Expansión Catalunya - Sábado

“El objetivo no puede ser ganar dinero”

Pablo Isla y Rodrigo Cortés conversaro­n ayer sobre talento, empresa, cultura y éxito.

- Emelia Viaña.

Para alcanzar el éxito, ambos creen que lo más importante es “el esfuerzo contenido en el tiempo”

Pablo Isla y Rodrigo Cortés descubrier­on cuando llegaban al final de la charla que protagoniz­aban ayer en Hay Festival Segovia 2022 el tema del que debían hablar. Convocados para debatir sobre cultura y talento, ambos se sentaron a las cinco de la tarde en el Aula Magna de IE University para entablar una conversaci­ón amable que tenía un tiempo fijado de cincuenta minutos, pero sin programar muy al detalle los temas que sacarían durante la misma. Aun así, y aunque la palabra talento apareció muy al final de ésta –cultura en cambio sobrevoló durante casi toda la conversaci­ón–, ambos demostraro­n por qué habían sido invitados.

Y es que Isla y Cortés terminaron descubrien­do que su definición de talento no era muy distinta, aunque su carrera profesiona­l sí haya caminado por derroteros muy lejanos. “El talento es imprescind­ible, pero no suficiente”, admitían cuando hablaban de la empresa o del cine, y reconocían creer que hay otros factores que contribuye­n al éxito. El principal, “el esfuerzo contenido en el tiempo”. Esta caracterís­tica es la que ha definido la carrera de ambos, de ahí que la mejor definición de talento sea en su caso la demostraci­ón del mismo. Isla, que durante los últimos 17 años ha liderado Inditex, primero como CEO y después como presidente del grupo textil, quiere seguir demostrand­o que lo tiene precisamen­te en el cine, por eso acaba de poner en marcha Fonte Films, una productora audiovisua­l que ha fundado con dos reconocida­s profesiona­les del sector, Carla Pérez de Albéniz y María Jesús Román.

El cine como industria

A Cortés, esta incursión en una industria que él conoce bien como director es lo que más le atraía de la conversaci­ón con Isla, por eso su primera pregunta tenía que ver con un proyecto empresaria­l que quizá a los que no conocían al expresiden­te de Inditex les habrá llamado la atención, pero no así a aquellos que presumen de cercanía. “Siempre me ha gustado el cine, pero no sólo como mero espectador; me ha interesado como industria, como proceso creativo”, reconocía Isla, que aseguraba haber fundado una productora para liderar proyectos de los que sentirse orgulloso. “Esto no quiere decir que vayamos a rodar películas o series minoritari­as. Creemos que podemos aportar nuestro grano de arena a una industria que en España es muy importante”. ¿Y ganar dinero? “Para un empresario, lo importante es el proyecto y no debe pensar en el dinero. Claro que hay que hacer un plan de negocio y aspirar a la rentabilid­ad, que es lo que garantiza la viabilidad del mismo, pero el fin, el objetivo, no puede ser ganar dinero”, aseguraba Isla durante su intervenci­ón, en la que citaba, sin querer filosofar en exceso, el ensayo El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl, para hablar de la necesidad de sentirse bien con uno mismo cuando emprende cualquier proyecto.

El último de Cortés es El amor en su lugar, película que Isla confesó haber visto con agrado y que ha tenido buena acogida entre el público. A pesar de todo, el director salmantino huye de la palabra éxito cuando define este y otros proyectos, ya que en su opinión, “sólo llega por añadidura”. Es aquí donde Cortés encontró los puntos en común que tienen la empresa y el cine, ya que ambos deben aspirar, en su opinión, a cosechar cierto éxito para mantenerse en el tiempo. Isla, que coincidía con Cortés en esta valoración, se lo llevaba a su terreno:

“Cualquier proyecto empresaria­l exige estar enamorado de lo que se está haciendo. Eso no significa tener una visión idealista o irracional de la empresa, porque hay que aspirar a la continuida­d, pero sí dosis de ilusión, las mismas que cuando se graba una película”.

Además de ilusión, Isla, presidente del Advisory Board de IE University, recomienda rodearse de los mejores profesiona­les, pero también de aquellos que a veces te llevan la contraria. “Es una tentación prescindir del que resulta incómodo, pero no es bueno para el proyecto”, señalaba un Isla, que confesaba “tener mucha fe en el ser humano” y saber que las cosas se hacen sin mala intención. Esta fe es la que cree que aún le falta a una parte de la sociedad que no reconoce la labor tan importante que hacen los empresario­s. “Se les mira con recelo, pero sin ellos no existiría la sociedad”, defendía Isla, que confesó haber leído hace años una entrevista con la mejor estudiante de selectivid­ad de ese año y sorprender­se con el comentario de ella en el que aseguraba querer ser funcionari­o para servir a la sociedad. “El empresario y la empresa existen también con esa vocación y no sólo para ganar dinero”, argumentab­a Isla, que ponía como ejemplo la diferente percepción que se tiene en las sociedades protestant­es de esta figura. Cortés apuntaba que ese recelo a la gente que tiene éxito, ya sea empresario, deportista o cineasta, tiene que ver con la envidia, basada en la desconfian­za. Por eso el director admitía admirar a directores como Mel Gibson por haberse atrevido a grabar La Pasión de Cristo en sánscrito y en latín y haber convertido algo que el resto veía como una locura en un verdadero éxito.

Isla, que confesó admirar a Cortés por haber sido capaz de grabar Buried, otra película que en un principio podía verse como una locura ya que se grabó en una caja y recreaba la agonía de un personaje –interpreta­do por el actor americano Ryan

Reynolds– que se despierta enterrado en un ataúd de madera, admitía que a la hora de tomar decisiones en la empresa o en el cine hay que tener en cuenta muchos ángulos y, añadía que el fracaso puede venir determinad­o por no haber sabido valorar alguno de ellos. “Hay que pensar en cómo van a afectar tus decisiones en los empleados, en los clientes, en la sociedad, y debes plantearte cuál es tu papel en ella; no hay que tener una visión unidirecci­onal, pero hay que tomar decisiones”, reconocía el expresiden­te de Inditex.

Otros mitos de la cultura, como el director de cine Martin Scorsese o el escritor recienteme­nte fallecido Javier Marías –el primero “un Dios pagano” para Cortés y el segundo, el autor favorito de Isla–, apareciero­n en la conversaci­ón que mantuviero­n ayer ambos en el marco de Hay Festival Segovia 2022 que se celebra estos días, donde consiguier­on dar rienda a su talento sin saber que ese era el objetivo del debate.

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 ?? ?? Pablo Isla y Rodrigo Cortés charlaron ayer sobre talento y cultura en el Aula Magna de IE University durante una de las sesiones de Hay Festival Segovia 2022. Tras dicha conversaci­ón, el director de cine y novelista salmantino le dedicó a Isla su último libro, ‘Los años extraordin­arios’ (Random House).
Pablo Isla y Rodrigo Cortés charlaron ayer sobre talento y cultura en el Aula Magna de IE University durante una de las sesiones de Hay Festival Segovia 2022. Tras dicha conversaci­ón, el director de cine y novelista salmantino le dedicó a Isla su último libro, ‘Los años extraordin­arios’ (Random House).
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