayúsculas lo más cercano al Partido Popular Europeo (PPE).
Hasta hace unos días prácticamente nadie discutía que la cartera de Asuntos Exteriores debía ir a parar a manos del dirigente más europeísta de la coalición del centroderecha, que no es otro que Antonio Tajani, parlamentario europeo durante casi tres décadas y presidente de la Eurocámara entre enero de 2017 y junio de 2019. Pero las declaraciones de su jefe de filas, el exprimer ministro Silvio Berlusconi, hablando de su estrecha amistad con Vladímir Putin, añadido a sus críticas al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y desmarcándose de la línea de sanciones de la UE contra la Federación Rusa, hicieron presagiar lo peor en relación al futuro de Tajani. Pero el veterano político, muy conocido en círculos comunitarios, fue el pasado jueves a hablar con los principales dirigentes comunitarios (entre ellos, la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen), para ofrecerles garantías de que su formación lideraría, con el ‘visto bueno’ de Meloni, el apoyo al Gobierno ucraniano en la guerra que libra contra Rusia, así como su fidelidad a la Alianza Atlántica.
Golpe de autoridad
Meloni, en una evidente demostración de inteligencia, ha visto en este gesto de Tajani el mejor momento para que su gobierno echara a andar antes de que Berlusconi comenzara a generar nuevos conflictos. De ahí que, a diferencia de los últimos presidentes del Consejo de Ministros, no sólo haya aceptado el encargo de Mattarella “sin reservas” (cuando normalmente el “premier incaricato” acepta “con reservas”, siendo Draghi el último en hacerlo), sino que a continuación ha dado la lista completa de ministros, en la que, como era de esperar, la mayor parte de los nombres salen de su partido.
Igualmente, la nueva primera ministra transalpina se ha asegurado la lealtad (si es realmente eso posible) de Matteo Salvini, concediéndole no sólo una cartera muy importante (Infraestructuras y Transportes), sino convirtiéndole en viceprimer ministro, puesto que también ostentará Tajani al tiempo que dirige la diplomacia italiana. Es más, le ha dado la cartera de Economía y Finanzas a Giancarlo Giorgetti, el segundo dirigente más importante de la Liga tras Salvini, algo que ciertamente va a generar más de una controversia. Giorgetti es persona muy hábil, lleva desde 1996 en el Parlamento
y es el nexo de unión entre la Liga de Bossi y Maroni, por un lado, y la de Salvini, por otro. Además, fue ministro de Desarrollo Económico en el Gobierno de Draghi, con el que mantuvo una muy buena sintonía. Pero cierto es también que se rompe con la tradición de nombrar a economistas de reputado prestigio para este puesto: no es ni un Monti, ni un Saccomani, ni un Padoan, ni un Tria, y, menos aún, un Daniele Franco. Aunque, eso sí, conviene recordar que, entre septiembre de 2019 y febrero de 2021, el titular de Economía y Finanzas, Roberto Gualteri, tampoco era economista de formación, sino historiador especializado en el Partido Comunista Italiano. Pero conviene recordar que Gualteri venía de años trabajando en temas económicos en las instituciones comunitarias, y se espera que Giorgetti asuma un perfil parecido.
En donde Meloni ha impuesto con claridad su autoridad no sólo sobre Salvini, sino sobre todo a Berlusconi, ha sido en la controvertida cartera de Justicia. Además de no dejar que Licia Ronzulli (la favorita de “Il Cavaliere” para este puesto) sea la titular del ramo, tampoco le ha permitido ocuparlo a la hasta ahora presidenta del Senado, María Elisabetta Alberti Caselatti, que fue subsecretaria de Justicia en el Gobierno de Berlusconi y miembro del Consejo Superior de la Magistratura. Al final, la cartera se la ha llevado el hombre de más prestigio de aquellos con los que Meloni concurrió a las elecciones: el exmagistrado conservador Carlo Nordio, persona muy respetada y sobre la que “Il Cavaliere” no podrá ejercer ningún tipo de influencia.
Finalmente, cabe destacar que en la cartera a la que quería ir Salvini (Interior), el elegido para llevarla a partir de ahora será Matteo Piantedosi, colaborador muy estrecho del líder de la Liga cuando era ministro del Interior, pero que tiene un perfil mucho más bajo y será mucho más fácilmente controlable por la “premier” Meloni. Además, para asegurarse de que Piantedosi no le cause problemas, la primera ministra ha situado en el Ministerio de Defensa a Guido Crosetto, cofundador de Hermanos de Italia, persona de su máxima confianza y hombre de fuerte carácter. Recordemos, en relación con ello, que, cuando se da un problema de inmigración irregular, no sólo actúa Interior cerrando o abriendo los puertos a las embarcaciones, sino que el titular de Defensa puede ordenar la actuación de los buques de guerra para cerrar el paso a las naves llenas de inmigrantes irregulares que, a día de hoy, siguen llegando en cantidades nada desdeñables desde las costas de Libia.
En suma, lo que se pone de manifiesto en este momento es que Meloni cuenta con la confianza tanto del Presidente de la República como de su antecesor, Mario Draghi, las dos figuras de más prestigio actualmente en la tercera economía de la zona euro. Lo que no obsta para decir que Meloni va a iniciar su etapa como presidenta del Consejo de Ministros en un momento de extraordinaria dificultad: una subida del coste de la vida desmesurada; una guerra entre Ucrania y Rusia que no parece tener fin; y, por último, un elevadísimo nivel de endeudamiento público (en torno al 152% sobre PIB). Pero ya es una realidad que la República Italiana tiene su gobierno número 68 en 77 años de vida y que, por primera vez, lo encabeza una mujer. Todo un hito histórico que nadie podrá negar.
La líder de Hermanos de Italia no ha dejado que ni Berlusconi ni Salvini le impongan el reparto de carteras