España esquivará la recesión, pero no el parón
El consenso de los principales organismos nacionales e internacionales apunta a que España logrará sortear en 2023 la recesión que sí podrían sufrir otras grandes economías europeas, como Alemania o Italia. Pero esto no significa que sea inmune al enfriamiento generalizado, con tasas de crecimiento muy distantes de las que, previsiblemente, ha registrado en 2022 (sobre el 5%). Bank of America (BofA) actualizó ayer sus pronósticos sobre el PIB español, que sitúa en un alza del 1% este año, una décima por encima de lo que preveía semanas atrás, pero muy lejos del 2,1% que defiende el
Gobierno. Y también inferior al 1,3% que prevé el consenso del panel de Funcas. Más pesimista es S&P Global, que augura un crecimiento del 0,9% este año en un contexto en el que el impacto positivo de los fondos europeos puede ser menor al esperado. De un lado, por la limitada capacidad de absorción de países como España, dada la gran cantidad de recursos recibida y las carencias logísticas y burocráticas, que actúan como cuellos de botella. Y de otro, por el influjo de una todavía elevada inflación sobre unos fondos que están denominados en tipos nominales. Los vaticinios de S&P y BofA se suman a los del FMI, que el jueves enfrió también las perspectivas sobre la economía española, al recortar en una décima su previsión anterior, hasta el 1,1%. El organismo que dirige Kristalina Georgieva advirtió de un frenazo del mercado laboral, así como de unos abultados niveles de deuda que España tardará mucho en digerir. Precisamente, la principal preocupación de Bank of America sobre España es que “no hay un plan de consolidación fiscal creíble a largo plazo”, mientras que S&P alertó de que el Gobierno ha fiado el ajuste de las cuentas públicas más al ciclo económico que a reformas estructurales.