Las ‘telecos’ pequeñas disparan la creación de nuevas redes de fibra
Digi, las ‘telecos’ locales y las ‘fiberco’ quintuplican sus redes en dos años y ya tienen el 16% de toda la fibra, cambiando el modelo de competir en servicios a competir en infraestructuras.
En los últimos dos años se ha producido un enorme crecimiento de las redes fijas de banda ancha desplegadas por telecos pequeñas alternativas a Movistar, Orange, Vodafone y MásMóvil, los cuatro grandes operadores. De esta forma, el sector teleco –a pesar del auge del low cost y de la caída generaliza de la rentabilidad por la guerra de precios– está reorientándose, sorprendentemente, desde un mercado de competencia en servicios a un mercado de competencia en infraestructuras fijas.
Eso provoca, a su vez, unos mayores y más estables niveles de competencia, porque a los operadores con infraestructura propia es mucho más difícil echarlos del mercado o estrangular sus márgenes. Esta efervescencia de los despliegues de fibra incluso por parte de operadores pequeños se aprovecha del ecosistema creado en España con miles de técnicos especializados en estos despliegues y multitud de empresas, muchas de ámbito local, que tienen know how para realizar estos despliegues porque han crecido al calor de las inversiones de los grandes operadores.
Además, al mismo tiempo, el crecimiento de las redes mayoristas de banda ancha fija está bajando las barreras de entrada de nuevos competidores porque el objetivo de estas telecos mayoristas es llenar sus redes al máximo.
Doce millones de hogares
Esta evolución ha provocado que, sólo en los últimos dos años, la suma de los accesos NGA (redes de nueva generación, es decir, sobre todo fibra FTTH y secundariamente cable) del grupo rumano Digi y del resto de las telecos pequeñas –al margen de los cuatro grandes–, haya pasado de 2,79 millones de accesos propios a los actuales 12,1 millones, una cifra que les valdría para convertirse en el tercer operador por volumen de infraestructuras.
Los principales actores en el despliegue de nuevas redes de fibra son un conjunto heterogéneo de operadores, algunos mayoristas y minoristas y otros solo mayoristas que, aunque reportan sus datos a la
Digi tiene ya 3,75 millones de hogares cubiertos con fibra propia, y en 2022 suma 751.000 hogares, más que Movistar.
CNMC, no son considerados suficientemente importantes por el regulador como para desagregarlos. Por eso, los incluye en un cajón de sastre denominado “Resto”. Aquí se incluyen operadores de municipios pequeños como los que se han ido agrupando alrededor de Avatel o Adamo, otros de zonas hiper rurales como Rede Aberta en Galicia, pero también operadores mayoristas (FiberCo) como Onivia o Lyntia Access, que han ido desplegando redes de FTTH minoristas, en su mayor parte en zonas en las que no había otras redes de fibra o donde, como mucho, el único competidor era Telefónica.
En sólo dos años –desde el segundo trimestre de 2020 al segundo de 2022– la huella de estas telecos alternativas (Digi y el “Resto”) se ha quintuplicado, creciendo un 433%, a mucha más velocidad que lo que se ha elevado el conjunto de los accesos en España, que ha aumentado un 21%. Por eso, su peso también se ha intensificado mucho. Si en junio de 2020 todos estos alternativos sólo tenían 4 de cada 100 accesos de fibra, dos años después han pasado a tener un 15,5% de la cifra total, acercándose al 21% de Orange (16,5 millones de accesos) y suponiendo ya casi la mitad del 36% (28 millones) que supone la huella total de Telefónica.
Digi, la que más
El mayor protagonista individual de estos despliegues es la filial del grupo rumano Digi. En el primer semestre del presente año Digi ha construido 751.000 accesos nuevos de NGA. Esa cifra supone haber tendido más líneas que los nuevos accesos de fibra desplegados por Telefónica en el mismo periodo (574.000) y casi el doble de los 431.000 de Orange.
De hecho, sólo Digi equivale al 75% de los nuevos despliegues realizados por los dos grandes operadores juntos, que alcanzan los 1,005 millones de accesos de fibra entre enero y junio.
En cuanto a los otros operadores englobados en este “Resto”, han construido prácticamente 1,5 millones de nuevos accesos (1,476 millones) en el primer semestre, de forma que conjuntamente ya disponen de 8,34 millones de accesos desplegados en España, lo que les convertiría en el tercer operador de FTTH sólo por detrás de Telefónica y Orange.
De esa forma, es sorprendente comprobar como el grueso de los nuevos despliegues de fibra realizados en el mercado español lo han sido por parte de estos pequeños operadores que, en el primer semestre, junto con Digi, han aportado 2,22 millones, frente al millón que suman, juntos, Telefónica y Orange.
Pero hay que tener en cuenta el contexto. Telefónica tiene una red enorme, de 27,78 millones de hogares cubiertos el pasado septiembre. Eso supone que tiene ya cubiertas todas las grandes y medianas poblaciones y que ahora está desplegando fibra en zonas suburbanas, rurales y ultrarrurales, en sitios donde en la mayoría de los casos antes no existía fibra y donde desplegar esta infraestructura es mucho más caro y más lento que en las ciudades. El objetivo de Telefónica es sustituir las líneas de cobre ahí donde aún existe para apagar toda la red de cobre en 2024.
En cambio, la estrategia de Digi es muy diferente. Está desplegando fibra en zonas urbanas densamente pobladas, con lo que, en su mayor parte, su fibra es redundante con la que ya hay desplegada por parte de Telefónica, Orange y otros operadores. Sus costes y plazos, por tanto, son muy inferiores a los que están asumiendo ahora Telefónica y Orange.
Pero es que Digi no pretende cubrir zonas que antes no tenían fibra, sino disponer de red propia y dejar de pagar un coste mayorista a Telefónica, en las zonas donde la densidad de clientes que ya tenía previamente le aseguran que la inversión en fibra propia será rentable.
El auge de la fibra de los alternativos está cambiando las reglas al competir en redes y no solo en servicios