La bróker de Wall Street que quiso ser presidenta
Muchos años antes de que las mujeres pudieran votar en Estados Unidos, Victoria Woodhull logró la candidatura para ocupar la Casa Blanca por el partido Igualdad de Derechos.
Victoria California Woodhull Claflin Blood Martin se equivocó y nació muchísimo antes de lo que le correspondía. Décadas antes de que las mujeres pudieran votar en Estados Unidos, esta bróker de vida novelesca quiso convertirse en presidenta. Victoria Woodhull chillaría hoy de frustración si supiera que ninguna mujer ha ocupado todavía la Casa Blanca como su inquilino estrella.
Nacida en una familia desestructurada y en un Ohio empobrecido, era difícil siquiera imaginar que aquella niña de padre estafador y madre analfabeta llegara un día a hacer negocios con Cornelius Varnelbit, uno de los grandes magnates de todos los tiempos.
Pero en la era de la América de los sueños, incluso aquello fue posible. Las presuntas virtudes como médium de Victoria Woodhull cruzaron su vida con la de Vanderbilt, con quien hizo negocios que le convirtieron en millonaria. Junto a su hermana Tennessee, la primera política de Estados Unidos fundó una agencia de valores, Woodhull, Claflin & Company, que operaba en Wall Street y con la que amasó una gran fortuna que utilizó para fundar un periódico destinado a lograr su objetivo final: ser presidenta de Estados Unidos.
Las ideas de Woodhull eran demasiado revolucionarias y excéntricas en una sociedad moralista y victoriana. La médium, financiera y política que quiso cambiar el mundo antes de tiempo abogaba por el amor libre, reclamaba la independencia económica de las mujeres, apoyaba la prostitución legal y defendía causas extravagantes como el vegetarianismo y el espiritualismo.
Las noticias de su periódico semanal, el Woodhull & Claflin’s Weekly, eran tan controvertidas que incluso la llevaron a prisión. Justo el día en que se celebraban las elecciones por las que competía como presidenta por el partido Igualdad de Derechos, el 5 de noviembre de 1872, Woodhull se encontraba encarcelada por un artículo en el que acusaba a un prominente reverendo de mantener un romance adúltero.
Frustrada su carrera a la Casa Blanca, la obstinada Victoria emigró a Inglaterra, donde se casó por tercera vez con el banquero John Biddulph Martin y donde fundó una nueva revista, The Humanitarian.