Inmersión en una bodega submarina
Antes de probar un vino de la casa croata Edivo hay que recuperarlo del fondo del mar. Sí, porque la bodega conserva a buen recaudo algunas de sus referencias en las aguas de Drace, un pequeño pueblo a una hora de Dubrovnik, en la península de Pelješac, popular zona vinícola. Estrenado en el año 2013, a 14 metros de profundidad, su almacén submarino en el Adriático está repleto de ánforas con Navis Mysterium y botellas que, si se quieren catar, hay que ‘rescatarlas’. La experiencia (200 euros; de 2,5 a 3 horas de duración) solo apta para buceadores acreditados comienza en tierra, con la prueba de todo el equipo. También incluye la travesía en barco hasta el punto de inmersión (con personal cualificado), una botella de Navis Mysterium del mar (0,75 litros) de regalo y el menú degustación con maridaje ‘The secret of the ship’ en Edivo Wine Bar. La actividad está disponible hasta para grupos de seis personas.