Así es la fábrica del vehículo de 34 ejércitos del mundo
Urovesa fabrica desde hace 40 años todoterrenos adaptados a catástrofes, emergencias y guerras. El 90% de su facturación procede hoy de los mercados exteriores.
Uro Vehículos Especiales (Urovesa) ha cumplido 40 años suministrando material a los ejércitos y servicios de emergencia de todo el mundo. Sus VAMTAC (Vehículo de Alta Movilidad Táctico) siguen circulando sobre la plataforma diseñada por la empresa de propiedad familiar en más de 100 configuraciones distintas, en función de la carrocería, potencia, capacidad de carga y equipamiento.
La última gran misión del VAMTAC en España se ha desarrollado en La Palma tras la erupción de Cumbre Vieja. La UME (Unidad Militar de Emergencias) utilizó el Velire (Vehículo Ligero de Reconocimiento), basado en la VAMTAC s3 de Urovesa, para medir las emisiones de gases que emanaban del volcán. El año pasado, Urovesa ha suministrado otras unidades de furgones para clientes internacionales con la misma capacidad de protección NBQ (nuclear, química y bacteriológica), “lo que los convierte en laboratorios móviles, en herramientas de trabajo fundamentales en entornos contaminados donde otros vehículos no podrían operar”, afirma
Justo Sierra, presidente y consejero delegado de la compañía.
La de la isla de La Palma se suma a sus intervenciones en escenarios de conflicto internacional como Afganistán, Congo, Bosnia, Georgia y Líbano, además de incendios y otras catástrofes. En total, circulan unas 6.000 VAMTAC por más de una treintena de países en cuatro continentes.
“Se trata de todo un récord en el ámbito de los vehículos especiales. Estamos entre los primeros a nivel mundial, muy por encima de otras marcas europeas y solo superados por grandes fabricantes de Estados Unidos o China, que tienen la ventaja de su gran mercado interno”, dice Sierra.
Con el Ministerio de Defensa español firmó su último gran contrato en junio de 2020 después de ganar por séptima vez el concurso. En las tres primeras ocasiones, se impuso para suministrar su primer vehículo, el camión
TT Uro. El nuevo acuerdo con Defensa se extiende a 2026.
La segunda generación de la familia ya pilota Urovesa. Su fundador pasó a un segundo plano en mayo de 2016 como presidente de honor y su hijo Justo Sierra asumió la presidencia y la dirección general. El relevo fue, en realidad, entre profesionales de la casa y la segunda generación familiar. “A mí no me gusta lo de un fundador, una primera generación que lo disfruta y una tercera que lo cierra; por eso elegimos esta fórmula”, explicaba José Sierra en 2016 a EXPANSIÓN.