Empresas autónomas con fondos y reglas comunes
Las empresas de Mondragón son independientes y soberanas en sus decisiones, pero están obligadas a seguir varias reglas y estrategias comunes. Así, tienen que aportar el 4% de sus resultados al fondo de cohesión y desarrollo, destinado a solidaridad (2%), promoción (1%), y estudios de viabilidad de proyectos (1%); y el 7% a Mondragon Inversiones (MI), que financia nuevos negocios y desarrollos (Ulma y Orona están exentas de aportar a MI). Deben respetar una escala salarial de 1 a 6 para todos los socios trabajadores. Además, en función de su estructura de balance, tienen limitado el reparto de retornos (dividendos, en el argot cooperativo) a fin de reforzar fondos propios y ganar capitalización. Estos dividendos sólo se hacen efectivos cuando el trabajador deja la empresa, y mientras tanto va a las reservas de cada cooperativa. Ya en en el proceso concursal de Fagor quedó claro que Mondragón no es un hólding ni consolida los resultados de sus socios. Sumando la actividad de sus 260 entidades, el grupo tiene 80.000 trabajadores; factura unos 11.400 millones, y su ebitda ronda los 1.300 millones.
Para Mondragón, el coopexit supondría un hachazo a los recursos de su fondo solidario, al que aún contribuyen Orona y Ulma, que destacan como dos de las cooperativas industriales más rentables. En 2021 tuvieron un beneficio neto de 84 y de 66 millones de euros, respectivamente. La salida de las dos firmas emborronaría también la tarjeta de presentación de Mondragón, que tendría que restar a sus credenciales los 1.700 millones de facturación conjunta de ambas empresas, el 15% del total de la corporación.
Congreso anual
Aunque no figura en el orden del día, el abandono de Orona y de Ulma será sin duda un asunto de debate en el congreso anual, órgano similar a la asamblea general de una sociedad anónima, que la corporación Mondragón celebra mañana en San Sebastián, con varios meses de retraso debido aún a los efectos de la pandemia. En él, el grupo repasará sus expectativas para este ejercicio y aprobará una ponencia sobre Laboral Kutxa. Esta entidad financiera va a modificar su mecanismo para pagar el grueso de los gastos de los servicios centrales de Mondragón. Según fuentes cooperativas, el cambio no afecta al montante que aporta Laboral ni obliga a una redistribución entre las socias.