“Se puede mandar y ser femenina”
Suena a obviedad, pero lo cierto es que muchas mujeres renuncian a valores femeninos para ser aceptadas en mundos dominados por hombres. Las hermanas Basconcillos ejercen de jefas en empresas líderes del motor y del vino.“El talento no entiende de género”
“A la mujer le ha costado tanto llegar a puestos de dirección que cuando lo ha logrado ha renunciado a su faceta más femenina para integrarse en mundos donde mandan hombres”, afirman Carmen y María José Basconcillos, que reivindican poder ser jefas sin olvidar su lado femenino. “¿Por qué tenemos que renunciar a lo que nos hace diferentes? ¿A la ropa, a maquillarnos o a tener hijos”, se preguntan. Difícil respuesta, que ellas abordan desde la naturalidad de dirigir Grupo Cropu y Dominio Basconcillos, dos firmas burgalesas que operan en sectores dominados por hombres como son el del motor y el del vino. ¿Se han sentido discriminadas o ser hijas del fundador, José María Basconcillos (77 años), ha contribuido a ganarse el respeto de trabajadores y clientes? “Somos muy afortunadas por haber tenido la oportunidad de ver a nuestros padres trabajar en una empresa que fundaron en 1975, por presenciar cómo la levantaban, por sentir cómo se esforzaban y cómo se apoyaban en sus hermanos para que les ayudaran. Llevamos la empresa en las venas y todo eso nos ha permitido adquirir unos valores de los que nos sentimos muy orgullosas, pero también hemos demostrado tener lo necesario para mandar”, aseguran.
– ¿La testosterona ya no es un requisito necesario?
En absoluto. Es verdad que trabajamos en dos mundos muy masculinos, pero la transformación en ambos está siendo muy rápida y a día de hoy se respira igualdad. Son más importantes los valores de la persona que el sexo; el talento no entiende de género. Nosotras hemos trabajado mucho y en distintos niveles para aprender todo lo necesario para dirigir el negocio que fundó nuestro padre y trabajar a su lado es una suerte. Él siempre ha sabido rodearse de grandes profesionales que ahora son nuestro equipo.
– ¿Tuvo alguna duda su padre cuando se planteó la sucesión?
Es un hombre muy inteligente y llevó a cabo la sucesión durante muchos años y de una manera pausada y natural, mientras nosotras íbamos aprendiendo. La transición completa coincidió con el Covid, por lo que han sido unos años intensos, pero ha merecido la pena.
– ¿Le ha resultado fácil soltar amarras o mete baza en sus decisiones?
Él sigue a nuestro lado, aconsejándonos y siendo el alma de la empresa.
Su instinto empresarial, entrenado durante tantos años de decisiones y trabajo, nos sigue sorprendiendo y es clave en cada paso que damos. El trabajo ha sido una parte fundamental de su vida, por lo que es difícil para él desprenderse de todo. Está al día de la situación de la empresa, lee periódicos económicos a diario, y mantiene muchas de sus rutinas de siempre. Además, como amante de la naturaleza, va al campo o al viñedo de manera regular, y disfruta viendo la evolución de la vid y de los cultivos.
– ¿Qué le debemos a la generación de su padre?
Se dedicó sólo a trabajar para conseguir la España de la que hoy podemos disfrutar, pero no siempre se lo reconocemos.
– ¿Es fácil repetir su éxito en la España actual?
Cada época tiene sus dificultades y sus oportunidades. Nosotros nos centramos y trabajamos en lo que podemos gestionar. Por lo que, siendo conscientes de nuestro entorno, intentamos dedicarle el tiempo justo a lo que no está bajo nuestro control. Lo que sí hemos observado últimamente es que, en un ámbito más global, se apoya más a los emprendedores que hace unos años. Ahora se ven muchos mas jóvenes que por necesidad o por interés se hacen emprendedores. Ése es el primer paso para que haya un nutrido tejido de empresarios en España que generen riqueza. La visión de crear algo de cero es algo mágico.
– Dirigen una empresa que fabrica componentes para automóviles y otra que elabora vino. ¿Cómo se gestionan mundos tan diferentes?
Los valores son los mismos, pero en los detalles cambian radicalmente, y eso es lo bonito. No es lo mismo tratar con una multinacional alemana que con una distribuidora de alimentación nacional, o con un importador de vino de Reino Unido. Dominio Basconcillos elabora un producto aspiracional que va directamente al consumidor y donde la calidad, pero también el márketing, juegan un papel destacado. En el motor –entre sus clientes, Continental o Tesla–, lo importante es el desempeño, la excelencia operativa y la seguridad.
– ¿Y el largo plazo?
Es el que manda en ambos. La mirada es preservar el legado, de ahí que las decisiones tengan que ser muy medidas y pausadas. En la bodega, los tiempos los marcan la naturaleza y los ciclos de la planta, y en automoción tenemos más margen para adaptar nuestra producción; es un mercado menos atomizado. En los dos, lo importante son los clientes.
– Sus hijos aún son pequeños, ¿ vender es una opción o quieren que sigan con el legado de su abuelo?
Sería bonito, pero lo más importante es la pervivencia de la empresa. Para esto hay que profesionalizar la toma de decisiones. No es nuestra opinión, es una seria reflexión que hemos hecho como familia empresaria. Predecir un futuro tan alejado es imposible, pero todas las decisiones irán encaminadas a cuidar la empresa y a que sea exitosa.*
“Trabajamos en dos mundos muy masculinos, pero la transformación está siendo muy rápida y a día de hoy se respira igualdad”
““La generación de mi Lo más importante padre trabajó para conseguir es la pervivencia de la la España de la que hoy empresa, el legado. Para podemos disfrutar, pero no esto, hay que profesionalizar siempre se lo reconocemos” la toma de decisiones”