Más competencia, menos inflación
El aumento de la inflación en España no está siendo homogéneo ni por sectores ni por provincias. Aunque los costes de la energía se moderaron claramente durante la segunda mitad del año pasado, los precios de los alimentos alcanzaron cotas históricas. La repercusión en los mismos de la dispar normativa autonómica y de unos patrones de consumo divergentes entre regiones explican por qué algunas zonas de España sufren mayores aumentos de los precios. El resultado es que las provincias con menor competencia en la distribución comercial debido a una regulación más restrictiva tienen tasas de inflación superiores a las que han optado por un modelo más liberal. Por eso Madrid sobresale como la provincia donde menos crecieron los precios el año pasado aun siendo también la que más incrementó su PIB y con una mayor creación de empleo. Es decir, que la mejora del poder adquisitivo medio no habría influido en el ritmo de avance de los precios de consumo. La paradoja es que las provincias limítrofes con Madrid fueron, por el contrario, aquellas que sufrieron una mayor inflación el año pasado. Los expertos apuntan a que si se produjera una armonización de las normativas comerciales autonómicas en aras de generar más competencia en la distribución minorista el nivel medio de precios bajaría en 1,7 puntos. Una mejora nada desdeñable que permitiría incrementar la renta disponible de las familias, sobre todo la de las de menos ingresos, que arrastran una intensa pérdida de poder adquisitivo desde el comienzo de la escalada inflacionista tras el verano de 2021. Sin embargo, pese a que el coste medio de los alimentos triplica a la tasa general de inflación, el Gobierno de PSOE y Podemos ha optado por conceder sólo ayudas directas a familias de renta baja y limitar la rebaja temporal del IVA a los productos más básicos (excluyendo la carne y el pescado). Unas medidas que tendrán un efecto más limitado sobre los precios de los alimentos. Además, según los economistas el alivio fiscal a la cesta de la compra terminará beneficiando más, como ya sucedió con el subsidio a los carburantes que estuvo vigente entre abril y diciembre de 2022, a los consumidores con rentas más elevadas debido a que su gasto anual es más elevado. Las previsiones de que la inflación continúe registrando fuertes aumentos al menos durante la primera mitad del año urgen una mayor liberalización del comercio en toda España.
El mayor grado de apertura comercial de Madrid deriva en un menor aumento de los precios