Una obra de suspense y diálogos afilados
Los mundos de George Orwell y las series The office y Black Mirror. De esa mezcla de universos de la que habla el director de teatro Israel Solà nace Contracciones, una distopía laboral que acaba por pasar de verdad. Y que pasará por el escenario del madrileño Teatro Pavón del 25 de enero hasta el 19 de marzo. Para Solá, Contracciones, de Mike Bartlett, es “una obra llena de suspense. Una reunión sucede a otra en escenas de ritmo frenético y diálogos afilados entre una jefa y Emma, su empleada, como si fuera un combate de esgrima”.
En la batalla, dos actrices bien conocidas por el público: Candela Peña y Pilar Castro. “La función es bastante complicada porque son catorce escenas muy cortas, que tienes que pasar del cero a cien en nada, va muy deprisa y ha sido muy difícil porque es una distopía, por lo que tienes que trabajar la ilógica; en mi caso, una ideología que no tiene nada que ver conmigo y posicionarte en un sitio que no es cercano a ti. El director es muy preciso, muy exigente y nos ha exprimido para bien”, confiesa Castro.
La obra debate sobre la intimidad de los empleados de una empresa, lo que invita a reflexionar sobre la protección de datos y nuestra vulnerabilidad ante internet. “Las redes nos han quitado muchísimos derechos y muchísima privacidad. Cogemos el móvil, nos metemos en Instagram y da miedo porque dices algo de una persona, por ejemplo, y te aparece una foto al día siguiente”, relata Castro, quien cree que la oficina del futuro necesitará más calor humano: “El teletrabajo en cierto modo está bien, es más ecológico por ejemplo, pero a nivel personal el hecho de no socializar me parece terrorífico y creo que hay que volver a algo más artesanal, estar cerca de los demás, más asambleario”.
Contracciones pone sobre la mesa algunas situaciones de control y estrés que pueden darse en una oficina. El síndrome del trabajador quemado, por ejemplo, ya es una enfermedad reconocida por la OMS. ¿Es la cultura una buena medicina frente a estos problemas? Candela Peña cree que “la cultura
‘Contracciones’ podrá verse del 25 de enero hasta el 19 de marzo en el Teatro Pavón de Madrid
Candela Peña: “La cultura es una buena medicina y siempre entiendo los trabajos como sanadores”
es una buena medicina para todos. A mí, que soy la hija del bar del cine de mi pueblo, me ha salvado la vida. Siempre entiendo los trabajos como parte sanadora, tanto para mí como para quien lo pueda ver”.
Peña, que es un rostro muy conocido del cine y la pequeña pantalla, se sube a las tablas por cuarta vez en su vida. ¿Por qué está de vuelta? “Por una carencia de proyectos audiovisuales. También te digo que el teatro es un espacio donde eres actor cada día, pues ejerces tu profesión mucho tiempo; existe el arte de cada repetición y de levantar de cero un proyecto que por bien que estuvieras ayer mañana tienes que volver a hacer. El teatro te afina muchísimo el instrumento del actor y cuando acabas una función de teatro te pueden llamar para lo que quieras”.
Peña celebra las medidas del real decreto aprobado por el gobierno para la protección laboral del sector de la cultura: “Llegan tarde, pero menos mal. Nuestra manera de cotizar es diferente a la de un trabajador normal y todavía se puede mejorar más, pero estamos agradecidos con lo que se está haciendo”.