Así pueden mover el mercado las elecciones al Congreso de EEUU
Si uno hace caso de la historia de los mercados estadounidenses desde 1932, hoy puede ser un gran día para volver a tomar posiciones en la Bolsa de Nueva York, ya que el país celebra las tradicionales elecciones al Congreso de mitad del mandato presidencial.
Los votantes deben renovar por completo la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, y los analistas que bucean en los precedentes apuntan que, tradicionalmente, estos comicios mueven el mercado más que unas presidenciales, y casi siempre lo hacen en un sentido positivo para las cotizadas.
En los últimos 90 años, según Goldman Sachs, la Bolsa ha generado retornos positivos en los doce meses posteriores a 21 de las 22 elecciones parlamentarias celebradas a mitad de mandato. La única excepción fue 1939, año de comienzo de la Segunda Guerra Mundial.
“Aunque es difícil sacar muchas conclusiones de esta tendencia, la fortaleza histórica de las cotizadas en el año posterior a las votaciones de mitad de mandato podrían reflejar también de manera parcial la reducción de incertidumbre política que a menudo ocurre en esta fase del ciclo de Gobierno”, interpreta Ben Snider, analista del banco estadounidense.
Especialmente favorable para los inversores es el año en que las elecciones dejan un bloqueo político en Washington: es decir, una Casa Blanca en manos de un partido y una o dos cámaras del Congreso en manos de otro.
Así, la rentabilidad media histórica del índice S&P 500 cuando ejecutivo y legislativo quedan enfrentados es del 10% (en los doce meses después de las elecciones), y se reduce al 8% cuando los dos poderes son del mismo color político.
Por tanto, para añadir optimismo a los mercados, la cita de hoy con las urnas dejará, de acuerdo a las encuestas, un Gobierno dividido. Los demócratas del presidente Joe Biden perderán casi con toda seguridad la Cámara de Representantes ante los republicanos, y quizá también el Senado. Si se produce esta victoria de la formación conservadora, Donald Trump podría confirmar en los próximos días su intención de presentarse a las presidenciales en noviembre de 2024.
Según Barclays, ese desenlace puede ser también bueno para los bonos del Tesoro estadounidense y para el dólar –al menos a corto plazo–, ya que el bloqueo legislativo a los planes de Biden puede limitar el déficit fiscal. De hecho, el coste de la deuda subió en 2016 y 2020, cuando un mismo partido se hizo con el control total de la maquinaria política
Desde 1932, el S&P ha subido en el año posterior a 21 de las 22 elecciones parlamentarias
Si hay distintos frentes partidos en la Casa Blanca y el Congreso, el alza en Bolsa es mayor
en Washington.
Por sectores bursátiles, Goldman indica que una victoria demócrata sería buena para renovables y concesionarias de infraestructuras (por la expectativa de mayores inversiones públicas), mientras que el éxito republicano podría beneficiar a la industria farmacéutica y la educación privada.
Los precedentes están claros, pero la duda es si otros factores no pesarán más en los inversores, como el dato de inflación en EEUU que se conocerá el jueves. “Este año, las elecciones están abajo en el ránking de preocupaciones de los inversores”, admite Goldman. “Inflación, política monetaria y geopolítica han sido factores más importantes para la Bolsa que cambios modestos en política fiscal”.