El BCE avisa: el riesgo de recesión en la UE incluye a España
España no es ajena al riesgo de recesión técnica que se cierne sobre Europa por las consecuencias de la guerra en Ucrania, que ha provocado un vendaval energético e inflacionista sobre el Viejo Continente. Al menos así lo considera el jefe de Riesgos del Banco Central Europeo (BCE), Fernando Monar, quien ayer señaló que las perspectivas de una posible recesión técnica atañen al conjunto de la zona euro, incluida España. “Las perspectivas de posible recesión técnica yo creo que aplican al conjunto de países de la zona euro”, afirmó Monar, quien fue más allá y añadió que esa fase recesiva “puede ser temporal, puede ser mayor o menor”, pero “es en cierto modo inevitable”. Así respondió el técnico del BCE a la pregunta de si España se va a salvar de la recesión técnica de cara a los próximos trimestres o simplemente va a registrar episodios de crecimientos del PIB muy pequeños.
Las palabras de Monar, que dejan claro que la institución que preside Christine Lagarde parece asumir que la recesión en la UE es difícilmente eludible, llegaron el mismo día en que el INE desveló que el PIB español creció un 0,2% en el tercer trimestre, un exiguo avance si se compara con el avance del 1,5% registrado entre abril y junio y que evidencia que la economía nacional está al borde del estancamiento. Lo que no fue óbice para que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, subrayara que “la economía española sigue creciendo”. Las declaraciones del técnico del BCE se produjeron también poco después de que Sánchez enmendara a la Airef, que la semana pasada pronosticó que España podría contraerse en el último trimestre de este año y el primero de 2023, entrando así en recesión técnica, negando que España apunte a ese escenario. Previamente, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, había defendido que los indicadores económicos que maneja el Gobierno no anticipan recesión.
El jueves, el BCE elevó los tipos de interés al 2% y anticipó que aún serán necesarias nuevas subidas para contener la inflación, lo que puede agravar el enfriamiento de la economía europea.