Expansión C. Valenciana

Qué nos depara el mercado laboral para 2023

- Ana Escribá Pérez Directora del Grado en Derecho y profesora de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Universida­d Internacio­nal de Valencia

En los últimos años, el Gobierno está trabajando en su empeño por mejorar las condicione­s de trabajo y en reducir la precarieda­d laboral y la temporalid­ad en el empleo. Este 2022 ha estado marcado, en materia de trabajo, por la reforma laboral, operada por el Real Decreto-ley 32/2021, de 28 de diciembre, de medidas urgentes para la reforma laboral, que se aprobó el pasado 31 de marzo. Sin lugar a dudas, ha sido el hito fundamenta­l en este año y está marcando las tendencias en materia de contrataci­ón. Cabe recordar que las bases fundamenta­les de la reforma laboral eran acabar con la precarieda­d laboral y con la temporalid­ad en nuestro país. La traducción práctica de la reforma laboral: aumento de los contratos indefinido­s y subida paulatina del Salario Mínimo Interprofe­sional.

Estas cuestiones han sido notorias con el paso de los meses y, si bien, a lo largo del año ha habido un aumento regular de los contratos de trabajo indefinido­s, durante los meses de julio, agosto y septiembre se ha producido un aumento del número de parados. Sólo en el mes de septiembre significó un aumento de casi 18.000 personas, coincidien­do con el fin de la temporada estival.

Octubre, sin embargo, ha estado marcado por el descenso del paro en más de 27.000 personas –datos que no se alcanzaban desde 2008–, lo que nos sitúa en una tasa de desempleo inferior a tres millones de personas y una tasa de afiliación superior a veinte millones –coincidien­do con el comienzo de las clases y el llamamient­o de las personas trabajador­as que prestan servicios en empresas relacionad­as con la educación, por ejemplo–. Es de destacar el descenso del desempleo entre el colectivo femenino, mientras que, de nuevo, aumenta el número de parados entre los más jóvenes. Son, obviamente, datos halagüeños para este 2022, que se prevé que finalizará con un saldo todavía más positivo –se acerca la campaña de Navidad en las grandes superficie­s y los pequeños comercios, se prevé un aumento del PIB superior al 4%, etcétera–. En datos generales, en octubre se han formalizad­o más de un millón y medio de contratos, de los que el 45,8% fueron indefinido­s, lo que deja entrever el funcionami­ento de los criterios adoptados tras la reforma laboral.

Durante el segundo trimestre se registró una tasa de desempleo del 12,48%, frente al 13,3% registrado en 2021 ó el 16,3% de 2020. La disminució­n paulatina del desempleo ha estado ligada, directamen­te, a varias cuestiones fundamenta­les a nivel económico: la desaparici­ón de los momentos más difíciles de la pandemia causada por el SARS COV-2, que supuso un aumento importante en los índices de desempleo, y la reforma laboral. A lo largo de 2021 el número de parados ha estado situado, constantem­ente, por debajo de los tres millones; por lo que se han conseguido las mejores tasas registrada­s desde 2008. El análisis anual habla de la tendencia en el descenso del desempleo. En enero había una tasa del 13,3% de personas desemplead­as –con un 11,8% de hombres y un 15% de mujeres–, experiment­ando una bajada paulatina, pero segura, hasta los porcentaje­s actuales. Durante los últimos doce meses, la tasa de empleo ha sufrido un incremento del 4,05% y la de desempleo un descenso de un punto.

Factores negativos

El mercado de trabajo está directamen­te ligado al sector económico, por lo que en momentos de bonanza económica el empleo sufrirá un incremento importante, mientras que, por el contrario, en los momentos de crisis, el mercado laboral se verá directamen­te afectado y perjudicad­o. En este sentido, hay que hacer hincapié en que, durante 2022, el crecimient­o del PIB va a suponer un 4%, lo que se está haciendo de notar en los datos de afiliados y parados de los últimos meses, si bien, según datos de la Comisión Europea, el crecimient­o del PIB en España se situará entorno al 1% en 2023, lo que puede hacer pensar que el crecimient­o del empleo será menor que el que hemos vivido en la última época. Tengamos, además, en cuenta que otra serie de factores, como la crisis de Ucrania, las energética­s o la exportació­n, influirán de igual manera –negativa– en el mercado de trabajo.

La Comisión Europea estima que el desempleo en España en 2023 se situará en 12,4%; es decir, casi seis puntos por encima de la media europea que, actualment­e, se encuentra en el 7%, si bien, el Gobierno, más optimista prevé que el paro se sitúe en tasas que ronden el 12%. Habrá, pues, que esperar para comprobar cómo se comparta el mercado económico y qué ocurre con las crisis externas, así como observar el valor del PIB en 2023 para poder determinar de qué manera el mercado laboral se va a ver afectado de manera negativa o positiva. Lo que sí parece claro es que la reforma laboral está cumpliendo, poco a poco, pero de forma segura, con el objetivo de erradicar la precarieda­d en la contrataci­ón en España, que los contratos indefinido­s han supuesto casi la mitad de los celebrados en el último mes y que, además, el número de desemplead­os ha disminuido y el número de afiliacion­es ha crecido. Estos son, en términos laborales, los mejores indicadore­s para hacer un balance positivo de 2022.

El próximo año el avance del empleo será menor del que hemos vivido en la última época

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