Las empresas reciben tres veces más por los depósitos que los particulares

La rentabilidad media en el plazo de hasta 12 meses para las sociedades no financieras salta hasta el 1,20%, mientras que la de los particulares apenas supera el 0,40%.

Cambio radical de escenario en el mercado de depósitos español. Al cierre del mes de noviembre, los bancos españoles estaban retribuyendo las nuevas operaciones con empresas con una rentabilidad media del 1,20% en el plazo de hasta 12 meses, donde se concentra el grueso de la contratación.

En el mismo momento, la rentabilidad de los depósitos a particulares era del 0,41%. Por lo tanto, el rendimiento de estos productos para sociedades no financiera triplica el que reciben los hogares.

La horquilla no deja de ampliarse desde que acabó el verano de 2022, cuando las rentabilidades en el plazo de hasta un año eran muy exiguas en ambos segmentos. Hasta muy poco antes, en mayo, incluso eran negativas (pagaban por el depósito) para las empresas que colocaban su liquidez en las entidades financieras.

Efectivamente, en los cinco primeros meses de 2022 las empresas sufrieron penalizaciones entre el 0,10% y el 0,25% en los depósitos hasta a un año, mientras que, en el lado de los particulares, las rentabilidades marcaron mínimos históricos del 0,01% hasta el cierre del primer semestre. Hasta el mes de julio no llegó el punto de inflexión, según los últimos datos del Banco de España.

Plazos

Pero desde que empezó la subida de los tipos de interés en la zona euro, los rendimientos de los depósitos hasta 12 meses van a dos velocidades muy marcadas según el segmento.

Suben con fuerza en ambos casos, pero las empresas, que en noviembre del año pasado sumaban 312.600 millones de euros en depósitos, frente a los 306.000 del mismo mes de 2021, son ahora las grandes beneficiarias del radical cambio de sesgo de la política monetaria.

Ahora, las rentabilidades superan el 1% en todos los plazos por primera vez desde 2013 gracias al mayor poder de negociación de las empresas, que se están resarciendo de una larga etapa de tipos negativos o insignificantes en el mejor de los casos. Además del 1,20% hasta 12 meses, los depósitos para nuevas operaciones para empresas pagan un 1,28% entre uno y dos años y un 1,37% a más de dos años.

Las ofertas de los bancos son cada vez más atractivas. Por ejemplo, EBN Banco cuenta con una gama de depósitos no cancelables que están ofreciendo rendimientos entre el 0,30% TAE a un mes y el 2% a 24 meses.

Las cosas van mucho más despacio en depósitos para particulares. La gran banca española sigue casi completamente fuera de escena, con el objetivo de preservar sus márgenes. Aunque el tipo medio ponderado ha subido hasta el 0,70% en noviembre (más que doblando el 0,34% de octubre) las rentabilidades medias siguen siendo pobres tanto hasta 12 meses como por encima de los dos años.

El mayor brote verde se produce en los depósitos entre uno y dos años, que alcanza el 1,49%, el nivel más alto desde 2014. Pero hay que tener en cuenta que en estos períodos sensiblemente más largos el ahorrador puede incurrir en coste de oportunidad, ya que deberá mantener inmovilizada su liquidez en un período amplio en el que nuevos depósitos puedan ofrecen rentabilidades más amplias en el actual escenario de subida de tipos.

Además, las rentabilidades se ven claramente superadas en todos los plazos por otros activos sin riesgo y con el aval del Estado como las Letras del Tesoro, que tras las primeras subastas del año han experimentado fuertes subidas en sus rendimientos.

En estos momentos, el tipo de interés medio de las Letras a 3, 6, 12 y 18 meses se sitúa en una horquilla entre el 2,18% y el 2,98%. Porcentajes que son los más altos en una década y que han disparado la demanda de estos títulos del Estado por parte de los inversores particulares en las últimas subastas. La gran pregunta ahora es hasta qué punto pueden subir las rentabilidades de los depósitos a corto plazo. La gran banca no parece dispuesta a abrir el grifo pronto, al menos en lo que se refiere a los hogares.

Compás de espera

El pasado jueves, en la presentación de los resultados de 2022, la CEO de Bankinter, María Dolores Dancausa, aseguraba que la entidad descarta remunerar los depósitos y, en clave sectorial, recordaba que la situación de la gran banca española es de gran solvencia, por lo que no es necesario captar liquidez.

Por lo tanto, todo hace indicar que habrá que esperar para ver los primeros movimientos de los bancos en depósitos. En un reciente informe, los analistas de Banco Santander afirmaban que no esperan que “la beta de los depósitos supere el 30% a corto plazo, gracias a la baja ratio préstamos-depósitos”. La beta es la sensibilidad o velocidad de absorción de las condiciones de los depósitos a los cambios en los tipos, y según Santander no llegaría al mencionado 30% hasta el segundo semestre de 2024.

Santander prevé una recuperación lenta de la remuneración de los depósitos de la gran banca