Las gestoras, inquietas por la fragmentación regulatoria
Reino Unido estudia su propia versión de las normas, que tendrán un enfoque distinto al de la UE
A los ejecutivos de las gestoras de grandes fondos les preocupa que la regulación fragmentada les perjudique, mientras los gestores de activos intentan equilibrar las demandas del sector de la inversión, muy interconectado, frente a los retrocesos de la globalización.
La regulación del sector de la inversión, sostenible y de rápido crecimiento, está siendo motivo de preocupación. Los reguladores europeos optaron por definir los estándares de la denominada inversión ESG con la Regulación sobre la Transparencia de las Finanzas Sostenibles, que pretende mejorar la transparencia y evitar el ‘ecoblanqueo’.
Pero el Reino Unido está estudiando su propia versión de las normas, que podría tener un enfoque diferente al de la UE.
“Está bien que estén estudiando este asunto, pero nuestro temor es que tengamos un conjunto de normas por separado”, afirma Patrick Thomson, director ejecutivo para Europa de JPMorgan Asset Managemen. “Mi mayor preocupación es la federalización o fragmentación de la regulación. Añadir complejidad para encajar una narrativa local podría no dar el mejor resultado para los clientes”, añade.
Los caminos divergentes entre el Reino Unido y sus vecinos suponen un estrés para los gestores de fondos cuyo objetivo es ofrecer estrategias globales a los clientes. “Si existen matices y diferencias en las regulaciones de cada mercado europeo, resulta muy difícil tener un producto común en todos esos mercados”, sostiene Jeremy Taylor, director ejecutivo de Lazard Asset Management en Reino Unido.
Los gestores de fondos que utilizan la selección de valores se están viendo afectados también por la desglobalización.
A medida que las cadenas de suministro han cedido bajo la presión de los shocks externos, desde la pandemia del coronavirus, la invasión rusa de Ucrania y las tensiones entre Estados Unidos y China, muchas empresas miran más hacia el interior mientras sopesan cómo dar la vuelta a décadas de subcontratación global.
Fiona Frick, directora ejecutiva del gestor de activos suizo Unigestion, asegura que “en los últimos 10 a 20 años, se valoraba a las empresas según sus ingresos. Ahora será según sus beneficios operativos y cómo integran los costes en sus modelos. Así que seremos más selectivos con las compañías que elegimos”.
Para los inversores, poder evaluar el impacto de los cambios económicos en las cadenas de suministro ha sido esencial para valorar a las compañías este año, bien desde los costes en espiral de la energía o desde los cambios en los modelos de producción.
“Tenemos muchos analistas en todo el mundo capaces de tomar decisiones informadas sobre empresas en China y Taiwán y otras partes del mundo que están produciendo bienes, servicios y equipos para empresas en Estados Unidos o Europa”, afirma Thomson.
“Esto nos da una visión interna valiosa para comprender los retos a los que se enfrentan las empresas. Así que sí, la desglobalización es un factor, pero todavía existe una industria de gestión de las inversiones globales”.