Esteve logra el visto bueno de Sanidad para financiar su terapia para el párkinson
La farmacéutica se consolida en Europa con una filial en Portugal y otra prevista en Italia
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Esteve avanza en la comercialización en España de Inbrija, un tratamiento para la enfermedad de Párkinson que puede convertirse en uno de sus productos estrella. El Ministerio de Sanidad ha aprobado la financiación pública del medicamento en la última reunión de la Comisión Interministerial de Precios, según ha podido comprobar este periódico. El lanzamiento se podría producir en la primera mitad de 2023.
Inbrija es un producto a partir del compuesto levodopa que cuenta, como gran innovación, el uso de un inhalador. “Facilita su uso cuando el paciente está sufriendo un episodio Off –que afecta a sus habilidades motoras– frente a su formato actual como inyectable”, comenta el director comercial de Esteve, Jordi Muntañola. El medicamento está diseñado por la compañía Acorda Therapeutics, con quien la farmacéutica ya tiene acuerdos por otros productos. El laboratorio consiguió la licencia el año pasado como parte de su estrategia para convertirse en un grupo especializado en enfermedades del sistema nervioso central de ámbito europeo.
El medicamento se comercializará a un precio de 290 euros bajo el paraguas de la financiación del Sistema Nacional de Salud. España será el segundo mercado en contar con el producto, tras empezar su venta este año en
Alemania, donde la empresa ha reforzado su equipo comercial. La farmacéutica de la familia Esteve estudia lanzarlo en los países europeos donde cuenta con filial propia. “Creemos que Inbrija puede desempeñar un papel clave en el crecimiento del negocio”, dice Muntañola.
Esteve cuenta con presencia directa en cinco países: España, Alemania, Francia, Reino Unido y, recientemente, en Portugal. En las próximas semanas, abrirá una subsidiaria en Italia por lo que operará en los principales mercados europeos. “Queremos ser un aliado comercial para llevar productos innovadores al mercado”, explica Muntañola.
La compañía, liderada por su consejero delegado, Staffan
Schüberg, y el presidente, Albert Esteve, facturó el año pasado 550 millones, un 21% más, y disparo el resultado operativo bruto (ebitda) un 77%, hasta los 87 millones. El beneficio fue de 14 millones.