LA SAGRERA
La reconversión de Sants se producirá en paralelo con la construcción de la estación de La Sagrera, que en el futuro debe convertirse en la otra gran estación de la capital catalana. La inversión aquí se aproxima a los mil millones.
Se espera que en 2030 Sants sea utilizada por 58 millones de pasajeros al año, 12 millones más que antes del Covid. El tráfico de alta velocidad se ha disparado con la introducción de nuevos operadores, que se añaden al AVE de Renfe: Avlo, la marca de bajo coste de la propia operadora estatal; Ouigo, filial de la francesa SNCF, e Iryo, de Air Nostrum, Trenitalia y Globalvia, cuyo debut tendrá lugar el 25 de noviembre.
Se prevé además un incremento notable de usuarios de la red convencial cuando esté terminado el Plan de Cercanías, por el que Adif invertirá 6.300 millones de euros durante esta década. El objetivo es hacer más resiliente la red y ampliarla con nuevas líneas y con la duplicación de algunos tramos (precisamente ayer se produjeron nuevos retrasos en las Cercanías de Barcelona por una avería de Adif).
Relación de cambios
Desde el punto de vista urbanístico, las obras permitirán la entrada y salida de los pasajeros por los cuatro lados de la estación, se limitará un 75% el tráfico rodado, se levantará un bosque urbano, habrá una placa fotovoltaica de 14.000 metros cuadrados, la estación de autobuses se trasladará a la plaza España (soterrada) y las paradas de taxis se ubicarán en un nivel inferior. Un contenedor bajo rasante servirá para 6.000 bicicletas, patinetes y vehículos limpios.
La primera fase comenzará en 2023 y terminará en 2026 y la segunda está previsto que concluya entre 2029 y 2031. Las actuaciones que están “Sants dejará de ser un punto de paso a convertirse en un lugar de encuentro”, resumió ayer la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, durante la presentación.