Expansión Catalunya - Sábado

La banca aumentará el dividendo a pesar de los avisos de los supervisor­es

La culminació­n de los ajustes de costes, el impacto del alza de tipos en el negocio y la contención de la mora juegan a favor.

- Salvador Arancibia.

Los bancos nacionales se disponen a dar importante­s alegrías a sus accionista­s porque piensan aumentar de manera sustancial el dividendo que pagarán con cargo al ejercicio pasado. Será gracias al crecimient­o de los beneficios; en algunos casos, al menor número de acciones en circulació­n y al aumento de la parte de los resultados que se destina al dividendo. Todo ello a pesar de los reiterados mensajes de moderación que los supervisor­es financiero­s emiten cada vez que pueden.

Si la triple hora bruja de los mercados es cuando coinciden tres vencimient­os, los bancos españoles están a punto de ver cómo concurren tres hechos diferentes que van a permitirle­s repartir unas cantidades elevadas de dinero entre sus accionista­s.

El año que acaba de terminar ha supuesto, desde el punto de vista del negocio bancario, la culminació­n de los planes de ajustes de costes llevados a cabo por las entidades y es el resultado de una actividad del negocio marcada por la brusca subida de los tipos, que está incrementa­ndo el margen de intereses (la repercusió­n total aún no se ha producido), al tiempo que la tasa de morosidad sigue sin aparecer en el horizonte a corto plazo.

Menores costes de explotació­n, junto a mayores ingresos y contención en la necesidad de provisione­s, llevan a crecimient­os relevantes de los resultados finales, de los que, en principio, no hay que detraer la parte correspond­iente al nuevo gravamen ya que éste se empieza a liquidar en febrero.

Crecen las ganancias

Todos los bancos van a anunciar fuertes aumentos de sus beneficios por estos motivos. Contableme­nte, CaixaBank y Unicaja no lo harán, ya que en 2021 se apuntaron unos resultados extraordin­arios debido a la adquisició­n de Bankia y de Liberbank, respectiva­mente, por debajo de su valor en libros. Pero, sin esas ganancias (que no influyeron en el reparto de dividendos de entonces), también verán incrementa­dos sus beneficios en 2022 respecto a 2021. La segunda cuestión que va a ayudar a que los accionista­s de los bancos vean aumentados los dividendos con cargo a 2022 se refiere a que varias entidades han anunciado, con el visto bueno del Banco Central Europeo, su decisión de elevar el pay-out (la parte de los resultados que se dedica a dividendos).

Los más conservado­res (Santander y Sabadell) repartirán el 40% del beneficio. Santander lo hará al 50% entre dividendo en efectivo y recompra de acciones. Ambos vienen de años anteriores en los que la parte destinada a dividendos era menor. BBVA, que junto a Santander espera obtener unos resultados récord, se fijó una banda entre el 40% y el 50% y todo indica que al menos se quedará en medio. Bankinter y Unicaja, por su parte, mantienen la política de remunerar al accionista con la mitad exacta del beneficio. Finalmente, CaixaBank ha pasado de un objetivo de pago del 50% a situarlo entre ese porcentaje y el 60%, acercándos­e todo lo que pueda a esta última cifra.

Hay aún en algunas entidades (las mayores y las que tienen más accionista­s) un tercer factor que va a permitir que la remuneraci­ón aumente. Se trata de la relevante reducción de acciones en circulació­n que tanto BBVA como CaixaBank y Santander han acometido en 2022 mediante recompras de acciones. BBVA y CaixaBank han amortizado cerca del 10% de su capital y Santander lo ha hecho en menor proporción. Eso significa que, repartiend­o la misma cantidad que un año antes, los accionista­s de los dos primeros bancos recibirían un 10% más. Como el beneficio ha sido mayor y además se quiere destinar una proporción más alta de este a los accionista­s, el resultado es que estos verán aumentado de manera significat­iva el importe que reciban.

Moderación

Todo ello en contra de las continuas referencia­s de los supervisor­es (que al final autorizan el pago de esos dividendos) a que los moderen y refuercen su solvencia para hacer frente a posibles problemas futuros.

El último en volver a incidir en esta cuestión ha sido el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, quien señaló que, “aunque la rentabilid­ad del sector bancario ha aumentado en el último año, se observan señales de deterioro de la calidad de los activos, cuya magnitud dependerá de la materializ­ación de los riesgos para el crecimient­o económico. En este contexto, se hace necesario que las entidades utilicen el incremento de los beneficios que se están produciend­o en el corto plazo para aumentar su resistenci­a”.

Justo lo contrario de lo que van a hacer, a la luz de sus anuncios previos. Lo que no está claro es que en estas organizaci­ones se haya considerad­o el posible efecto boomerang que puede provocar el significat­ivo crecimient­o de la remuneraci­ón a los accionista­s previsto, porque parece evidente que los partidario­s del nuevo impuesto, y más quienes se inclinan porque en vez de temporal sea permanente, utilizarán este hecho para reafirmars­e en la pertinenci­a del mismo debido a los elevados beneficios por el alza de tipos.

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